El Gobierno de Cantabria declara oficialmente un brote de enfermedad hemorrágica epizoótica

vacas en Soano, en Arnuero. R.A.

El consejero de Desarrollo Rural, Pablo Palencia (PP) convoca a representantes del sector ganadero y a los veterinarios clínicos para informar de las medidas de prevención y de actuación

El Gobierno de Cantabria declara oficialmente un brote de enfermedad hemorrágica epizoótica. El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, Pablo Palencia (PP), ha informado de la detección de 13 casos sospechosos de enfermedad hemorrágica epizoótica en 11 ganaderías localizadas en Piélagos, Penagos, Liérganes y Ribamontán al Monte. Todos ellos, ganado vacuno de carne, han dado positivo en las analíticas realizadas en la Comunidad Autónoma y esperan confirmación del Laboratorio Nacional de Referencia de Algete.

Durante la reunión que ha mantenido esta tarde con los representantes de las organizaciones agrarias y los veterinarios clínicos, el consejero ha informado sobre las medidas de prevención y de actuación en caso de que mañana se confirmase la existencia de esos focos en la Comunidad Autónoma.

Además, ha precisado que en ese caso se activarían las medidas restrictivas, que impone el protocolo zoosanitario nacional, que limita el movimiento de los animales a 50 kilómetros alrededor del foco y se implementarán medidas de desinfección del transporte de animales.

Palencia ha asegurado que “hay que ser cautos pero eficaces” y ha instado a los ganaderos a extremar los cuidados y poner en marcha medidas de prevención contra vectores en ganaderías y medios de transporte, y evitar el desplazamiento de animales o importar de zonas donde ya hay casos confirmados.

“Todo ganadero que detecte en sus animales síntomas compatibles con esta enfermedad, que se ponga en contacto con los veterinarios”, ha pedido el consejero que ha recordado que es una enfermedad con un bajo índice de mortalidad, “no es de sacrificio obligatorio ni vacío sanitario”, ni se transmite a humanos, pero su propagación “sí puede acarrear medidas de restricción mayores”, por lo que es necesaria la detección rápida para que no se extienda.

Al margen de los resultados de las analíticas realizadas, el titular de Desarrollo Rural ha explicado a los integrantes del sector ganadero cántabro que se pondrá en marcha un programa de formación e información por medio de las Oficinas Comarcales Agrarias y de las Organizaciones Profesionales Agrarias del sector primario de Cantabria y se programarán cursos de prevención y bioseguridad en explotaciones ganaderas y de medidas higiénico sanitarias en explotaciones de control de vectores transmisores de la enfermedad.

La Consejería, además, tiene activado un control permanente de identificación de vectores mediante el trampeo en distintas zonas de Cantabria y analítica permanente en algunas explotaciones que hacen de control.

Plan Nacional de Bioseguridad Agraria

El consejero ha explicado, además, que esta mañana ha remitido una carta al ministro de Agricultura reclamando una reunión extraordinaria de la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural para abordar un Plan Nacional de Bioseguridad Agraria en España que aborde el control de la fauna silvestre y de vectores ante la aparición de enfermedades emergentes como la hemorrágica epizoótica, la fiebre del Nilo o la lengua azul.

“Desde el pasado año, se están detectando enfermedades emergentes que hacen necesario trabajar en el control de vectores y de la fauna silvestre que actúa como reservorio de estas enfermedades”, ha explicado el consejero, que ha considerado que se trata de “un asunto de salud pública”,

 “Nos tenemos que poner a trabajar, pero no en una vigilancia, porque España ya tiene un plan nacional de vigilancia de la fauna silvestre y un plan nacional de vectores, sino en el control porque no tenemos un plan nacional de control de la fauna silvestre ni de control de vectores, y es necesario en este momento, cuando hay tantas enfermedades emergentes”, ha asegurado el consejero.

Calidad de la carne

La enfermedad hemorrágica epizoótica es una patología que afecta a vacas y ciervos que se transmite por la picadura de mosquitos y se detectó por primera vez en España en noviembre del año pasado y se está extendiendo en las últimas semanas por granjas de bovino desde el sur hasta el norte de España.

Provoca cuadros respiratorios y puede llegar a afectar al aparato reproductivo de los animales, derivando en abortos o en el nacimiento de animales más delicados. Una circunstancia, esta última, que está generando graves repercusiones económicas para los ganaderos, al generar un mayor gasto veterinario mientras disminuye la producción y tienen lugar abortos e infertilidad.

En cualquier caso, no afecta a la calidad de la carne ni se transmite a humanos, pero puede provocar mortandad en el ganado vacuno.

Aunque no existe una vacuna autorizada en la Unión Europea, se pueden adoptar medidas para el control de la enfermedad, que consisten en la lucha vectorial mediante el empleo de insecticidas y repelentes en animales, medios de transporte e instalaciones, así como insecticidas y larvizidas para el control de las posibles zonas de cría.

También se recomienda el uso de un insecticida efectivo frente al mosquito que transmite la enfermedad.