jueves. 21.11.2024
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Opinión

Aquellos fantasmas

Iba a escribir un artículo sobre el monotema de la gestación subrogada, donde todo Cristo se rasga las vestiduras con una hipocresía barata, pero como siempre digo que nada es casual el domingo pasado me sucedió algo en la casa de una amiga y pensé que no debía dejar de escribir sobre el asunto, aunque alguna vez ya lo he abordado en mis artículos.

El tema es que una amiga en común ha tenido un pequeño fenómeno paranormal en su casa, algo que he comprobado con mis propios ojos y que no dejo de pensar que no hay explicación, pero me ha hecho dudar de la aparición de dichos sucesos cuando nadie los espera y preguntándome qué sentido tiene que lo hagan a esas horas intempestivas, en fin, cosas que pasan, ya saben.

No sé si se han dado cuenta de que este tipo de apariciones y casos extraños han pasado al ostracismo absoluto porque para eso ya han sido sustituidos por los políticos, que dan más miedo y terror que ver a la hermana de tu abuela en tu cuarto en camisón, por lo que poco se habla y estoy casi segura de que se han cansado de ser ninguneados y están cogiendo fuerzas para manifestarse como es debido, en una concentración contra el gobierno de coalición por no hacer decreto ley las apariciones Marianas y dejarlos apartados sin legislación, pobre gente.

Lo que siempre me ha hecho pensar es por qué deciden aparecer, los que aún están en la palestra del  otro mundo espiritual, cuando son horas intempestivas, por lo no le encuentro un razonamiento lógico, cuando lo más sensato sería hacerlo cuando todo el mundo está reunido, por ejemplo, en una cena con los Titos Bernis con un PSOE descontrolado. Creo que ese sería el momento óptimo para hacer acto de presencia, pero no, ellos deciden hacerlo por la noche, cuando no hay ni un gato que maúlle en los tejados y haciendo unas tonterías que no tienen desperdicio.

Yo no sé dónde debería remitir mi queja para que hagan su labor como es debido, si a Cuarto Milenio, la revista Mas allá o hacer una conexión in extremis con Jiménez del Oso vía ouija para que les ponga orden a estos pobres. Creo que siguen obsoletos en esas prácticas de los años 80 donde las caras de Bélmez al final se va a demostrar que son el cómic de la Rúe del Percebe en el mundo de los muertos con residencia habitual en el cementerio municipal, por lo que si se fijan bien en las mismas verán que no me equivoco ni un pelo y en esos rostros podrán ver parecidos como Ceferino, Manolo el moroso o el tendero Don Sénen, que no semen, no se despisten, y así sucesivamente.

¿Pero no os da lo mismo hacer las cosas como es debido y manifestaros con una pancarta en el Congreso de los Diputados para hacer valer vuestros derechos como ciudadanos muertos por haber dejado una herencia al haber cotizado más a la Seguridad social que Errejón en cuatro años y chupando del frasco carrasco?

De verdad que no sé quién narices os asesora, pero desde luego nadie con cabeza, por lo que más os valdría estar dirigidos por la Pasionaria y por Fraga Iribarne, que mira que era jodido el tío, que estoy segura de que las tramas que os iban a proporcionar para dar un susto de aúpa a más de uno no iban a tener desperdicio.

Pero no, vosotros, los del más allá, preferís dejar que algún acólito de vuestra asociación  llamada: ”muertos por la libertad de expresión” hagan patochadas en un jardín sin luz ni vecinos cerca para perder el tiempo cuando no sabéis el minuto que estáis dejando de tener gloria. ¡No tenéis nombre, de verdad os lo digo!

El otro día tuvisteis una ocasión extraordinaria para haberos presentado en el mitin de Yolanda Díaz para hacer de las  vuestras y ni  Dios se acercó para darle un susto que no se le olvidaría para los restos si llegáis a poner en la pantalla central, en pleno discurso, las imágenes de sus antepasados queriéndola saludar parar darle ánimos, con San Pedro moviendo la bandera republicana y los ángeles cantando la Internacional. Eso iba a ser un puntazo que saldría la noticia a nivel mundial abriendo los noticieros de Tokio como algo inusual.

En vez de poseerla, hacer que la cabeza le girara 365 grados y que echara espuma por la boca preferisteis escuchar la perorata, aplaudir desde las gradas sin que nadie notara vuestra presencia y dando un codazo al de al lado emocionados por las palabras de la futura presidenta de España, según ella, que ya son ganas de soñar en un mundo en donde las hostias se dan a patadas en una cara sin haber aplicado la crema solar por el quemazón que supone picar la mima en una tez tan blanca.

De verdad que no sois más tontos porque no os entrenáis con Poli Díaz en el cielo, así de claro lo digo. Si hubierais sido más listos habríais podido haceros notar con unas puestas en escena que no las supera ni Tom Cruise en Misión imposible tres mil, que ya no sé en la saga que están y he perdido la cuenta.

Tenéis que hacer las cosas mejor, hombre, que no estamos para tonterías. Por lo que teníais que haber hablado con Rupper, el peluquero, para que en plena puesta en escena la empezara a peinar como es debido y no con ese pelo despeinado que parecía un nido de pájaros de gallinas de corral colocadas en un árbol. ¡Esa sí que iba a ser buena!

Pero voy más allá porque si hubierais contactado con el filólogo Lázaro Carreter para que si se le ocurre decir el niñes de marras dijera por megafonía aquello de: “me va a copiar cien veces, Yolandita, no se puede decir “niñes” porque no hay etimología que lo avale”, la cosa hubiera ido mejor.

Lo dicho, que creo que tenéis mucho campo donde actuar y por una extraña razón seguís en la era donde nadie os ve para mostraros con lucecitas varias ante los insectos que ya pasan de vosotros porque ni ruido hacéis, y se dicen los unos a los otros aquello de...: “ya están estos pesados otra vez haciendo el tonto cuando no hay nadie”.

Dejad de hacer mingadas que hay mucho trabajo por hacer, por lo que haced la maleta, presentaros en el Congreso, hablad con los que allí residen desde la muerte de Franco y que os cuenten las chorradas y diálogos que llevan escuchando desde hace mil siglos en los pasillos donde han desfilado más imbéciles que flores en un descampado de Chernóbil y vendiendo las mismas en el mercado, alegando que son sanas para el aparato respiratorio y alivian el asma bronquial.

Creo que poco ruido formáis para lo mucho que hay que caminar aún. Empezad a hacer las maletas y marchar con viento fresco a Madrid que aún os queda mucha labor por hacer y no lo veis.

Y ahora pensad si desde que vivimos estos tiempos tan convulsos os habéis percatado que ya poco se habla de estos si no es el día de todos los Santos; y que se anden con ojo que eso también será patriarcal y habrá que decir que ese día es de las SantXs para que todos estén incluidos.

Qué ganas tengo de que cuando la palme me den manga ancha para hacer de mi capa un sayo. Os aseguro que yo, con mi afán de protagonismo exacerbado, no iba a dejar títere con cabeza como me lo propusiera con más ahínco que Aznar alegando que el cambio climático no existe porque se lo ha dicho su primo.

Yo aviso a navegantes que voy a ser una mosca cojonera de tal especie que me harán una denominación y crearé una especie nueva.

¡Será por ganas de hacer de las mías después de muerta!