Camino de los barrancos
Recordarán algunos en mi última columna titulada ‘La sensación política de caerse del caballo’, respecto al estado anímico que deberían sentirse los dirigentes del PP después del 23 de junio, probablemente con la sensación del boxeador noqueado.
Presumiblemente peor, el también estado emocional de Vox. Respecto a estos últimos, mencionaba al final de dicha columna, hacernos eco también de ciertos rumores llegados a nuestros oídos en aquellas fechas, sobre serias discrepancias surgidas en su seno.
Preferimos en aquellos momentos guardar silencio, y expresarnos de otra forma, pensando en que se deberían “abandonar antiguas ideas del pasado, que podrían acabar con la formación convirtiéndola en candidata a la desaparición”.
Dadas las reservas exigidas en aquellos momentos, no podíamos ser más explícitos, pero en las actuales circunstancias en la España surgida de las elecciones, por lo que se ve, no sobra nadie.
Asimismo, les refería ir preparándonos ante los acontecimientos de rigor por llegar, incluyendo propuestas consideradas a priori inverosímiles. Les supongo al corriente, por lo que no les voy a aburrir de nuevo.
La nueva sensación es la de encontrarnos ante una España estanca, posiblemente amenazada por terceros conscientes de su vulnerabilidad y amenazada en su integridad, inviolabilidad, hermeticidad, etc.
Es decir, parecen adentrarse situaciones de “fugas sustanciales en su riego sanguíneo”, tendentes al colapso, acorde con los recientes pronunciamientos de determinados Partidos dentro de una España que aparentemente espera resignada a que alguien de las propias Instituciones “suture” riegos hemorrágicos y peligros que acechan desde 2020.
Este modesto Columnista ha percibido en el resultado de las pasadas Elecciones Generales, dos tipos de los mismos:
Uno, observando la división de este País, consistente en a “grosso modo” entre unos que deseaban mejorar de vida, así como huir de tanta penuria económica.
Respecto a su líder, he venido guardando respetuoso silencio desde principios de abril 2022, fecha, en la que redacté una columna titulada: non placet Feijóo, pero quizás vaya llegando un momento cercano de ir pensando en su relevo, porque independientemente de sus dotes políticas, no ha mejorado en las carismáticas, de gran valor en estos tiempos.
Quizás el PP ha dejado para mejor ocasión parte de su patrimonio: ¿Isabel Díaz Ayuso y Cayetana Álvarez deToledo? a las cuales no tengo el gusto de conocer.
Respecto a la otra parte del electorado, más ajustados a la realidad actual, ¿preferirían conformarse con menos y menor esfuerzo?
Pero no hacía falta ser Premio Nobel, cuando hace más de un año (julio 2022), les anunciaba en Columna: Posible matrimonio político grotesco, destinado a la supervivencia o reflotamiento de las izquierdas Sánchez/Yolanda Díaz.
Llegó el ‘baji-bajo’ de las elecciones municipales y autonómicas, para el PSOE, y abrió los ojos del Gobierno Central, provocar su movilización, acelerándose las ‘capitulaciones’ con Sumar y en paréntesis el independentismo con la consigna de que cada cual aportaría réditos obtenidos y, en consecuencia, aspiraciones políticas tal y como mencionamos.
Un difícil ‘Match-Ball’ a precio de oro de 24 kilates, sin epílogo aún.