Condenado un inquilino a tres años de prisión por intentar violar a una mujer con la que convivía en el piso
La pena fue sustituida por la expulsión del territorio nacional durante 10 años, ya que el acusado es de nacionalidad extranjera
La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado hoy a tres años de prisión a un hombre que intentó violar a una mujer con la que convivía en el piso.
El hombre, que ha reconocido los hechos, se encontró en estado de embriaguez, por lo que se le ha aplicado una atenuante.
Como autor de un delito de violación en grado de tentativa, además de la pena de prisión, se le imponen ocho años de libertad vigilada, cinco de alejamiento y prohibición de comunicar con la mujer, y otros ocho de inhabilitación para empleo que conlleve contacto con menores.
En concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar a la mujer en 10.000 euros por los daños físicos y morales causados.
Tal y como solicitó la Fiscalía, la sentencia acuerda la sustitución de la pena de prisión por la expulsión del territorio nacional durante un periodo de 10 años, ya que el ahora condenado es de nacionalidad extranjera.
Admitido los hechos
El juicio estuvo señalado para hoy en la Sección Primera de la Audiencia Provincial, pero al inicio las partes han informado de la conformidad del acusado con la pena solicitada por la Fiscalía, de modo que el juicio no ha llegado a celebrarse.
Según los hechos que ha reconocido, se encontró afectado levemente por el consumo de alcohol cuando accedió al dormitorio de la mujer y le propuso mantener relaciones sexuales.
Ella se negó y el acusado entonces “trató de infundirla temor diciéndole que había estado en la cárcel por matar a un hombre”. “Tras agarrarla violentamente, la tiró sobre la cama para, a continuación, desnudarse él mismo y a la mujer”, señaló el relato de hechos.
La mujer trató de impedir la acción del acusado “forcejeando con él y arañándole, mientras este trató de penetrarla a la vez que la sujetaba fuertemente sobre la cama”.
La mujer logró soltarse y comunicar con la policía, que acudió a su llamada. Cuando los agentes llegaron, el acusado impidió a la mujer abrir la puerta y atender la llamada de teléfono que le realizaron los agentes.
Estos finalmente lograron entrar en la vivienda cuando el acusado “trataba de nuevo y violentamente de mantener relaciones sexuales” con ella.
