CRÍTICA

El Festival Internacional de Santander (FIS) parece respirar nuevos aires

El FIS comenzará el día 3 de agosto.

Los grandes pianistas Yuja Wang y Maria João Pires, las voces líricas del más alto nivel como Aida Garifullina, Sondra Radvanosky o el tenor Jonathan Tetelman, forman parte de la programación

Al finalizar la pasada 72 edición del FIS nos preguntábamos desde este medio ¿Quo vadis, FIS?. Las reflexiones de aquel artículo venían motivadas por la sensación general de apatía, reiteración, la falta de compromiso con las nuevas creaciones o el acercamiento a nuevos públicos. Aquella situación de pasividad y de comodidad no podía continuar durmiendo el sueño de una noche de verano.

Parece que la situación económica del Festival ha quedado saneada después de unos años difíciles y las cuentas cuadran, por lo que era necesario darle un nuevo impulso si querían seguir figurando como uno de los festivales veraniegos a tener en cuenta en nuestro país, junto al Festival de Granada y la Quincena Musical Donostiarra. 

La jubilación, más o menos buscada, de la hasta ahora directora artística Valentina Granados, facilitó la búsqueda de un nuevo perfil que fuera capaz de insuflar nuevas formas a una programación necesitada de una renovación sustancial. Y se encontró a Cosme Marina, uno de los gestores musicales más significativos del mercado musical. Lleva más de 25 años dirigiendo la actividad musical de la ciudad de Oviedo que la ha convertido en uno de los puntos obligados de parada para orquestas, directores y solistas.

El director Riccardo Chailly.

Desde luego es un reto y, a la vez, supone un riesgo profesional dejar un puesto consolidado con grandes éxitos y tomar las riendas musicales de un festival en horas apáticas. Es casi como empezar de nuevo en una ciudad con un festival que ya conoce desde hace 31 años, pero donde las iniciativas musicales están dispersas, atomizadas, cada una va a su aire, lo que convierten sus objetivos en un verdadero desafío.

Aunque tan solo lleva poco más de cuatro meses en su nueva función, algo se va notando de su mano. La programación de la próxima 73 edición del FIS, que comenzará el día 3 deagosto, ya tenía actuaciones comprometidas, algunas ha tenido que mantenerlas, pero ha podido modificar otras como, por ejemplo, la inauguración que ya no será al alimón con la Quincena Donostiarra sino que marcará un perfil propio, o el cambio de hora de inicio de los conciertos a las 20.00 horas, mucho más adecuado a las costumbres de hoy en día.

Hay detalles en el programa previsto que parece marcarán el camino de los próximos años, con la danza y la lírica en primer plano, sin olvidar, como es lógico, las grandes citas sinfónicas. Como ejemplo, haber conseguido que la nueva Compañía de Danza de Nacho Duato se estrene en Santander, o que voces líricas del más alto nivel como Aida Garifullina, Sondra Radvanosky o el tenor Jonathan Tetelman, hayan aceptado cantar en el Festival a pesar de estar muy solicitados y sus cachets no sean precisamente asequibles.

La visita de la Compañía de Antonio Gades con sus ‘Bodas de sangre’ y la de la Compagnie Käfig con ‘Folia’, junto al recital de la gran Carmen Linares, marcan una pauta diferente. Será interesante disfrutar de la estupenda versión del ballet ‘La Sylphide’ que traerá a Santander la Compañía Nacional de Danza en la que será la última aparición de Joaquín de Luz como director artístico de la misma.

Hay nuevos criterios a la hora de programar las grandes citas sinfónicas, como por ejemplo, la Bach Collegium Japan con la monumental ‘Pasión según San Juan’ de Bach, la Sinfónica del Estado de Sâo Paulo, la Orquesta Barroca de Friburgo con un homenaje al fortepiano a base de Mozart y Bach, el esperado regreso de la Orquesta Filarmónica de la Scala de Milán de la mano de Riccardo Chailly, o la clausura del Festival a cargo de la Philharmonique de Radio France, solo por citar algunas.

Interesante será la visita de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias con el ganador del pasado Concurso Internacional de Piano Paloma O’Shea, y de los recitales de las grandes pianistas Yuja Wang y Maria João Pires. La música contemporánea con novedosos programas contará con la colaboración del Centro Botín.

El repertorio barroco estará muy presente y tendrá grandes citas en los conciertos de los Marcos Históricos con agrupaciones del nivel de la Orquesta Barroca de Sevilla o la Accademia del Piacere, por citar solo algunas. Se han revisado las iglesias y los santuarios de Cantabria donde se garantice buena acústica y comodidad para público y artistas.  

Sabemos que se está trabajando en la programación de los próximos años, sobre todo en la edición del 75 aniversario. Los que conocemos a Cosme Marina y su forma de trabajar, su diplomacia para negociar y su privilegiada agenda internacional, pensamos que puede conseguir sus objetivos de futuro para el FIS, siempre que le dejen trabajar y la suerte le acompañe. El tiempo, como siempre, dará y quitará razones.