La Guardia Civil de Cantabria destruye casi 1.500 armas con un peso de tres toneladas
La Policía Nacional detiene a dos hombres por un delito de amenazas a un taxista
La Guardia Civil de Cantabria ha destruido casi 1.500 armas de distintas categorías, que alcanzaban un peso de más de tres toneladas, en aplicación del Plan de Control de Armas de fuego (Picaf).
Las mismas se encontraban depositadas en la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil de Cantabria, por ser armas entregadas por sus propietarios, bien por perder las condiciones psicofísicas para su tenencia o por no querer continuar con ellas, así como, por encontrarse a disposición judicial y dictar su destrucción. Otras fueron intervenidas en actuaciones de seguridad ciudadana, siendo la mayoría armas blancas. Una parte de las armas destruidas provienen de la última subasta.
De las armas destruidas, la mayor parte fueron armas de fuego largas (995), armas de fuego cortas (144) y armas blancas (221). Su destrucción fue realizada por el método de fundición, gracias a la colaboración de la empresa Global Steel Wire de Santander.
En los últimos cuatro años y en aplicación del Plan de Control de Armas de fuego (Picaf), la Guardia Civil de Cantabria ha destruido 12 toneladas de armas de fuego.
Con este plan de control, se pretende prevenir el tráfico ilegal de armas de fuego, la no recuperación de las inutilizadas y la no transformación de las consideradas detonadoras en armas de fuego de pequeño calibre.
Detención
La Policía Nacional ha detenido a dos hombres de 19 y 24 años como presuntos autores de un delito de amenazas graves, si bien, a este último le constaba en vigor una reclamación judicial.
En la noche del lunes, día 13 de marzo, se recibe en el Centro Inteligente de Mando de Comunicación y Control (CIMMAC-091) de la Policía Nacional, una llamada de un ciudadano, alertándonos que se estaba produciendo una discusión entre varias personas en una vía pública de la zona centro de Santander.
Inmediatamente agentes pertenecientes al Grupo de Atención al Ciudadano (G.A.C.), se personaron en el lugar observando a un taxista, y a varias personas huir a la carrera, ante la llegada policial.
La víctima relataba a los agentes, que momentos antes había trasladado a una joven hasta ese lugar, quien por problemas de saldo con su tarjeta bancaria, decidió subir a su domicilio con la intención de bajar seguidamente para abonar la carrera al taxista, a lo que éste accede.
Finalmente, y tras permanecer a la espera durante unos minutos, dio por perdido el servicio, por lo que decidió abandonar el lugar y regresar a su parada.
Igualmente manifestaba a los agentes, que minutos después de regresar a su parada, fue requerido por su centralita para que volviera nuevamente al lugar donde se apeó la joven, ya que la misma deseaba abonar la carrera.
Una vez allí, parece ser, que la joven se encontraba acompañada de dos varones, quienes se acercaron a la víctima en una actitud hostil, donde uno de ellos le amenazó con una botella rota con la que le ocasiona un pequeño corte en una de sus piernas, huyendo rápidamente al personarse los agentes policiales.
Intervención
Finalmente, los agentes policiales, procedieron a la detención de los dos varones, como presuntos autores de un delito de amenazas graves. Uno de ellos, que contaba con antecedentes, también fue detenido por reclamación judicial.
Los detenidos, una vez oídos en declaración, fueron puestos por estos hechos en libertad con cargos con la obligación de personarse en sede judicial al día siguiente en calidad de investigados para Juicio Rápido por Delito. Uno de ellos, además le constaba una reclamación por parte de otro Juzgado.