¿Seguro que avanzamos?
Estos días se producía una de estas situaciones que parecen sacadas de un libro de ciencia ficción.
Una nave enviada desde la tierra se hacía estrellar contra un asteroide, con el fin de desviar su trayectoria. Algunas películas con temas similares hemos podido ver en las grandes y pequeñas pantallas. Ello habla, por sí solo, de la capacidad de nuestra especie para modificar situaciones que pueden ser muy comprometidas para el planeta. La primera parte de la misión de la nave DARTha sido, sin duda,un éxito.
La nave ha chocado contra el asteroide Dimorphos, que vaga tranquilamente por el espacio, sin meterse con nadie; pero, por si acaso, desde la tierra hemos decido probar nuestra sabiduría y fuerza contra él. El fin de meternos con Dimorphoses para que tome otro camino, otra órbita.
Un ensayo nos sirva de entrenamiento para que si en un futuro un asteroide nos amenaza, en nuestro planeta, tengamos herramientas para salvar él mismo.
En el recuerdo de todos están las tantas veces comentadas desaparición de los dinosaurios por un impacto de un meteorito, que cambió el mundo, haciendo desaparecer a la especie que dominaba él mismo.
Podemos pensar que nosotros somos ahora los dinosaurios que dominamos este planeta azul, aunque le estamos maltratando cómo nunca antes se ha hecho, desde luego mucho más que aquellos grandes animales. Mientras somos capaces de poner escudos contra los males que nos vienen del espacio; sin embargo, no lo somos para poner remedios al egoísmo de las naciones.
Aquí, en nuestra vieja Europa, cuna de tantas culturas, tenemos una guerra por unos territorios, una lucha de la sinrazón por demostrar quién tiene más fuerza, quién los tiene más grandes… las bombas y proyectiles. En una guerra, una vida vale la utilidad que puede tener para las partes, el objetivo es el dominio, derrotar, matar al malvado enemigo.
La muerte de civiles son simplemente daños colaterales. Nos pueden ir contando los muertos o enfermos por días afectados por un virus, nunca esperes que lo hagan en una guerra, cuando se dan los datos, forman parte de propaganda, que es parte de la guerra. Cada poco tiempo se escucha la amenaza de usar armas nucleares, que si tuvieran alguna utilidad práctica podría ser para salvar a la tierra de posibles amenazas, tal y como se ha suicidado la nave DARTpor todos nosotros.
El homo sapiens, esta especie de la que formamos parte, ha hecho grandes avances, en todos los campos de ciencia; sin embargo, seguimos siendo incapaces de controlar las emociones destructivas de algunos dirigentes de las grandes potencias. Ironías de vida, somos capaces de mandar una nave al final de vía láctea, pero incapaces de ver a quienes mueren a nuestro lado, en una patera, escapando de la pobreza.
Más de 4.400 personas murieron en 2021 ahogadas a las puertas de nuestras fronteras o incluso dentro de las mismas, en los diferentes caminos y rutas migratorias que les traen a nuestras desde el África profunda. Si en nuestro país hubiera un atentado, un accidente con este número de muertos, todos estaríamos consternados y buscando responsables.
Desgraciadamente, aquí diariamente el mar entierra en su vientre 12 vidas. Las políticas nacionales y de las fronteras europeas miran para otro lado. Está bien seguir avanzando por el espacio, pero no estaría de más ocuparnos de los que llaman a nuestras puertas, está bien que la ciencia avance que es una barbaridad, pero también un uso de la misma para tener un mundo más justo.
A veces parece que hemos evolucionado mucho; ahora bien, cuando ves que nos ocupa más el cotilleo de los cuernos de un personaje de la jet-set que la situación social de tu país, te puedes preguntar, ¿seguro que avanzamos?.