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Las esculturas de Argoños, un recorrido por su historia y tradiciones

La escultura a la mariscadora se encuentra en la zona del Rivero. R.A.

El Ayuntamiento quiere embellecer diversas  zonas del municipio y difundir su pasado, de tal forma que completará esta iniciativa con una imagen de la Virgen del Carmen y unos bancos en forma de vaca

Uno de los atractivos que ofrece Argoños son las diferentes esculturas que hacen referencia a su historia y tradiciones, un recorrido que lleva a los vecinos y visitantes a conocer el pasado de este municipio en diversos ámbitos, cultural, económico, deportivo e incluso religioso.

La zona del Rivero, donde se encuentra el molino de mareas de Jado, acoge desde el año 2005 la escultura en honor a la mariscadora y como dice su placa en su dura lucha contra el mar y las Marismas de Santoña.

Precisamente esta escultura, junto con la dedicada al Dorador, del año 2007, en representación de todos los Artífices de Trasmiera y que se puede encontrar en la Plaza del Ayuntamiento, fueron las primeras que se colocaron en Argoños con el fin de hacer referencia a su historia.

El Rivero se completó en el año 2011 con un mural de piedra, con base en el suelo, que tiene tallado el batel de Argoños que se proclamó campeón de España en el año 1972, un hito histórico en la historia del deporte de este municipio que sobrepasa los 1.000 habitantes.

Una placa a su lado, informa sobre los tripulantes de ese batel, los remeros Juan José Solana, Ramón Alonso Azofra, Armando Núñez Gutiérrez, Ángel Sánchez Palacio y Jesús San Emeterio Fernández, en un club que por aquel entonces presidía Pedro Pradera Bada.

Mural de piedra dedicado al batel de Argoños que se proclamó campeón de España en 1972. R.A.

No muy lejos de este lugar emblemático de Argoños, se encuentra el barrio de Ancillo y precisamente en este rincón se levantó, en el año 2013, la escultura a Las Gentes del mar, un homenaje al esfuerzo y el peligro que han corrido diferentes generaciones en el mar. De hecho, este monumento tiene una dedicación especial para todas aquellas que perdieron la vida en el ejercicio de sus diversas profesiones.

Con anterioridad, en el parque de San Roque, junto a la ermita, y como parte del Camino de Santiago que transcurre por este municipio, en 2010 se ubicó la escultura en honor al peregrino.

El objetivo, según explicó el alcalde, Juan José Barruetabeña, no es solo dar a conocer la historia y las tradiciones de Argoños a las generaciones pasadas, presentes y futuras, sino también embellecer diferentes zonas del municipio,

Fruto de esta filosofía, en el año 2013 también se dedicó una escultura a las gentes del campo, El Labrador, colocada en la rotonda en dirección a Castillo, en Arnuero, y no podía faltar el escudo municipal, distintivo institucional e histórico de la villa que se encuentra en la rotonda en dirección al Gromo desde el año 2020.

Este mismo año, dos garzas, elegidas como símbolo y representación de las aves que viven una gran parte del año en las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, espacio protegido que forma parte del patrimonio natural del municipio, se colocaron junto al Centro El Pico, un espacio ubicado al lado de este ecosistema natural.

Argoños ha sido un municipio vinculado a la agricultura y la ganadería en su pasado, de tal forma que el centro El Pico, finalizado recientemente y dedicado a los niños y jóvenes, tiene en su exterior la escultura de la Vaca Isidora, mascota de los alumnos que participan en las actividades deportivas y de ocio, organizadas por el Consistorio en verano.

Precisamente, el Ayuntamiento tiene intención de completar esta ruta con dos bancos en forma de vaca que colocará en la carretera hacia El Gromo, muy transitada por los vecinos, y con una escultura de la Virgen del Carmen que tendrá como destino la zona del Rivero, lugar donde se celebra esta fiesta en el mes de julio y que en la actualidad cuenta con la imagen de esta virgen entre unas rocas.

Como anecdótico, el alcalde recuerda eucalipto centenario que el fuerte viento tiro en la zona del Gromo y cuya madera sirvió para fabricar unos bancos en el mirador de esta zona y un águila que posa sobre una reconstrucción de un árbol en memoria de ese ejemplar.