El complejo residencial Brisa del Cantábrico, en Meruelo, supondrá una inversión de 30 millones de euros
El Pleno aprobó de forma definitiva la modificación puntual de las Normas Subsidiarias para pasar 86.000 metros cuadrados de rústico a dotacional privado
El complejo residencial y asistencial Brisa del Cantábrico, en Meruelo, se podría empezar a finales del año 2024 con una inversión de 30 millones de euros. Así lo anunció el presidente de esta comunidad colaborativa autogestionada, Nemesio Rasillo Oliver.
De momento y tras contar con el informe favorable de la Comisión Regional de Urbanismo y Ordenación del Territorio (Crotu), el Pleno de Meruelo aprobó, de forma definitiva, la modificación puntual de las Normas Subsidiarias para pasar 86.000 metros cuadrados de rústico, próximo a suelo urbano, a dotacional privado.
El siguiente paso será desarrollar un plan parcial, que deberá contar también con el visto bueno de la Crotu, y en el caso de que se promueva de forma simplificada, el plazo de su aprobación será de seis meses.
A partir de ese momento se llevará a cabo el proyecto de urbanización de este centro con 214 viviendas en planta baja, entre 40 y 50 metros cuadrados, y 3.500 metros cuadrados con zonas comunes, tales como cocina, cafetería, piscina terapéutica, gimnasio, biblioteca, espacio para los nietos, peluquería, cuartos de lavadoras, zona de consultas y espacios para actividades, entre otros.
Igualmente, la iniciativa dispondrá de un Centro de Día y dos unidades de convivencia, con 10 miniresidencias cada una de 33 metros cuadrados, para destinarla a las personas dependientes que serán atendidos en todo momento por diversos profesionales. A ello se añaden las unidades habitacionales para estancias temporales.
Primera fase
La primera fase, en el caso de cumplirse los plazos, podría estar concluida en 2027 con el 60 por ciento de las viviendas construidas, los espacios comunes y una unidad de convivencia.
El proyecto contempla otros 10.000 metros cuadrados de suelo rústico para destinarlos a huertos y supondrá la creación de 35 puestos de trabajo directos.
Según explicó Nemesio Rasillo cada residente deberá aportar media hora al día al funcionamiento de la comunidad en diferentes tareas y se aprovechará el talento y las profesionales de cada uno de ellos para realizar varias actividades.
Brisa del Cantábrico cuenta con 375 socios, la mitad son parejas y el resto personas individuales, el 50 por ciento universitarios y un 66 por ciento viven fuera en otras Comunidades de Cantabria, de tal forma que hay 80 que residen en Madrid.
En España existen 11 proyectos similares y otros tres en construcción, un hogar donde los residentes disfrutarán de los últimos años de nuestra vida sin tener que depender, exclusivamente, de la ayuda que faciliten los familiares y la administración y que estará promovido y gestionado por las propias personas socias en régimen de cooperativa.