Localizan dos ejemplares de búho nival en Santoña y Somo procedentes de América
La teoría es que tres ejemplares se refugiaron de una tormenta en un barco y viajaron a España
Santoña vivió ayer un hecho histórico relacionado con la naturaleza. Un grupo de amantes y aficionados a la ornitología visitaron el municipio para localizar y fotografiar un ejemplar de búho nival, conocido como búho de las nieves, originario de América, del círculo polar ártico. De igual forma, otro ejemplar similar ha sido visto en Somo, en Ribamontán al Mar.
Es una especia del norte de América que suele emigrar al sur en invierno para buscar temperaturas más templadas y cuando llega la época de reproducción regresa al norte.
Así lo explica Saúl Rodríguez Rodríguez, natural de Gijón, aficionado a la observación de las aves y que no ha dudado ayer por la tarde, tras enterarse de su presencia por las redes sociales, en visitar Santoña para lograr unas instantáneas de esta especie de búho que se alimenta principalmente de roedores (lemmings), aunque también consume otras aves.
En su tierra, este asturiano recuerda que no pudo ver el ave debido a que en ese momento se encontraba de viaje, algo que ha conseguido en Cantabria. Y cuando se le pregunta si ha merecido la pena la experiencia, no duda en contestar con un sí rotundo. “Siempre merece la pena ver un animal que no es habitual en tu país, ya que te hacen viajar sin salir de casa”, comenta.
Para conocer su aparición en Cantabria hay que remontarse al mes de noviembre, cuando una gran tormenta en Canadá lleva a tres ejemplares de estas aves a refugiarse en un barco mercante que, tras zarpar, llevó a los búhos de polizones. “Es una teoría”, explica este joven asturiano, mientras fotografía con su cámara el ave, posada en el tejado de una vieja fábrica conservera, cerca del puerto pesquero de Santoña.
Una observación que Saúl Rodríguez incide “en que debe ser respetuosa con el animal, sin invadir su espacio”.
Tras desembarcar, dos ejemplares fueron localizados en el puerto de Musel, en Gijón; también en Moniello y en Cabo Peñas, en Asturias, y el tercero fue encontrado debilitado en la playa de La Virgen del Mar, en Santander, pero falleció a los pocos días en el Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de Cabárceno, tras días sin comer y deshidratado.
Seo BirdLife explica que se encontraba en unas condiciones físicas pésimas y que fue imposible hacer nada para salvarlo en este centro.
Aficionados a las aves, procedentes de diferentes puntos de España, como Cádiz, e incluso varios países de Europa, se desplazaron a la Comunidad Autonómica de Asturias para presenciar estos ejemplares. En un principio, su descubrimiento proviene de Pedro Arratibel y su hijo, del mismo nombre, según Saúl Rodríguez.
Sin embargo, este aficionado a la ornitología comentó que tras divisarles, durante un tiempo no se les volvió a ver. Tras unos días, a finales de noviembre, un ejemplar apareció en Somo, en Ribamontán al Mar, y el otro en Santoña.
La temperatura que hay en Cantabria en esta época del año es propicia para estas aves, habituales del norte de América, aunque en Europa existen también algunos ejemplares. “Cuando empiece el calor deberá emigrar”, avanzó Saúl Rodríguez, quien considera que Santoña vivirá la visita de más aficionados a la naturaleza que, al igual que él, buscarán su fotografía y disfrutar del búho nival, protagonista en la película de Harry Potter.