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La Galería del Arte de la Anchoa, en Santoña, un recorrido por su elaboración y la historia de las conserveras

Visitantes en el recorrido guiado a la Galería del Arte de la Anchoa. R.A.

El espacio cultural y gastronómico ofrece visitas guiadas a grupos de excursiones y visitantes durante todo el año

Las dos guías de la Galería del Arte de la Anchoa, en Santoña, esperan la visita de una nueva excursión en la puerta de este espacio. En esta ocasión, los integrantes del grupo son de Zamora y Benavente, aunque, madrileños, valencianos, gallegos, asturianos, burgaleses, cántabros, entre ellos santoñeses, e incluso turismo extranjero, como franceses e ingleses, también han pasado por la Galería desde que se inauguró el pasado día 27 de octubre.

Nerea Rodríguez Cabieces, una santoñesa que trabaja desde hace dos años en Conservas Ana María, empresa de la cual surgió la iniciativa, es una de las guías. Vinculada al sector conservero por su familia, tías, abuela y madre trabajaron en estas fábricas, y también a la mar por su abuelo que tuvo un barco pesquero, se encuentra junto a su compañera con la que se turna en atender las visitas.

Ella es la peruana Detzy García Pazos que lleva un año en la conservera y hoy le toca el turno de recibir a la excursión.

Sólo cruzar la puerta de entrada, suena la sirena a imitación de la que se escuchó durante años en la lonja de pescado del puerto pesquero como indicador de que había entrado pescado para su subasta.

A partir de ese momento, los visitantes se sumergen en la historia y los orígenes de la implantación de las primeras empresas conserveras en Santoña en el siglo XIX tras la visita de los mercaderes italianos a esta villa en busca de bocarte. De hecho, estudiantes y profesores de los colegios e institutos del municipio han pasado por este espacio como una iniciativa didáctica para conocer el pasado de este sector.

Todo ello, rodeado de utensilios antiguos de trabajo, como una carreta de más de 80 años con la que se transportó la pesca a las fábricas, barriles sicilianos, cestas, maquinaria, así como octavillos de aquellos que se abrían con llave, algunos de ellos donados por la familia Albo.

Los visitantes disfrutan de los utensilios de trabajo de las conserveras. R.A.

Y por si no fuera poco, los visitantes disfrutan de la proyección de un trabajo audiovisual de 10 minutos de duración en el que se explica las características de un pueblo como Santoña, con su patrimonio natural y arquitectónico, y se muestra cómo se captura el bocarte en la mar pasando por su subasta en la lonja, el transporte a la conservera, hasta el proceso de su elaboración y limpieza para su puesta en venta. En este vídeo, Conservas Ana María ha contado con la colaboración de la embarcación pesquera Ermita Pilar, de Santoña.

Al mismo tiempo, el conocimiento de este sector, tan importante en la economía local, se completa con una muestra de la guía sobre la limpieza y elaboración del bocarte, así fotografías antiguas y carteles informativos.

Las 42 instantáneas, algunas cedidas por vecinos y otras de su propiedad, reflejan el proceso de elaboración de la anchoa, las antiguas fábricas, la venta del pescado en la antigua lonja, el transporte utilizado, así como los barcos. A ello se unen lugares emblemáticos de Santoña, como el Barco de Berria, La Machina, el Secadero e incluso las embarcaciones pesqueras en la procesión de la Virgen de Puerto, todo junto a una fachada donde se recrea una red de pesca.

Y no se puede olvidar el mapa cartográfico del Mar Cantábrico, así como una fotografía de 1879 de la bisabuela de la gerente, la santoñesa Francisca Ruiz, una de las primeras mujeres que compraron pescado en la lonja.

Todo este contenido se encuentra dentro de la recreación de un barco pesquero de Santoña en madera, encallado en el fondo marino, con su cristalera rota y rayada por un choque contra las rocas. Su ambiente marino, no deja de lado un techo que muestra el fondo marino, donde sus colores varían, azul, rosa, corales.

La Galería se encuentra dentro de la recreación de un barco pesquero. R.A.

Y para finalizar y tras una degustación, los interesados pueden adquirir diversos productos de la Conservera Ana María, ya sean anchoas, bonito o sus pudings.

Un sueño

El sueño de Ana María Fernández de dedicar un espacio en Santoña a mostrar un proyecto representativo de la historia de la pesca y el sector conservero local, cuna de la anchoa y conocido a nivel internacional, se convirtió en una realidad el año pasado.

El consejero de Desarrollo Rural, Pablo Palencia (PP); alcaldes, concejales, diputados y representantes del sector conservero y pesquero se encontraron entre los asistentes a la inauguración.

Un acontecimiento que comenzó con la actuación de la Coral Portus Victoriae; siguió con el corte de la cinta y la bendición de las instalaciones a cargo del cura de la iglesia de Santa María del Puerto, Alberto García.

“Un proyecto necesario para Santoña, que se echaba en falta y con el que se conocerá el proceso de elaboración de la anchoa de un pueblo que tiene 70 empresas conserveras y supone un atractivo distinto para los visitantes”, manifestó Ana María en el acto.

Los interesados en vivir esta experiencia de descubrir el pasado de las conserveras de Santoña y el trabajo que conlleva la elaboración y limpieza de la anchoa desde su captura en el mar, pueden contactar para pedir día y hora y comprar las entradas en la web www.galeriadeartedelaanchoa.com por medio del correo electrónico galeria@conservasanamaria.com o el número de teléfono 644-668848. 

Fundada en 1996

La conservera Ana María se fundó en 1996 y se dedica a la elaboración no sólo de la anchoa, sino de otros productos tales como bonito, ventresca, mejillones, zamburiñas, boquerones, relanzones, chicharrillo y diversos pudings, entre otros.

En estos años de funcionamiento ha obtenido varios premios. Asidua a la Feria de la Anchoa de Cantabria, que acoge Santoña, obtuvo en los años 2016 y 2017 el premio a la Mejor Anchoa.

Asimismo, recibió en el año 2023 el premio a Mejor Anchoa Orgánica concedido por una agencia privada a nivel internacional, así como el Tast Award conseguido en Inglaterra y Bélgica.

La empresa cuenta con un punto de venta, Gastrotienda, ubicada en la calle Rentería Reyes, al que se suma el ubicado en la Galería del Arte de la Anchoa.