Licitada la restauración de la capilla Corro y la mejora de la fachada norte de la iglesia de Santa María de los Ángeles de San Vicente de la Barquera
La Consejería de Cultura destinará a este proyecto cerca de 400.000 euros procedentes de los Fondos Next Generation
La restauración de la capilla Corro y la mejora de la fachada norte de la iglesia de Santa María de los Ángeles de San Vicente de la Barquera se han licitado por un importe de 400.000 euros.
El presupuesto base de licitación que la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte ha destinado este dinero a la ejecución de este proyecto que tiene un plazo de ejecución es de ocho meses, contados a partir del día siguiente al de la firma del acta de comprobación de replanteo con resultado viable. Esta obra está subvencionada con fondos Next Generation por medio del Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia.
El consejero Luis Martínez Abad (PP) ha valorado esta actuación que ha enmarcado “en el desarrollo de distintos proyectos de rehabilitación que el Gobierno está llevando cabo en las tres iglesias góticas más singulares de nuestra región: la de Castro Urdiales, Laredo y San Vicente de la Barquera, tres inmuebles excepcionales que con estas intervenciones, ayudarán a su protección y consolidación”. Todas ellas han contado con la financiación de los fondos Next Generation.
El ámbito de actuación en esta fase de la rehabilitación-restauración del monumento abarca las fachadas orientadas al norte del cuerpo medieval, las fachadas de las capillas de Las Ánimas, del Cristo, de los Dolores y de la familia Corro, en esta última capilla, sus paramentos interiores, pavimentos, a excepción del cerámico, y la reja, así como los solados frente a su acceso.
Dedicada a Nuestra Señora de la Concepción y a San Antonio, en recuerdo de su patrocinador, fue construida esta capilla quizás en 1521, según se lee en una losa a la entrada de la misma. Fue su promotor don Antonio del Corro, inquisidor de Sevilla, natural de la villa de San Vicente.
Destaca en su interior las excelentes esculturas góticas de alabastro que representan a los padres del inquisidor, Juan González del Corro, el Bermejo, y María González de Herrera, que fueron realizados cuando se abrió la capilla en 1521.
Junto a ellos, se encuentra el sepulcro de don Antonio del Corro, único ejemplo en Cantabria de escultura que siga este tipo acodado, ya que entre los bultos funerarios se impuso el modelo yacente y, sobre todo, el de orante, imitando al que los Leoni realizaron en El Escorial.