Unidos por Laredo critica el nuevo diseño del escudo municipal
El portavoz Ramón Arenas cuestiona si es una imagen moderna o por el contrario pierde su identidad
El reciente anuncio del nuevo diseño institucional del Ayuntamiento de Laredo, presentado en la feria de Fitur por el alcalde Miguel González (PP) ha generado la crítica del Grupo municipal Unidos por Laredo tanto por su contenido como por su forma, lo que les lleva a reflexionar sobre si es una imagen moderna o pierde su identidad y desconecta con el pasado.
El Ayuntamiento ha defendido que el nuevo diseño mantiene elementos reconocibles del escudo original: la Torre del Oro, las tres naves, las cadenas del Puente de Barcas, el mar y la corona. “Sin embargo, una simple observación revela que identificar estos elementos en el logotipo es todo menos evidente. La modernización, basada en un diseño simplista en tonos azules y blancos que busca reflejar el carácter marinero de Laredo, ha terminado por diluir los símbolos históricos que durante siglos han definido la esencia de la villa”, comentaron.
A su juicio, “el resultado es un diseño genérico y anodino, que podría pertenecer a cualquier municipio costero, perdiendo así el carácter único y distintivo del escudo histórico”.
De hecho, considera que la supuesta incorporación de una ola curva para simbolizar el movimiento del mar no sólo desvincula el diseño de sus raíces heráldicas, sino que también ignora la conexión con el río Guadalquivir, donde se encuentra la emblemática Torre del Oro, un elemento fundamental del escudo original.
Para Unidos por Laredo el escudo original de Laredo, datado en 1562, es un emblema heráldico que representa siglos de historia, tradición y cultura. Con su Torre de Oro sobre ondas de agua, los navíos y las cadenas, simboliza la estrecha relación de Laredo con el mar, el comercio y su papel histórico en la defensa y comunicación marítima. “Este diseño no es simplemente un ornamento gráfico; es un vínculo tangible entre el pasado y el presente, un recordatorio visual de las raíces de la Comunidad”, explicó.
Para Ramón Arenas los escudos municipales cumplen una función que va más allá de la estética: son identificadores únicos, portadores de identidad y narradores de historias locales. En un mundo cada vez más globalizado, donde la homogeneización cultural amenaza con borrar las particularidades, la preservación de estos símbolos locales es más crucial que nunca.
Responsabilidad
Desde su punto de vista, si bien la modernización de un escudo municipal puede ser necesaria para adaptarlo a los tiempos modernos, el proceso debe realizarse con extrema sensibilidad y respeto por la historia y la identidad del municipio. “El nuevo diseño de Laredo falla en este aspecto clave. Las técnicas de simplificación gráfica empleadas, reducción de elementos, trazos uniformes y uso de un único color, aunque eficaces para lograr un diseño más limpio y adaptable, han desfigurado el escudo original hasta hacerlo irreconocible”, indicaron.
En su opinión, “rediseñar un símbolo tan cargado de significado no es una tarea trivial y requiere la participación de expertos en diseño heráldico y, sobre todo, la implicación de la ciudadanía. Involucrar a los laredanos en este proceso no solo habría garantizado una mayor aceptación del resultado, sino que también habría reforzado el vínculo de la comunidad con su propio patrimonio”.
Una oportunidad perdida
Para Unidos por Laredo la iniciativa se ha llevado a cabo sin previa consulta a las comisiones informativas ni mención alguna al resto de concejales, la oposición, excluidas de un proceso que debería haber sido transparente y participativo. “Este ejercicio de oscurantismo, lamentablemente habitual, empaña un acto que afecta profundamente la identidad visual e histórica del municipio”, remarcó.
Por ello, el proceso opaco detrás de esta decisión pone en entredicho la legitimidad del nuevo diseño. “En lugar de construir un consenso en torno a una actualización que pudiera ser motivo de orgullo para todos los laredanos, se ha optado por imponer un cambio que desconecta al municipio de su propia historia”, subrayó.
De hecho, manifiestan que desconoce qué diseñadores han estado detrás de este trabajo, ni si se tuvo en cuenta su experiencia en la modernización de símbolos históricos, pero “un proceso más abierto y colaborativo podría haber garantizado un equilibrio entre modernidad y tradición, logrando un diseño atemporal que honrara el legado del escudo original”.
En conclusión, el Grupo municipal afirma que el escudo de armas de Laredo no es simplemente un logotipo; es un símbolo profundamente arraigado en la identidad colectiva de la villa y su rediseño, alejado del diseño histórico y realizado sin un proceso inclusivo, supone un riesgo significativo de rechazo por parte de la comunidad.
Para Arenas “modernizar no debe significar borrar el pasado, sino reinterpretarlo con respeto, sensibilidad y visión. Para que la nueva imagen institucional de Laredo sea aceptada, es imprescindible que se priorice la conservación de los elementos esenciales del escudo histórico, involucrando a la ciudadanía y asegurando que cualquier cambio mantenga un vínculo claro con las raíces del municipio.
De esta manera, incide que podrá lograrse una modernización que no comprometa la esencia de Laredo, sino que la proyecte con orgullo hacia el futuro.
El periódico se ha puesto en contacto con el ayuntamiento de Laredo para que ofrezca su versión sobre este asunto.