La atención primaria de vacaciones y los ciudadanos sin servicio médico que les atienda

Desde mi punto de vista, el hecho es tan grave, que podría ser el preludio de un futuro en el cual se desmantele el sistema sanitario de atención primaria básico, que tanto ha costado construir.

Los meses de julio y agosto, quizá también septiembre, donde la mayor parte de la población se coge sus merecidas vacaciones, entre ellos los servicios médicos de atención primaria, se está produciendo una reducción de las consultas médicas en muchos de los pueblos de Cantabria, uno de ellos Rasines, pero también otros muchos de la geografía regional.

Durante las vacaciones que disfrutan los especialistas médicos, no se están cubriendo, por parte del Servicio Cántabro de Salud, dichas ausencias, lo cual ha derivado en el cierre o en la reducción de las consultas de atención primaria, en los consultorios médicos de Cantabria. El que no se sustituya a los facultativos médicos cuando están de vacaciones no es un hecho casual, ya que es una situación que se debe y puede prever por el organismo competente. ¿Qué se diría si un maestro o profesor no se sustituyera durante un mes?

Esta situación es recurrente en el municipio de Rasines, donde, en el mejor de los casos, se dispone de consulta médica uno o dos días a la semana y en horario muy reducido, todo ello a pesar de contar con una doctora con plaza en el municipio, pero que debe, en muchos casos, sustituir las vacantes de otros municipios.

Si se desea solicitar una cita de atención primaria con el médico de cabecera a través de la aplicación web del Servicio Cántabro de Salud (SCS), no hay posibilidad alguna de que te la concedan, ni en 15 días ni en semanas siguientes, lo cual se puede comprobar fácilmente.

Si es urgentísima dicha cita, las personas se deben desplazar al centro de salud comarcal situado a varios kilómetros de distancia, en Ampuero, eso sí con un periodo medio de demora de una semana o diez días.

Bajo este escenario, los vecinos de Rasines, con el fin de no renunciar a un servicio necesario, especialmente para las personas mayores que, además no disponen de medios para desplazarse y que constituyen un alto porcentaje de la población, han iniciado una recogida de firmas, así como una serie de reclamaciones presentadas ante el SCS, las cuales aún no han recibido respuesta, en contra de la reducción del horario de asistencia médica de atención primaria que están sufriendo.

Es preocupante que ni las Administraciones ni los medios de comunicación se hayan hecho eco de esta deriva, ya más que habitual, que se está produciendo en la sanidad cántabra, y que es uno de los pilares básicos del estado de bienestar. Por ello, a través de estas líneas, animo a que se haga visible ante toda la población este grave problema que se está produciendo y que nos afecta a todos, no solo a los que acudimos habitualmente a consulta por necesidad, también afecta a nuestros padres, a nuestros abuelos o hijos, y a la sociedad en general.

Es necesario, a la par que obligatorio, luchar, defender y exigir una sanidad acorde a las necesidades que demandamos, tanto ahora como en el futuro. Si ante esta situación no hacemos nada, estaremos justificando lo inaceptable y estaremos favoreciendo el desmantelamiento y la pérdida de derechos alcanzados hasta ahora. De poco nos servirá disfrutar de una vida perfecta en compañía de nuestras familias y amigos, si perdemos la sanidad más cercana.

Desde aquí, hacer un llamamiento al Gobierno de Cantabria para que priorice a los ciudadanos y su salud. De poco sirve hacer anuncios sobre grandes proyectos, si las necesidades básicas no están cubiertas. Y también a la propia población, para que no se duerma y luche por lo que es justo. Hoy a lo mejor no tenemos necesidad de ir al médico pero seguro que el día de mañana, sí.