Indemnización de 42.000 euros a una trabajadora por despido improcedente de la Mancomunidad de la Costa Occidental

Ayuntamiento de Ruiloba. R.A.

El Juzgado de lo Social de Santander considera que la persona fue despedida como consecuencia de un expediente sancionador por no reincorporarse al trabajo tras una incapacidad temporal en revisión

La Mancomunidad Costa Occidental indemnizará a una trabajadora con 42.000 euros por despido improcedente en caso de no querer volver a su puesto de trabajo. La sentencia del Juzgado de lo Social número 5 de Santander dice que la persona fue despedida como consecuencia de un expediente sancionador por no incorporarse a su trabajo tras una incapacidad temporal en revisión.

La Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras en Cantabria (CCOO) ha denunciado la presión laboral que la Mancomunidad de la Costa Occidental, presidida por Sara Portilla (PRC), alcaldesa del Ayuntamiento de Ruiloba, junto con los ayuntamientos de Alfoz de Lloredo, Comillas y Udías, ha ejercido sobre esta trabajadora.

La trabajadora causó baja por una incapacidad temporal durante un año y, dos días antes de reincorporarse a su puesto, presentó una nueva solicitud de baja médica al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) por recaída, siendo informada por distintos medios de que no tendría que volver al trabajo hasta la resolución, aunque sería probable que se quedara sin sueldo todos esos días.

“El mismo día que supuestamente tendría que reincorporarse y no lo hizo, porque pidió una nueva incapacidad porque no se encontraba en condiciones de reincorporarse a su puesto, ya hay una solicitud de apertura de expediente disciplinario contra ella que se resuelve con la extinción de la relación laboral”, explican desde el sindicato.

La responsable de Administración Local de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO en Cantabria, Ángela Sobrino, acusó de falta de sensibilidad de la presidencia y la junta directiva de la Mancomunidad que han aprovechado la situación de la trabajadora para despedirla sin ninguna justificación, como ya ha quedado claro con la sentencia”, ha señalado Angela SobrinoÁ

Mala gestión

Para la federación, detrás de este caso se esconde una mala gestión por parte de la Mancomunidad de Servicios de la Costa Occidental, que adolece de medios y de personal suficiente para gestionar el servicio, y que ha querido pagar su mal hacer a costa de una trabajadora que lo único que hacía era reclamar unas buenas condiciones laborales y quejarse de la situación laboral en esta organización.

Para Sobrino, “el problema de fondo es una animadversión profunda hacia una trabajadora a la que acusaban de no trabajar. Sin embargo, el problema está en la desorganización y la descoordinación que existe, así como en la falta de medios y de personal para poder dar un buen servicio a la ciudadanía”. En su opinión han querido disimular la sentencia judicial, acusando a esta trabajadora, “pero se trata de un serio problema de gestión por parte de la presidenta, Sara Portilla y de los demás alcaldes de alcalde de Alfoz de Lloredo (Independiente); de Comillas, María Teresa Noceda (PRC) y de Udías, Fernando Fernández (PP)”.

Para el sindicato, resulta reprobable que, además, se instara a la trabajadora a aceptar una reducción inasumible de jornada para que así siguiera contratada la persona que la había sustituido durante su incapacidad temporal.

“La víctima, que además era delegada de Personal, ha sufrido un acoso y derribo en toda regla. Han buscado todas las triquiñuelas para iniciar y resolver un expediente sancionador, con despido incluido, que la justicia se ha encargado de dinamitar porque era improcedente a todas luces”, ha añadido Sobrino.

El sindicato ya advirtió que el despido era completamente ilegal, instando a la Corporación a que desistiera de esta decisión.

“Ahora, la cabezonería, la falta de escrúpulos y la pésima gestión, va a suponer a los vecinos de los municipios que conforman la Mancomunidad un coste de 42.000 euros de indemnización”, recordó la sindicalista.

Además, CCOO ha recordado que la conflictividad no acaba aquí, sino que por desgracia no es el único caso existente de acoso a una trabajadora de la Mancomunidad. En este sentido, el sindicato ha subrayado que ha tenido que denunciar a la Corporación ante Inspección de Trabajo y el Juzgado por vulneración de derechos fundamentales, por actuaciones contrarias a la buena fe y por incumplimiento en materia de prevención de riesgos laborales.

Desde la Federación de Servicios a la Ciudadanía se vuelve a advertir que si la Mancomunidad continúa con el proceso de estabilización sin respetar los derechos adquiridos de las personas trabajadoras deberá hacer frente a cuantiosas indemnizaciones.