Homenaje a Raúl Arroyo, el mago de la enseñanza, en el instituto Valle de Piélagos
El acto, promovido por los antiguos alumnos, sirvió para reconocer el trabajo de quien dicen “nos enseñó con mucha magia”
El instituto de enseñanza secundaria Valle de Piélagos de Renedo rindió ayer homenaje a Raúl Arroyo Arminio, conocido como el mago de la enseñanza, con el descubrimiento de una placa en el centro educativo donde ejerció su labor docente entre los 1999 y 2010 y en el que culminó sus cuatro décadas al servicio de los estudiantes del municipio.
Fue una de sus antiguas alumnas, Raquel Cianca, quien tras su fallecimiento el pasado mes de julio, utilizó las redes sociales para expresar su tristeza por la pérdida de aquel profesor, aficionado al ilusionismo y conocido también como el mago ‘Lucho Harmin’, que, según cuenta, “nos enseñó con mucha magia”.
“Etiqueté al instituto y pensé que merecía un homenaje”, ha rememorado esta joven, quien ha asegurado que, lejos de ser una publicación triste, aquel texto sirvió de punto de encuentro para todos aquellos jóvenes que, como ella, fueron alumnos de Raúl, el hombre del maletín y las gafas oscuras, pero también de las pruebas objetivas y del ruido en la mesa mientras escribía.
Varios meses después, aquel deseo de Raquel Cianca de reconocer a quien para ella fue “uno de los mejores profesores que tuvimos nunca”, se ha hecho realidad, gracias a la colaboración del instituto Valle de Piélagos y del Ayuntamiento de Piélagos.
Nada más bonito
Avelina, la mujer de Raúl; sus hijos, Vivián y Toni; su yerno Enrique; compañeros en activo y jubilados del centro educativo con la actual directora del instituto Valle de Piélagos, Cristina Fernández Argudín y su antecesor en el cargo, Ricardo Gómez Gómara, a la cabeza; el alcalde del municipio, Carlos Caramés (PP); la concejala de Educación, Carmen Bedoya, así como otros representantes municipales han participado esta tarde en el acto organizado por los antiguos alumnos.
“Es un orgullo”, ha reconocido Cristina Fernández Argudín, quien se ha mostrado convenida de que “no hay nada más bonito que el homenaje de los alumnos a sus maestros”.
Por su parte, Ricardo Gómez Gómara ha tratado de hacer una semblanza de quien fuera su compañero de departamento, pero también su amigo, incluso después de su jubilación ya que ambos siguieron compartiendo cafés y charlas y algún espectáculo de magia.
De Raúl ha destacado no sólo su “carismática persona”, sino también su “manifiesto amor por la cultura y el saber”, así como su “entrega a los alumnos y a su profesión”, sin renunciar a su “ayuda incondicional”.
“Es el único maestro que se ha jubilado con el ‘Don’ por delante”, ha bromeado el antiguo director del centro Valle de Piélagos, quien ha destacado de su antiguo compañero su “pasión por la familia” y su manera de “cultivar la amistad”.
Ricardo Gómez Gómara también ha intentado descifrar el éxito de Raúl que ha atribuido al hecho de que “bajo su fachada de hombre duro se escondía un ser humano que era todo corazón”.
Un tío auténtico
Carlos Caramés también ha intervenido en el acto no sólo como alcalde sino también como antiguo alumno de Raúl en el colegio Bajo Pas de Arce, al que llegó después de 18 años de trabajo como docente en la escuela unitaria de Barcenilla y antes de finalizar su etapa como docente en el instituto Valle de Piélagos.
“Don Raúl era un tío auténtico”, ha afirmado el regidor municipal quien ha hecho hincapié en que “no imponía respeto sino que generaba respeto” y ha añadido que su objetivo era enseñar, incluso utilizando para ello juegos como “Cesta y punto”.
En este sentido, ha recordado como, en los cambios de clase, cuando entraba en el aula decía “no quiero oír nada” y el tumulto inmediatamente se acababa. “A pesar de ser el maestro más duro, todos le tenemos un cariño especial”, ha apostillado.