El Palacio de Festivales ofrece una doble cita teatral y la propuesta conjunta de la Oscan y Abraham Cupeiro
El segundo de los ‘Miércoles íntimos’ de la temporada es el teatro musical de Vaivén Producciones titulada ‘Yo, la peor del mundo’
El Palacio de Festivales de Cantabria ha programado la semana que viene dos citas teatrales, una de ellas musical, y una interesante propuesta que traen de manera conjunta a la sala Argenta la Orquesta Sinfónica del Cantábrico (Oscan) y el músico Abraham Cupeiro.
La primera de las citas con el teatro es el segundo de los ‘Miércoles íntimos’, a las 19.30 horas, previstos en la actual temporada, en concreto, el teatro musical de Vaivén Producciones que llega a la sala Pereda bajo el título de ‘Yo, la peor del mundo’. A esta representación le seguirá el viernes y el sábado, a las 19.30 horas, en doble función la obra ‘RIF (de piojos y gas mostaza)’, de Laila Ripoll y Mariano Llorente.
Ya el domingo, a las 18.30 horas, será el turno de la Oscan bajo la dirección de Paula Sumillera, y el multiinstrumentista Abraham Cupeiro, en lo que será una interesante propuesta musical con el programa ‘Pangea. El paisaje sonoro de nuestro planeta’.
‘Yo, la peor del mundo’, con una duración de 75 minutos sin descanso, se sitúa en 1695. El convento Santa Paula está asolado por la peste. A sor Juana Inés de la Cruz le quedan pocas horas de vida. Sus hermanas le reprochan haberse enfrentado a la Iglesia. Su confesor le echa en cara haber amado a los hombres más que a Dios. Juana se pregunta si habrá merecido la pena enfrentarse a todo y a todos para ser libre como mujer y como escritora.
‘Yo, la peor del mundo’ es un espectáculo musical de rabiosa actualidad que nos cuenta la historia de una mujer que se enfrenta a todo y a todos para ser libre.
Con la fuerza de sus versos, sor Juana Inés de la Cruz hechiza la corte colonial mexicana de un imperio decadente donde se convierte en amante de los poderosos, musa del Siglo de Oro y víctima de una iglesia que no puede someter su espíritu rebelde.
Es un espectáculo vitalista, contagiado del color, la música, la belleza y la imaginación de una mujer que fue un genio en su tiempo y que sigue asombrándonos en el nuestro.
RIF
En ‘RIF [de piojos y gas mostaza]’, 120 minutos sin descanso, se pregunta ¿qué derecho tenía España a colonizar y explotar el RIF?. A partir de ahí, al volver la vista a lo quedó tras casi medio siglo de protectorado, tras los miles de muertos de ambos bandos, tras la crueldad insoportable de las mutilaciones, de los incendios y los bombardeos, tras la utilización perversa por parte de los sucesivos gobiernos de España de los indígenas rifeños para intentar paliar la alta mortalidad de los españoles, con todo eso el espectáculo que puede responder a esta pregunta inicial se ha de entretejer con humor y tristeza.
Aparecen como sarcasmo y el dolor para desvelar la incontenible corrupción del estamento militar y su ridícula hombría, además de la rapiña de aquellos gobernantes y de las compañías mineras. Pero también para traer al escenario la conmoción de todo un país, de charanga y pandereta como diría el poeta, que vio cómo sus hijos eran enviados a morir por nada y obligados a matar a unos nativos que eran tan desgraciados y tan pobres como ellos y que tenían todo el derecho a proteger su tierra.
Domingo
Con una duración de 70 minutos sin descanso, Abraham Cupeiro hace magia con sus decenas de instrumentos de viento y propone un evocador viaje sonoro que recorre los cinco continentes para mostrar la extraordinaria diversidad cultural a través de la música. “Un canto a la diversidad cultural, un intento de unir pueblos y músicas, de hacer llegar al ser humano el mensaje de una Tierra que vislumbra asustada un futuro incierto”.
Cada pieza se influencia de un lugar (continente, país o incluso pueblo) sobre el que se construye una música con un lenguaje accesible desde un prisma occidental, base sobre la que se erigen cada uno de los géneros y esencias rítmicas, melódicas y armónicas que representan estas culturas. Una mirada sonora que recuerda mucho al imaginario cultural cinematográfico, muy potente y sobrecogedor para todos, que impacta desde el principio con Oceanía, desde donde se marca la tónica general en cuanto a estructura dinámica y emocional, como la marea que sube y baja, que nos calma y nos arrolla.
La Orquesta Sinfónica del Cantábrico (Oscan) surge en 2019 por iniciativa de un grupo de músicos profesionales. Nace como la primera formación sinfónica profesional de Cantabria y lo hace con unos objetivos claros y ambiciosos: convertirse en un sólido proyecto cultural para la región capaz de encontrar y retener el talento musical, ser un punto de encuentro para músicos y aficionados, fomentar la educación musical, contribuir a la creación de nuevos públicos y generar riqueza y empleo entre las empresas culturales a través de sinergias.
Bajo la batuta de Paula Sumillera, una treintena de músicos formados en diversos conservatorios superiores abordan el proyecto con una ilusión común: convertir a la Oscan en un referente cultural vivo.
La labor de la orquesta es múltiple: artística, cultural, social, lúdica y también pedagógica. Es un proyecto musical de calidad, con una composición joven e igualitaria, con vocación de convertirse en referente del espíritu musical de Cantabria y traspasar las fronteras tanto nacionales como a medio plazo internacionales.
La Oscan debutó en agosto de 2019 interpretando en directo la banda sonora de 'The Kid', la famosa cinta de Chaplin, ante más de 800 personas en el anfiteatro exterior del Centro Botín de Santander. Desde entonces, la orquesta ha actuado en el Palacio de Festivales de Cantabria, en el Teatro Municipal Concha Espina, en el Teatro Casyc y en la Catedral de Santander, entre otros escenarios de Cantabria. La plantilla goza de gran versatilidad y adapta siempre sus producciones a las peculiaridades de cada lugar.
La Oscan ha impulsado incluso sus propios proyectos musicales, como ‘María de Buenos Aires’, ópera-tango con libreto de Horacio Ferrer y música de Astor Piazzolla, ‘Poema del Cante Jondo’, concierto homenaje a Lorca con música de Falla, Granados y Turina, o ‘Esto me suena’, iniciativa didáctica que incluye el concierto ‘El carnaval de los animales’ de Camille Saint-Saëns.
Constructor y multiinstrumentista, lo que caracteriza a Abraham Cupeiro es la recuperación de instrumentos perdidos en el tiempo y utilizarlos para crear nuevas sonoridades e imbricarlos en músicas ajenas a ellos. Estudió trompeta en el Real Conservatorior Superior de Música de Madrid y luego realizó un máster en interpretación de la música antigua en la Universidad Autónoma de Barcelona. Sin embargo, aunque su formación es clásica, siempre se ha sentido atraído por todo tipo de músicas. Así, desde temprana edad ha formado parte de grupos de folk, jazz, música antigua, entre otros.
Como instrumentista destaca por ser una de las pocas personas que toca el Karnyx (trompeta celta de la Edad de Hierro). Recientemente fue invitado para probar el Karnyx de Tintignac, que es el único que apareció entero en el año 2004. Es además impulsor de un instrumento ancestral en la tradición gallega: la corna. Instrumento que su abuelo tocaba y que aparece en las iluminaciones de Alfonso X. Su interés por la organología le ha llevado a conseguir una colección de más de 200 instrumentos de todo el mundo y de distintas épocas. Es una colección que enseña a modo de concierto-monólogo bajo el nombre de ‘Resonando en el pasado’.
Abraham recupera y construye diversos instrumentos e interpreta con ellos desde su música hasta música de hoy día y los mezcla con formaciones modernas. Estas mezclas se pueden ver en su trabajo ‘Compromiscuo’ con el acordeonista Bielorruso Vadzim Yukhnevich, así como en obras escritas ex profeso para él como el ‘Concierto Misterio’ de Wladimir Rosinsky junto a la Orquesta Sinfónica de Galicia. ‘Os sons esquecidos’ es un proyecto que fue grabado con la Filharmonía de Galicia bajo el sello Warner Classics. Tras su estreno, ha sido presentado con distintas orquestas de España y Finlandia.
En 2018 estrena un nuevo proyecto: Pangea, que fue grabado en noviembre de 2019 con la Royal Philharmonic de Londres en los estudios Abbey Road y salió en septiembre de 2020 bajo el sello Warner Classics.
Paula Sumillera, es directora de orquesta y coro cántabra. Realiza su formación musical en Santander, Madrid, Valencia e Italia. Se ha formado con maestros como Donato Renzetti, Antoni Ros-Marbà, Enrique García Asensio, George Pehlivanian y Gianluigi Gelmetti, entre otros. Su carácter emprendedor le ha llevado a la creación de la Oscan con la vocación de llevar el nombre de Cantabria por todo el territorio nacional y también fuera de España.
Entre sus diferentes actividades profesionales cabe destacar sus colaboraciones como directora invitada con diferentes agrupaciones como la Orquesta Sinfónica de Burgos, la Banda Municipal de Santander, la Orquesta Juvenil Ataulfo Argenta y la Joven Orquesta de Cámara Gregorio Solabarrieta, entre otras. También ha colaborado con el Sistema de Orquestas de Guatemala. Además de ser la directora de la Oscan, en la actualidad también dirige el Coro Kinder de Cantabria, el Coro del Colegio de Economistas de Cantabria y la Capilla Antiqua de Reinosa.