Falta una campaña de promoción turística en la zona oriental o la Comarca del Asón

Durante anteriores legislaturas, el Ejecutivo regional ha difundido la réplica de Altamira, las cuevas del Soplao o el Año Jubilar Lebaniego. Pero, ¿cuándo les va a tocar el turno a la zona oriental de Cantabria o la Comarca del Asón?.

Los municipios que componen estas zonas de Cantabria ofrecen la posibilidad de disfrutar del turismo cultural e histórico, cada vez más en auge; los deportes acuáticos y de contacto con la naturaleza, así como el gastronómico e incluso festivo.

El primero en tomar la iniciativa ha sido el alcalde de Arredondo, Leoncio Carrascal (PRC), con el fin de pedir una campaña de promoción de la Comarca del Asón. Las cuevas, de importancia a nivel nacional y europeo, a las que se suma La Garma, en Ribamontán al Monte, que supone la visita de turismo extranjero, y las rutas de senderismo y las vías ferratas existentes se deben poner en valor.

Los municipios destacan por el patrimonio arquitectónico y la historia de varios de sus personajes. A los artífices de Trasmiera, los molinos de marea de Argoños, Escalante o Arnuero, el Museo de Artilleria de la Cavada, en Riotuerto, la Leyenda del Hombre Pez en Liérganes los fuertes y baterías de la época napoleónica en Santoña, hay que tener en cuenta personajes históricos como Juan de la Cosa, en Santoña; Juan de Castillo, en Arnuero; el Desembarco de Carlos V, en Laredo, o el Marqués de Valdecilla, en Medio Cudeyo, con su finca.

Para el deporte acuático existen varias playas de calidad donde practicar surf, windsurf, piragüismo, vela o pesca submarina. Santoña, con su Bahía y la playa de Berria; Laredo, Noja, Isla, en Arnuero; y Somo, en Ribamontán al Mar, que apostó hace tiempo por convertirse en un destino dedicado al surf, son diversas opciones para los amantes de estas especialidades.

El contacto con el entorno natural ofrece la posibilidad de decantarse por el turismo activo. El descenso en piragua, las rutas por Liendo, la Marisma de Santoña, Victoria y Joyel, los montes de Santoña o El Brusco y los acantilados de Isla, son opciones en los que además de caminar se puede disfrutar de la naturaleza y la riqueza arquitectónica.

No se pueden olvidar las fiestas en estas zonas de Cantabria, de tal forma que son referencias el carnaval de Santoña, la Batalla de Flores, en Laredo, el ambiente taurino en Ampuero o el Coso Blanco, en Castro Urdiales, junto con conciertos gratuitos en pleno verano que concentran a numeroso público en Escalante, Colindres, Meruelo o Noja.

Y si los visitantes quieren comer bien, también tienen donde elegir. Desde un buen cocido, pasando por la carne y el marisco hasta llegar al pescado, dados los puertos de Santoña, Colindres, Laredo y Castro Urdiales, y por supuesto las anchoas, de sobras conocidas.

Unas opciones que permitirán atraer una gran diversidad de públicos objetivos, desde jóvenes a personas adultas, durante todo el año y así lograr desestacionalizar del turismo.

A todo ello acompaña el clima en estos municipios como una fortaleza que invita a visitarles, en verano con unas temperaturas que se alejan de las vividas en la zona Mediterránea y un otoño y un invierno que nada tienen que ver con el frío y la lluvia de otras ciudades del interior de España.

Para la próxima feria de Fitur y una vez concluido el Año Jubilar Lebaniego, promocionar la zona oriental y la Comarca del Asón puede ser una alternativa a tener en cuenta por el Gobierno de Cantabria. Seguro que algún profesional del marketing y la publicidad tiene una idea excelente para difundir estos atractivos.