Despunta mediante panegírico la mercadotecnia política

Desde hace un par de meses, les ofrecía en este medio, opinión a través de dos columnas tituladas: Esponsales Políticos de un País que arde en corrupción, así como Entre Mercadotecnia Política y Último Servicio al País.

 

Sus contenidos pretendían ajustarse a lo que hace unas horas ha quedado reflejado: un aparente cambio de titularidad temporal en la política española o por qué no, otra estrategia dentro del maquiavelismo habitual del Sanchismo, con vistas al día después de las elecciones.

Muy intensos y largos, respetado lector, han sido estos últimos meses, esta dupla de elecciones con la brusca e inesperada irrupción de una convocatoria, sin saber exactamente si existen motivos que por su adelanto beneficien a alguien, y, aún nos queda una larga espera.

En mi opinión el objetivo de reflotar a las izquierdas mediante la elaboración de una oratoria o marketing panegírico, que fue durante toda la antigüedad un género de gran aceptación en la vida política y social", no tiene sentido y resultará en vano.

Me cuentan los que ha acudido a los contactos surgidos en su mayoría a “salto de mata” que nunca han observado en el grandilocuente proyecto de una izquierda alternativa, ninguna opción negociadora en cuanto a considerar alguna particularidad de aquéllos.

Es decir, sus contactos han sido más bien como negociar un contrato de adhesión como pudiera tratarse de agua o electricidad.

Igualmente, que el axioma, “tanto tienes, tanto vale” dicho en Román Paladino, debe ser interpretado sin adornos ni complicaciones, significando un pórtico de adhesión adicional hacia el nuevo proyecto de Partido de Yolanda Díaz, al igual que el sentido personalísimo de figurar su rostro en las papeletas con las oportunas bendiciones, y veremos, como ya mencionado qué ocurre después de las elecciones.

Ciertamente, un panorama que huele a “tierra calcinada”, y que después del Comité Federal, tendremos ocasión de comentar.

Tampoco creemos nada respecto a la “guillotina política” aplicada a algunos miembros de Podemos, sobre cuya entidad política ya hemos escrito bastante.

Probablemente se trate de un “lavado de cara electoral” y reaparezcan más adelante como señala la cultura popular al estilo del Río el Guadiana, lo cual, no se trata de una desaparición real, sino de una absorción política al igual que la del agua, que circula de forma invisible por los acuíferos en carácter temporal reapareciendo a medio plazo en similar estado primigenio.

Como conclusión, continuamos dando por sentado y dejando como epílogo, el inusitado el “respingo” de solicitud de voto por correo, habitual durmiente, el cual se ha visto zarandeado y previsiblemente exhaustiva su utilización a corto plazo.

¿Habrá surgido efímeramente como amapola de campo, el efecto intencional de una nueva “movilización” promovida por Yolanda, intentando modificar con su comportamiento los anteriormente denominados “votos habituales durmientes”?

Según las páginas de RTVE (02 y 06.2023) se cifraban en 300.000 las iniciales solicitudes de voto por correo en los primeros días después de convocadas las elecciones.

Cálculos más avanzados han señalado en la misma página otros supuestos relativos a superar los dos millones de solicitudes a estas fechas. Otros, sin embargo, creerán en diferente tipo de estrategia o “tejemaneje” ideado por el nuevo “tándem”

Disponemos de datos complementarios, significando, que el voto por correo fue de un 2.9 por ciento en mayo 2023; en 2019, (Generales), fue igualmente inferior al tres por ciento. En 2016, superó el cuatro por ciento. Unas cifras similares por surgir en julio no condicionarían el voto presencial.

Por otra parte, en el último párrafo de mi reciente columna, dejaba alguna pista respecto a la posibilidad de alcanzar hasta un nueve por ciento los votos por correo.