Reabrirá mañana al tráfico el túnel de Las Caldas en la carretera N-611, tras finalizar las obras de modernización y mejora

Estado del túnel de Caldas.

El Ministerio para la Transición Ecológica adjudica en cinco millones de euros la recuperación del río Saja

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) reabrirá mañana al tráfico a las 10.00 horas, el túnel de Las Caldas en la carretera N-611, una vez han concluido los principales trabajos de las obras de modernización y mejora.

Durante los meses en los que el túnel ha permanecido cerrado al tráfico, se han llevado a cabo importantes trabajos, como la impermeabilización del túnel, la instalación del alumbrado, la mejora de los sistemas de contención y la capa de rodadura.

Las obras continúan, aunque los pocos trabajos que restan son compatibles con el tráfico, por lo que se ruega precaución.

Esta actuación se incluye dentro del contrato, formalizado por Mitma el pasado año por 31,3 millones de euros, para la modernización y mejora de varios túneles en la A-67 y la N-611.

Las obras se financiarán con cargo al Plan de Recuperación, que cuenta con 357 millones de euros, IVA no incluido, para adaptar las infraestructuras a la normativa europea y mejorar la protección de la fauna y de los usuarios vulnerables.

Río Saja

Con el objetivo de restaurar y mejorar los hábitats fluviales asociados al río Saja, así como la defensa frente a inundaciones con soluciones basadas en la naturaleza, el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) ha adjudicado por un importe de 5’2 millones de euros las obras para la recuperación medioambiental del río Saja entre los puentes de Santa Lucía y Virgen de la Peña, en los términos municipales de Cabezón de la Sal y Mazcuerras.

La actuación abarca un tramo de unos seis kilómetros de longitud desde el puente de la Virgen de la Peña, que une las localidades de Villanueva de la Peña y Virgen de la Peña, y el puente de Santa Lucía, situado en Santibáñez, en Cabezón de la Sal y Mazcuerras.

El proyecto contempla un conjunto de actuaciones en las que se incluyen la mejora de las márgenes del río Saja mediante la eliminación de barreras longitudinales y su tratamiento mediante técnicas de bioingeniería; la eliminación de obstáculos transversales; la reactivación de brazos históricos; la gestión de la vegetación existente, con erradicación de especies invasoras y plantación de especies autóctonas; la ejecución de motas alejadas del cauce, de un metro de altura media, para la delimitación del espacio fluvial y de defensa contra inundaciones, y el incremento de la laminación en avenidas mediante setos, barreras de retención y zonas de amortiguación.

Estas actuaciones, junto con la implantación de filtros verdes, la recogida y gestión de residuos, también contribuirán a la mejora de la calidad de las aguas.

Con estas intervenciones se persigue recuperar el hábitat de las diferentes especies propias de los ecosistemas fluviales, hábitat de la avifauna, de los anfibios y de los fitófagos de la madera, que, junto con la creación de una red de islas de hábitat, aumentará incluso la diversificación del medio y de las especies que dependen de ello.

Entre las actuaciones se incluye la instalación de cartelería temática, actividades de voluntariado ambiental y divulgación, una app interactiva así como el desarrollo de un estudio de evaluación del éxito de la restauración propuesta.

Al mismo tiempo, se han incluido, los medios necesarios para facilitar un acuerdo de custodia del territorio de este tramo del río entre la Confederación Hidrográfica del Cantábrico y las personas o entidades públicas y privadas interesadas como herramienta para la conservación de la naturaleza y para poner en valor la función social de la biodiversidad.

Este proyecto, junto con las actuaciones que viene desarrollando el Gobierno de Cantabria en las zonas urbanas, contribuirá a reducir muy significativamente el riesgo de inundación de las zonas habitadas de Cabezón de la Sal y Mazcuerras.