Por pensiones públicas y dignas
Son ya cinco años los que llevamos los pensionistas de Cantabria y de todo el Estado manifestándonos.
No lo hacemos por gusto (frío, agua, calor), lo hacemos porque los derechos de las personas mayores, presentes y futuras, se ponen en entredicho un día sí y al siguiente también. Nuestro lema ‘Gobierne quien gobierne las pensiones se defienden’, deja bien a las claras que nuestro movimiento, por encima de todo, seguirá luchando por las pensiones públicas y dignas.
Nos encontramos en 2023 con una situación económica marcada por la alta inflación, la subida de los precios de la alimentación y la depreciación de los salarios. Los intentos del gobierno por aliviar la mala situación de los hogares nos parece bien.
No nos parece tan bien que de esta medida hayan sido excluidos los pensionistas, hay más de cinco millones que cobran de pensión menos de 1.000 euros al mes y que las cantidades que se dan no se corresponden con el incremento de los gastos por la inflación, y que ha supuesto una pérdida acumulada de aproximadamente 1.000 euros durante el año 2022 a quienes cobran menos de esta cantidad al mes.
También queremos recordar que la subida de las pensiones mínimas el 15 por ciento y la revalorización de las pensiones contributivas en un 8,5 por ciento no garantizan que sirvan para mantener el poder adquisitivo de los pensionistas en el año entrante, que dependerá de cómo evolucionen los precios.
A lo largo de los años hemos dejado claro nuestro apoyo a las medidas sociales que ayudaban a los ciudadanos pero también dejamos claro nuestro rechazo a las medidas que un año tras otro han ido recortando la financiación de los servicios sociales y el aumento de la privatización de los mismos: enseñanza y sanidad especialmente.
El recorte en las pensiones, fruto de las leyes de 2011 y 2013 y 2021 no es tolerable. Se insiste en que somos muy caros los pensionistas, no se explica que los ingresos pueden y deben aumentar a través de los impuestos para mantener todo el estado del bienestar. Hay riqueza de sobra, sólo faltan leyes que obliguen a repartirla.
Llevamos cinco años de luchas y en 2023 seguiremos. Cinco años, por cierto, en que ni PP, ni PSOE, ni el Gobierno de progreso, ni el gobierno de Cantabria nos han dado motivos para dejar de salir a la calle.
Nuestras reivindicaciones son claras y tajantes, tanto ante el Gobierno del Estado como ante el Gobierno de Cantabria. El Gobierno de coalición se comprometió a eliminar las pensiones de pobreza y eliminar la brecha de género. Todo esto sólo se puede hacer realidad de una manera: igualar la pensión mínima al salario mínimo interprofesional.
Al Gobierno también le decimos que el apoyo institucional a las pensiones privadas de empresa ha de cesar, y que ni un solo euro de la caja de los impuestos debe salir para promover dichas pensiones.
También le reclamamos una Ley “marco” sobre las residencias de la tercera edad, donde queden bien claros los derechos fundamentales y sociales de las personas residentes y los mecanismos legales para que sean realidad.
Y exigimos al Gobierno del Estado que aporte como mínimo lo mismo que el Gobierno de Cantabria, para hacer efectivos los principios que rigen la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia. Casi 100 millones de euros que en justicia deben de llegar a Cantabria y que ayudarían a decenas de miles de personas a vivir mejor.
Al presidente y al Gobierno de Cantabria le decimos que:
-Debe haber gestión pública de las residencias de la tercera edad, que sean públicas y asequibles para quien necesite ese servicio social..
-Hay que convertir en realidad el derecho a una sanidad digna y pública. Se han de eliminar todos los copagos y que la Atención Primaria recupere los valores de atención anteriores a los recortes de 2011.
-La Comunidad de Cantabria debe complementar las pensiones mínimas y ayudar a eliminar la bolsa de pobreza en las pensiones.
Por todo ello seguiremos en la calle y, de cara a las próximas elecciones nos reuniremos con todos los partidos políticos, queremos saber qué opinan de lo que pedimos y, si están de acuerdo, qué es lo que piensan hacer para que sea realidad.