CRÍTICA

Indiana Jones, una digna jubilación

La saga de Indiana Jones llega a su fin.

El arqueólogo cuelga su sombrero y su látigo para tomar el merecido descanso después de cinco entregas de aventuras que quedarán para el recuerdo

FICHA:

-'Indiana Jones y el dial del destino

-Director: James Mangold

-Protagonistas: Harrison Ford, Phoebe Waller-Bridge, Mads Mikkelsen, Toby Jones, Antonio Banderas, Boyd Holbrook.

-Guión: Jez Butterworth, James Mangold.

-Música: John Williams.

-Producción: Steven Spielberg, George Lucas, Kathleen Kennedy, Frank Marshall.

-Calificación (sobre 5): ***

Ha llegado a su fin una de las sagas cinematográficas más exitosas de las últimas décadas, el personaje de Indiana Jones cuelga su sombrero y su látigo para tomar el merecido descanso después de cinco entregas de aventuras que quedarán para el recuerdo. Y Harrison Ford despide a su personaje con la dignidad que se merece.

Para los que hemos crecido con Indiana Jones, esta quinta y última entrega de la saga es un digno adiós a un héroe que marcó nuestras vidas. Por momentos, Indiana Jones y el dial del destino camina por un territorio demasiado conocido para nosotros.

El inicio del film es un prólogo que entronca con pasajes anteriores de la saga, con un rejuvenecimiento artificial del rostro de Harrison Ford y escenas de acción tan sofisticadas que parecen sacadas de un vídeo juego.

Es bastante artificioso pero que sirve de presentación de algunos personajes, como el danés Mads Mikkelsen, estupendo en su papel de malo malísimo nazi, y del inglés Toby Jones en la piel del arqueólogo colega de Indi que con su corta estatura y sus gestos faciales nos dará momentos estupendos de acción y humor.

La verdadera película empieza pasados esos minutos de prólogo, ya en los años 60 con un Indi octogenario, cascarrabias y cansado de tantas locuras y aventuras. A punto de jubilarse de la universidad, sin mujer ni hijos parece que todo se termina, hasta que aparece su ahijada, la hija de su fiel compañero de arqueología, y volveremos a la aventura.

Esta vez no será en busca del santo Grial, ni de la lanza sagrada con la sangre de Cristo, ahora los nazis quieren recuperar la anticitera de Arquímedes, y aquí empieza todo con guiños a las sagas anteriores.

La película la dirige en esta ocasión James Mangold, aunque la mano de Spielberg se nota mucho. Demasiadas persecuciones, a cual más vistosa, la mejor, sin duda, a través de la Quinta Avenida de Nueva York en medio del desfile en honor a los tres astronautas recién llegados de su viaje a la Luna.

Pero tanta acción constante hace que se deje de lado la parte más humana de los personajes, lo que la convierte en más impersonal. Demasiado efecto digital, muy bien conseguido, pero el guión se olvida en muchas ocasiones de los sentimientos de sus protagonistas.

Tan solo, ya en el último acto, el reencuentro entre Indi y Marion, estupenda Karen Allen, hacen que nos regalen un gran escena sentimental aunque se queda corta en duración y presencia.

La actriz Phoebe Waller-Bridge.

Todo el reparto que gira en torno a Harrison Ford está a la altura, con Phoebe Waller-Bridge como su ahijada Helena y su joven compañero de aventuras Ethan Isidore, y, por supuesto, fantástico Mads Mikkelsen como el científico cerebro de toda la acción. Hasta Antonio Banderas está a la altura con un personaje bien logrado.

Buena fotografía y, como siempre, estupenda la música de John Williams con arreglos orquestales de su banda sonora siempre presente a lo largo de un metraje que pensamos que se alarga en exceso, le sobran varios minutos.

A pesar de la aparatosidad de la mayoría de las escenas y de la buena técnica digital, el resultado es algo decepcionante como película, aunque su final es de una gran dignidad para un personaje y un actor que vuele a dejarnos su huella y ya para siempre.