Más sambenitos financieros, ¿temores impredicibles?
No es la primera vez como suele decirse, en términos económicos, que cuando Estados Unidos padece ‘Flu’ o estado gripal, económicamente hablando, Europa se despierta con neumonía o al borde de ésta.
Es, a lo que venimos asistiendo en distintos escenarios en los cuales se desarrollan actos preocupantes acuñados al amparo de una famosa frase Estados Unidos: el dinero nunca duerme o money never sleeps.
Según los expertos de Estados Unidos, el reciente “tornado bancario” estadounidense, se ha llevado por delante a la “banca junior” con SVB a la cabeza, y rescate al First Republic Bank, que podría ascender a unos 50.000 millones de dólares.
Una inicial y urgente acción estadounidense, puso en marcha “tratamientos de choque”, mediante inyecciones económicas por valor de unos 30.000 millones de dólares.
Los bancos afectados se vieron rápidamente auxiliados, y con declaraciones oficiales de “aquí, no pasa nada”.
Claro qué no, pues pasaba a calificarse la situación como “pésima gestión profesional” respecto a un problema calificado de doméstico, ante el potencial habitual conocido.
Demasiado complejo el tema para que lo entendamos la mayoría de los mortales y sobre todo, posiblemente, porque seremos al final, como casi siempre, los grandes desconocedores de la realidad debido a la especialidad inversionista y confidencialidad que lo envuelve
Más o menos así podría contemplarse cuando de madrugada se proyectó para Europa la noticia sobre el descalabro sufrido a través de esa aglutinación bancaria con serios problemas, cuya realidad contagiosa es aun realmente desconocida.
Efectivamente, Europa se encontró de madrugada con lo que ocurría en el veterano Credit Suisse con síntomas por parte de su accionista principal de negar más financiación extraordinaria, siendo sustituida “por un “quite de 50.000 millones de francos suizos” procedentes de su Banco Nacional, y situada en un punto de mira para ser adquirida próximamente.
La inesperada crisis demostraba una vez más la debilidad de la parte de nuestro entretejido sistema bancario europeo, cosido con “pespuntes”, y visto, como saltaban algunas de sus costuras.
Se nos vino a la memoria lo ocurrido en aquél entonces al Royal Bank of Scotland.
En cuanto a España, la memoria en este supuesto no resulta frágil, quizás algo desactualizada para recordar aquello que algunos denominaron estigmas o rescates.
Preferible, calificarlos de “enigmáticos” por toda la letra pequeña que encierran, así como imprevistas interpretaciones.
Si mal no recuerdo, creo que aún quedan algunos “flecos” pendientes de pago. Fue entre 2009 y 2011, cuando el gran conflicto del “rescate” de las Cajas de Ahorro, con ocho entidades endeudadas hasta las cejas, con la crisis de las “sub primes” de por medio, y más de 60.000 millones de euros en pérdidas a las cuales los españoles tuvimos que acudir, nunca mejor dicho al rescate de las mismas.
Por último, la intervención de la subgobernadora del BdE el pasado día 16, cumplió con su misión de enaltecer nuestro sistema, calificando de residual nuestro riesgo en relación con el Credit Suisse.
En nuestra opinión queda un poco en el aire las caídas sufridas días atrás por el IBEX 35, lastrado por cinco o seis importantes entidades del sector bancario, que transcurrida la presente semana desde el pasado lunes, no acaban de recuperar terreno perdido.