Indignación de los pescadores artesanales por las acusaciones de que sus cifras de capturas no son fiables

Puerto pesquero de Comillas. R.A.

La Asociación, que preside Pedro Pardo, muestra su desacuerdo y critica el trato vejatoria recibido por una transportista en Comillas

La Asociación de Pescadores Costeros y Artesanales de Cantabria (Apecac) muestra su queja, indignación y su absoluto desacuerdo con la Dirección General de Pesca por su sospecha y acusación de que las cifras aportadas por las embarcaciones de la flota al llegar al puerto no son fiables y de que los inspectores disponibles por el Ejecutivo regional no son suficientes para lograr un control exhaustivo.

Además, critican el trato vejatorio, prepotente y sin educación que una transportista de pesca ha sufrido con los inspectores de la Comunidad Autónoma, según ha denunciado públicamente un armador de Comillas.

Este suceso, no es la primera vez que se produce, y los pescadores artesanales de Cantabria reclaman ser tratados con educación y respeto por las autoridades competentes”, comentó el presidente Pedro Flechero.

En su opinión es sorprendente e incongruente que los pescadores artesanales han pasado de ser héroes del sector primario durante la pandemia, al contribuir con su sacrificio a la seguridad alimentaria de la población, a ser unos villanos que no cumplen los reglamentos de pesca, algo que es incierto y en caso contrario que actúen legalmente.

Exhaustivo

Además, el colectivo lamenta que la Administración se queje de la falta de inspectores de pesca y por otro lado anuncie la posibilidad de realizar inspecciones más exhaustivas no sólo a bordo, sino en la lonja y el transporte.

La flota artesanal asegura que recibe de forma habitual la visita de los miembros del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), la Dirección General de Pesca de Cantabria, el Servicio de Protección de la Naturaleza y el Servicio Marítimo de la Guardia Civil.

“Con este comportamiento y con esta motivación será muy difícil que la flota pesquera de Cantabria, que se encuentra desde hace años en una disminución constante en el número de embarcaciones y de profesionales, por la falta de rentabilidad, pueda resistir en un futuro próximo”, remarcó.

A pesar de lamentar ser injuriados y denostados, la Asociación hace hincapié en que las embarcaciones, casi todos los años, contribuyen a la seguridad alimentaria de todos mediante una pesca artesanal de forma sostenible económica, social y medioambientalmente.