Feijóo a examen
Desde lejos, Feijóo, gana presencia. Ser presidente de una Comunidad Autónoma te da una posición muy cómoda, es sin duda una tribuna ideal para vender las bondades de tu tierra, dar esa imagen de buen gestor, de líder, así se veía a Núñez Feijóo con sus numerosas mayorías absolutas en Galicia.
El paso a ser líder de la oposición, ha supuesto un desgaste de su figura. Actualmente, Feijóo tiene su imagen más deteriorada, es cierto, que el Gobierno tiene muchos instrumentos para atacar, pero algunos han sido facilitados por las meteduras de pata, como se diría en el tenis, muchos errores no forzados.
A veces levantas tantas expectativas, pones el listón tan alto que luego no lo puedes saltar. Hay quien desde la distancia parece todo un bellezón, pero según se va acercando se van viendo las arrugas, las canas, las cicatrices de la edad, que pueden ser muy dignos, pero que el paso del tiempo deja sus huellas y ya sabes que no estar para ser miss o míster universo.
Venir como el deseado, como el salvador, te da una aureola de líder muy necesaria cuando el barco se hunde y se necesita un nuevo capitán que intente ponerlo a flote, pero a veces al nuevo salvador se le intenta adornar con demasiadas cualidades, que cuando va pasando la prueba del nueve, puede que no sean tan ciertas, como la publicidad nos ha contado.
Lo que ha demostrado en sus enfrentamientos en el Senado con el Presidente Sánchez, no es la fama que algunos le habían puesto de buen orador. Sus meteduras de pata se parecen mucho a las de M. Rajoy, pero el expresidente tenía mucha más retranca, no hay más que recordar el enfrentamiento entre Pablo Iglesias y el propio Rajoy, que dejaron momentos interesantes, alguna réplica a Aitor y su tractor.
Con un cruce de rimas así Aitor Esteban, portavoz del Partido Nacionalista Vasco (PNV), le decía "Si bien me quieres, Mariano, da menos leña y más grano", a lo que Mariano Rajoy contestaba "Si quieres grano, Aitor, te dejaré mi tractor", lo que provocó las risas de los diputados y del propio Aitor Esteban.
Es cierto, que para ser el mejor gestor, no hace falta ser el mejor orador, pero ser un líder sin dominar el arte de la palabra es complicado. Ya que un político no deja de ser un vendedor de ideas de proyectos y un vendedor que no domine el arte de convencer de lo bueno que es lo suyo, lo tiene complicado.
Después se pueden ver las contradicciones y algunos adjetivos que no se acaban de comprender, eso de “dejar tranquila a la gente de bien”, pues ha dejado sorprendidos a sus propios correligionarios. Sin embargo, hay quien asegura, que en la distancia corta, fuera de cámaras y sin nervios, gana mucho; ya se sabe que los convencidos ven por unas gafas con los cristales del partido.
El examen final se le presenta ya este 23 julio, si bien, ha tenido un gran impulso, como son los buenos resultados del PP en elecciones municipales, autonómicas.
Se decía de Aznar que no tenía carisma para ser Presidente, pero ganar unas elecciones da mucho poder y carisma. El lado social es el flanco débil de su partido, que va siempre a remolque de otros que le llevan casi arrastrando, las subidas de las pensiones, del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), los fondos conseguidos por el Gobierno de la Unión Europea (UE) y las medidas que protegen a sectores más desfavorecidos, son valores no fáciles de contrarrestar.
Quizás lo más preocupante son las alianzas con Vox pueden "descentrar" al partido de donde le pueden venir una buena cantera de votos, pero el viento por el momento lo tiene de cola y eso no es poco
La parte económica, su área de confort, los poderes que se mueven en este ámbito normalmente siempre ven, con mejores ojos, a los conservadores, ya que es un hecho que defienden mejor sus intereses.
Ahora bien, el Gobierno puede presentar una hoja de servicios que tiene como principal valor una disminución considerable del paro y un crecimiento económico que le pone a la cabeza de la UE. Aunque la cesta de la compra y esa inflación subyacente están en el deber de los que mandan.
Los debates pueden marcar la tendencia de muchos indecisos. Feijóo tiene que conseguir ilusionar al personal y sobre todo no hacerse daño así mismo con las palabras. No estaría de más recordarle que Sánchez tiene más vidas que un gato, y no darle por amortizado ya. La vida te da sorpresas y la política muchas más.