La ruta Ilustres Santander añade una nueva placa dedicada a Matilde Camus

Placa ilustre a Matilde Camus en Santander.

La alcaldesa, Gema Igual (PP), descubrió la leyenda en el número tres de la Cuesta de la Atalaya, donde Matilde Camus nació en 1919

La ruta de Ilustres Santander ha añadido hoy una nueva placa, dedicada en este caso a la escritora y poeta Matilde Camus.

La alcaldesa de Santander, Gema Igual, ha sido la encargada de descubrir la leyenda en el número tres de la Cuesta de la Atalaya, donde Camus nació en 1919.

Con ella, son 15 las leyendas que el Ayuntamiento de la ciudad descubre dentro de este nuevo recurso turístico, dedicadas a José María de Pereda, Augusto González Linares, Luis Quintanilla Isasi, Marcelino Sanz de Sautuola, Gerardo Diego, José Hierro, María Blanchard, Sor Ramona Ormazábal, Ataúlfo Argenta, Sixto Córdoba, Leonora Carrington, Manuel Arce, Mario Camus y Concha Espina.

Acompañada de la hija de la escritora, Matilde Guisández, Igual ha remarcado la importancia de este nuevo homenaje a una gran mujer: “Escritora, poeta, académica, investigadora, y, por encima de todo, amante de su ciudad, a la que nunca abandonó y que le sirvió de inspiración para dejarnos un legado único, plagado de sensibilidad y de belleza”.

La regidora ha agradecido la presencia de su hija para compartir con el Ayuntamiento este sencillo, pero sentido homenaje a su madre, que ha dejado una huella indeleble en Santander y en la historia de la literatura española.

En su discurso, Igual ha asegurado que hablar de Matilde Camus es hablar de Santander: De la Cuesta de la Atalaya, donde nació; de Cueto, donde vivió; del colegio San José, donde estudió; de la Plaza de la Esperanza, donde tuvo una droguería su padre; del Ateneo de Santander, donde dio a conocer su obra, y de Monte, de donde nunca quiso marchar.

“Hoy Santander vuelve a reconocer su legado, su persona y su talento con esta placa conmemorativa en la ruta de Ilustres, para recompensar de una forma sencilla la huella indeleble que ha dejado en todos los santanderinos”, ha remarcado.

La alcaldesa ha recordado que el Ayuntamiento dio en 2019 el nombre de Poeta Matilde Camus a una nueva calle, entre General Dávila y la Avenida de los Castros, junto a la bajada de Juan Blanco, desde donde se puede apreciar su querido barrio de Monte.

Por su parte, Matilde Guisández ha aprovechado la ocasión para dedicar un poema de su progenitora como agradecimiento “infinito” a la ciudad de Santander por este homenaje.

Una vez se instalan las placas de la ruta de Ilustres, desde la Concejalía de Turismo se realizan folletos explicativos con una pequeña biografía de cada personalidad y se incluye un apartado específico en la web de turismo para ampliar la información de cada uno de ellos, su trayectoria profesional y un mapa completo con los puntos del recorrido.

Sobre Matilde Camus

Aunque fue una gran viajera, nunca abandonó su querida tierra la que cantó en muchos de sus poemas. Sus padres fueron Francisco José Gómez Landeras, hijo de labradores acomodados, y Matilde Camus del Villar, procedente de Cueto. Su madre, murió 28 días después de su nacimiento y la ama de llaves de la casa, Alfonsa del Molino Orquedique, se hizo cargo de la pequeña.

La relación con su padre fue muy profunda y le dedicó su primer poema a la edad de nueve años. Vivió junto a ella hasta su muerte. Siempre tuvo una estrecha vinculación con Monte, donde vivía su familia paterna.

Sus primeros años de enseñanza fueron en el colegio de San José, de las Hijas de la Caridad. Cursó el bachiller en el Instituto Santa Clara e hizo su examen de estado en Valladolid (1939).

En el verano de 1936 conoce a Justo Guisández García, madrileño, estudiante de Bellas Artes, al que la guerra encuentra veraneando en Santander, y 1943 se casan en la iglesia parroquial de Monte.

En 1970 recibe el Primer Premio de Poesía ‘Amigos del Arte’ de Santander, inicio de otros muchos.

Desde 1969 a 1974 fue presidenta de la Sección de Literatura del Ateneo de Santander y del Instituto de Cultura Hispánica de Santander.

Desde el año 1972 y hasta su muerte fue Miembro del Centro de Estudios Montañeses.

Escribió 35 libros de poesía, tres cuentos infantiles poéticos, 10 libros de Investigación, ensayos y ponencias en congresos.

Su profunda vinculación con Monte le llevó a hacer un trabajo exhaustivo de investigación sobre este lugar con la publicación de ‘Historia del Lugar de Monte’ (1985) y ‘Efemérides del Lugar de Monte’ I y II Tomo (1989 y 1995).

Murió en Santander 20 días después que su marido, el 28 de abril de 2012. Los restos mortales de ambos reposan en el panteón familiar en el Cementerio de Monte, según sus deseos.