Las obras de la sede asociada al Reina Sofía, en Santander, se adjudicarán en 12,8 millones de euros

Visita a la sede del Reina Sofía, en Santander.

Los trabajos comenzarán en enero, mientras el Ayuntamiento trabajará en el órgano gestor y en el contenido

La mesa de contratación del Ayuntamiento de Santander ha propuesto adjudicar las obras de la sede asociada al Reina Sofía por un presupuesto de 12,8 euros y un plazo de 24 meses.

Así lo ha anunciado la alcaldesa de Santander, Gema Igual (PP), tras mantener un encuentro y realizar una visita al antiguo edificio del Banco de España con la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga (PP); y el nuevo director del Reina Sofía, Manuel Segade, con el objetivo de conocer los detalles del proyecto que como ha asegurado la regidora comenzará a hacerse realidad en enero.

Además, han tomado parte también en el encuentro el gerente del centro de arte, Julián González-Cid, y otros miembros del equipo como Rosario Peiró, jefa de Colecciones; Isabel Bordes, jefa de Biblioteca y Archivos; Arantxa Borraz, jefa de Registro; Francisco Holguín, jefe de Arquitectura; y el arquitecto Alejandro Iglesias-; así como Sonia López Lafuente, en representación del Archivo Lafuente; la consejera de Cultura Eva Guillermina Fernández; y los concejales de Cultura, Noemí Méndez, y Fomento, Agustín Navarro.

Tal y como ha detallado, la Junta de Gobierno Local deberá aprobar la adjudicación en una reunión próxima y posteriormente se cerrarán los equipos de arquitectos que supervisarán los trabajos, que en el caso del Ayuntamiento estará formado por los arquitectos municipales Ramiro Amorrortu y Cristina Delgado.

“Iniciamos las obras en enero y nos ponemos a trabajar ya en el órgano gestor y en el contenido. Hoy sentamos las bases definitivas de lo que para nosotros es un proyecto estratégico de ciudad porque aspiramos con la mejor oferta a convertirnos en la ciudad de la cultura del Norte de España”, ha destacado la alcaldesa, para quien estas obras respaldan la voluntad de Santander de que la cultura sea eje vertebrador.

Esta sede asociada al Reina Sofía permitirá a la capital cántabra completar el recorrido de dotaciones culturales desde la prehistoria hasta el arte contemporáneo, de tal forma que se convierta en ciudad referencia donde poder hacer una lectura completa de la historia del arte, con especial atención a las vanguardias, gracias a la generosidad de José María Lafuente.

Para Igual, esta dotación reforzará además a un consolidado sector cultural, “profesional y de altísima calidad” con el que ya cuenta la ciudad, “que suscita interés internacional y que, gracias a esta sede, verá reforzada su imagen exterior”.

La alcaldesa ha agradecido la ilusión manifestada por el equipo del Reina Sofía y especialmente por su director; la generosidad de José María Lafuente “alma que ha hecho posible que hoy estemos aquí validando este centro”; y al Gobierno regional, “por unirse de la mano de Buruaga a un proyecto merecedor del apoyo del ejecutivo cántabro”.

Con el inicio de las obras, ha explicado Igual, se abren 24 meses en los que se trabajará en el proyecto artístico y se definirá la gestión del espacio. “Tenemos tiempo para perfilar el órgano gestor, si será un consorcio, una fundación o qué tipo de ente; y para definir a las personas de cada institución que echarán a andar este centro asociado al Reina Sofía y cómo se dotará de contenido”, ha detallado.

La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha asegurado que la futura sede asociada del Museo Reina Sofía en el antiguo edificio del Banco de España, que también acogerá el Archivo Lafuente, es un proyecto de región “absolutamente estratégico” que servirá de “palanca cultural” para Santander y para Cantabria.

Buruaga anunció que el Gobierno de Cantabria colaborará no solo en la financiación de las obras, a las que destinará en los presupuestos del año que viene una subvención nominativa de 1,5 millones de euros, sino que también se va a involucrar en la gobernanza, el funcionamiento, el sostenimiento y el mantenimiento de la sede.

“Las cosas vuelven a estar en su sitio” ha dicho Buruaga, para quien el Gobierno de Cantabria “no podía continuar dando la espalda” a esta inversión de “altísimo impacto” que contribuirá a potenciar el atractivo internacional de la Comunidad Autónoma en materia de turismo cultural y a transformar Santander en ciudad de la cultura, de la mano de otros proyectos como el nuevo Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (Mupac), el museo del Banco Santander (Faro Santander), la rehabilitación integral del Museo de Arte de Santander o el Centro Botín.

De esta forma, ha añadido la presidenta, el Gobierno de Cantabria se reincorpora por la vía de los “hechos” a una iniciativa que el anterior Ejecutivo decidió abandonar “unilateralmente”, pese al apoyo comprometido en el año 2014, cuando nació la idea, y ha avanzado que en la reunión a tres bandas que se ha producido hoy, se ha trabajado para avanzar en la modificación del convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Santander, el propio Museo Reina Sofía y el Ministerio de Cultura para articular la participación de la Comunidad Autónoma.

Segade ha destacado el alto nivel de entusiasmo de todo el equipo del Reina Sofía con la sede de Santander. “Comenzamos a trabajar con los arquitectos del proyecto, pero también y especialmente con la escena local, porque queremos que sea un proyecto que les implique, para conocer también qué fuerzas podemos poner en movimiento aquí. Queremos sumar y no restar, generar algo que se apoye precisamente en lo que lo local necesita”, ha afirmado.

El proyecto

La intervención pondrá el foco en la conservación de la envolvente neoclásica del edificio y la transformación del interior, con una actuación en 4.000 metros cuadrados para convertirlo en espacio expositivo y archivo de singularidad única y flexible preparado para albergar cualquier demanda futura.

Las obras permitirán crear espacios para exposiciones y actividades con los mayores grados de libertad posible en un nuevo sistema estructural, con cuatro grandes núcleos en posición simétrica, liberando un deambulatorio alrededor del patio central en un claro diálogo con las trazas originales de edificio.

En el interior de estas cuatro torres, sobre las que se apoya todo el edificio y la nueva cubierta, se desarrollan los núcleos de comunicación vertical, escaleras, ascensores y montacargas; así como el despliegue ramificado de las instalaciones y los espacios de servicio al edificio.

El proyecto estipula cinco plantas y dos accesos al edificio: el peatonal, desde la parte derecha de la fachada principal; y el de mercancías, asociado a la fachada trasera.

La planta de acceso principal se localizará en el sótano -1, por debajo de la planta baja, en mejor contacto con la calle para permitir un acceso peatonal universal libre de obstáculos desde Alfonso XIII. Por su parte, la planta -2 será para almacenamiento y cuartos de servicios.

El antiguo foso se convertirá en un Ágora, una pequeña plaza para el encuentro y reunión bajo el patio y la linterna de luz de cinco plantas. Será el lugar de inicio para visitar y conocer el edificio.

Patio

El nuevo patio permitirá que la luz natural cosa todo el interior, bañando desde la cubierta hasta el primer sótano.

La planta baja, lo que era el patio de operaciones y atención al público del Banco, queda diáfana para poder acoger cualquier tipo de exposición, mientras se mantiene el acceso principal, rehaciéndose la escalinata y restaurando la puerta de cerrajería, reservándola para grandes eventos o actos de carácter institucional.

La actuación incluye dos entreplantas en los laterales para las muestras bibliográficas y documentales o los eventos internos y presentaciones de las exposiciones, permitiendo crear unos espacios expositivos de carácter más íntimo.

La planta primera, con las balconadas asociadas, se destinará a las oficinas de administración y espacios de trabajo y consulta de investigadores externos, y en la planta segunda estará el Archivo Lafuente, bajo un control atmosférico y una seguridad estructural exclusivos.

Uno de los aspectos más llamativos será la azotea y el mirador sobre la bahía de Santander, preparado para acoger exposiciones exteriores, con esculturas al aire libre, y que también podrá utilizarse para eventos, conferencias y otros encuentros.

La antigua sede del Banco de España en Santander, construida entre los años 1924 y 1925 por el arquitecto Eloy Martínez del Valle, está ubicada en un enclave estratégico, junto a la Catedral y frente a los Jardines de Pereda, entre el Centro Botín y el futuro Museo del Banco Santander.