Viajeros de primera y de segunda, volando sin rumbo, en la sanidad
Hace unos días el consejero de Salud, César Pascual (PP), comparó el sistema público de salud con las aerolíneas con la frase “hay dos formas de gestionar: o te pones a la cola o copago”. Debido a la repercusión de estas declaraciones, al día siguiente pidió perdón.
Horroriza escuchar estas declaraciones comparando el vuelo de un avión con la sanidad pública, ya que generalmente se viaja por placer y la sanidad pública se utiliza por necesidad, salud y bienestar, a la que todo español tiene derecho.
Para el año que viene, el consejero ha anunciado un aumento del presupuesto en la sanidad de Cantabria, pero nada desorbitado, ya que también hay que destinar inversiones a carreteras, colegios, entre otros.
Pero, para poder construir colegios, carreteras y otros proyectos, algo imprescindible es la salud, de la cual ha día de hoy nos están privando con unas listas de espera que sobrepasan muy por encima los días estipulados debido a la falta de profesionales, entre otras razones.
También, César Pascual habló de los copagos, algo que existe y desgraciadamente lo sabemos, pero que considero que no deberían existir dentro de la sanidad pública, ya que no todos pueden acceder a ello y contradice el derecho adquirido por todos los españoles por igual.
De hecho conozco un caso, entre los numerosos existentes, donde una persona lleva más de tres años en lista de espera, por traumatología, y debido al retraso en la operación que necesita está provocando que todo su cuerpo se deteriore e impidiendo que lleve una vida normal, afectando a su salud mental, sin posibilidad de acogerse al copago.
Debido a la situación que sufre, este paciente ha puesto más tres reclamaciones, se ha presentado en el centro de salud para hablar con su doctora y se le ha denegado, e incluso, como último recurso, ha acudido al Defensor del Pueblo y de momento no hay ningún avance.
La lista de espera es muy grande. Esta persona se está movilizando y quizás es una iniciativa que deberían llevar a cabo todos los afectados, ya que siempre la unión hace la fuerza, aunque bajo el mando de estos políticos sea complicado obtener soluciones.
Indignación, rabia, impotencia, sentimientos que cualquier persona humana con un mínimo de alma siente al escuchar las declaraciones de este político. Estamos atados de pies y manos, bajo el mando de aquellos que nosotros votamos.
Una vez más, siento que una lucha, antes de empezar, ya se conoce que se perderá la batalla, perderemos la guerra, pero mi voz no la podrán apagar.