‘Cielos’ de Wajdi Mouawad, dirigida por Sergio Peris-Mencheta, centra la programación del Palacio de Festivales la próxima semana

Representación de la obra.

Un grupo de criptógrafos, traductores e investigadores trabajan contrarreloj para tratar de impedir un ataque terrorista múltiple

El Palacio de Festivales de Cantabria ha programado la semana que viene la obra de teatro ‘Cielos’, del prestigioso escritor libanés-canadiense Wajdi Mouawad, que se podrá ver en la Sala Pereda durante los días 22 y el 23 de diciembre, a las 19.30 horas.

Está dirigida por Sergio Peris-Mencheta y cierra la tetralogía ‘La sangre de las promesas’ iniciada por ‘Incendios’, cuya versión en castellano se estrenó en La Abadía, ‘Litoral’ y ‘Bosques’, todas ellas con un punto en común: la tragedia que arrastra la humanidad.

‘Cielos’ traslada al público hasta un lugar apartado donde un grupo de criptógrafos, traductores e investigadores trabajan contrarreloj para tratar de impedir un ataque terrorista múltiple que tiene por objetivo provocar una debacle social.

Con una duración de 110 minutos, sin descanso, la obra cierra la tetralogía de ‘La sangre de las promesas’ junto con ‘Incendios’, ‘Litoral’ y ‘Bosques’, todas ellas con un punto en común: la tragedia que arrastra la humanidad.

‘Cielos’ nos lleva a un lugar apartado donde un grupo de criptógrafos, traductores e investigadores trabajan contrarreloj para tratar de impedir un ataque terrorista múltiple que tiene por objetivo provocar una debacle social.

Voz

La historia se abre con una voz, captada y decodificada entre los millones de voces que pueblan el cielo virtual de los mensajes online. Esa voz, que habla en nombre de los hijos devorados por todas las guerras del siglo XX, culpa a los padres de la sangre derramada de generaciones y amenaza con una venganza devastadora: un atentado terrorista de insólitas dimensiones.

Pero, como en el mito de Casandra, esa voz que habla de la sangre derramada por los hijos por mandato de los padres, esa voz que proclama la venganza de los hijos multiplicándose en voces que hablan en todos los idiomas, no puede ser entendida por quienes han sido precisamente comisionados por los más altos poderes del Estado para descifrarla.