Santander entregó la Medalla de Oro a la Fundación San Cándido por 100 años de atención y servicio

Autoridades en la entrega de la Medalla de Oro.

La alcaldesa Gema Igual (PP) destacó el compromiso de la institución "con un Santander solidario y atento al bienestar de quienes más lo necesitan"

La alcaldesa de Santander, Gema Igual (PP), entregó hoy, sábado, la Medalla de Oro de la ciudad a la Fundación San Cándido con motivo de su centenario y en reconocimiento a su trayectoria de "atención, servicio y entrega a la sociedad santanderina".

La distinción ha sido recogida por el presidente del patronato de la Fundación, José Olano, y por la directora de la Fundación San Cándido, Gema de la Concha.

Durante el acto, celebrado en el Paraninfo de La Magdalena, la regidora ha expresado el agradecimiento del Ayuntamiento a la entidad, y ha destacado "su compromiso y apuesta por un Santander solidario y atento al bienestar de quienes más lo necesitan", lo que la han convertido en "una institución clave en la asistencia social en esta ciudad".

En su discurso, Igual referido al origen de la Fundación San Cándido, constituida en 1924 gracias al legado de su benefactora, Emilia Herrero Vindel, que, cuatro años más tarde, propició la apertura del asilo que, en un principio, funcionó como alojamiento de personas que padecían invalidez y graves discapacidades, gestionado y atendido por religiosas carmelitas.

La alcaldesa ha repasado la evolución de una entidad hasta convertirse en referente del sistema asistencial, con un centro que, en la actualidad, tiene capacidad para casi 300 residentes, un centro de día para 40 personas, un espacio de educación infantil y una plantilla de 220 profesionales.

"100 años, diferentes épocas, pero siempre un compromiso social, abierto y generoso, presente tanto en la etapa en que la residencia estaba a cargo de las religiosas carmelitas como en la actualidad, en que la gestión se ha profesionalizado y adquirido régimen civil", ha resumido Igual.

También ha tenido palabras de reconocimiento hacia los profesionales que prestan su servicio en la Fundación San Cándido, las personas que han formado parte de los sucesivos patronatos y equipos directivos a lo largo de la historia, así como a todas las personas y entidades que han colaborado en el mantenimiento e impulso de la entidad.

Del mismo modo, ha extendido el homenaje a los propios residentes del centro asistencial, a los que ha dedicado la Medalla de Oro "con el añadido de todo nuestro cariño, nuestro agradecimiento y nuestra admiración".

Aliado

Por otro lado, se ha referido a la importancia de la Fundación San Cándido "como aliado del Ayuntamiento en el esfuerzo para que Santander sea un municipio que facilite y mejore la calidad de vida de las personas mayores".

"El cuidado y la atención más esmerada hacia nuestros mayores es una preocupación máxima y una prioridad para este Ayuntamiento", ha subrayado la alcaldesa, que ha apuntado las diferentes líneas de trabajo del Consistorio para atender las necesidades de este colectivo en el municipio.

Por último, ha enmarcado el trabajo de la Fundación San Cándido y el homenaje por medio de la Medalla de Oro en el espíritu solidario que, según ha remarcado, "forma parte de las señas de identidad de nuestra ciudad".

El presidente del Patronato de la Fundación ha mostrado su satisfacción y "orgullo" por la concesión de la "más alta distinción" del Ayuntamiento y ha valorado la labor de una entidad cuyo pilar esencial son sus trabajadores "sin los que no sería posible la atención a sus usuarios, basada en la profesionalidad, el respeto a la dignidad y la excelencia en el trato".

Y la consejera de Presidencia, Justicia, Seguridad y Simplificación Administrativa, Isabel Urrutia (PP), en representación del Gobierno de Cantabria, ha agradecido a la Fundación San Cándido "el cuidado y el cariño que dedican a nuestros mayores y a los colectivos más necesitados".

A su juicio, se trata de un "merecidísimo" reconocimiento al papel de los profesionales y su dedicación para atender las necesidades de las personas mayores, así como el de las religiosas carmelitas que lo gestionaron y atendieron hasta 2013.