Un error de Renfe, causa de que los nuevos trenes de cercanías no entren en los túneles
A finales de enero saltó la voz de alarma porque el contratista no comenzó la fabricación de los nuevos trenes, a pesar del tiempo transcurrido desde la licitación
Un error de la Red Nacional de Ferrocarriles Españoles (Renfe) ha sido la causa de que los nuevos trenes de cercanías no entren en los túneles. El secretario General de Infraestructuras del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, Xabier Flores, ha reconocido que “ha habido un problema” en la dimensión de los trenes de cercanías comprometidos para Cantabria y Asturias y ha asegurado que Renfe ya trabaja para encontrar la mejor solución posible.
En ese sentido, ha explicado que la línea de Ferrocarriles de Vía Estrecha (FEVE) es “muy especial”, tiene túneles “más pequeños de lo habitual”. Flores ha indicado que, al final, se ha optado por “un nuevo método comparativo”, que consiste en la utilización como base de un tren que actualmente circula por las líneas de ancho métrico como referencia.
Esta solución obligará a reformar la normativa y supondrá un nuevo retraso de tres años en su entrega. De los nuevos trenes, 10 se destinarán a Asturias y el resto a Cantabria para renovar toda su flota de ancho métrico. El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC), ha declarado que “esto es una chapuza incalificable, tienen que rodar cabezas”.
A finales de enero saltó la voz de alarma porque el contratista no comenzó la fabricación de los nuevos trenes, a pesar del tiempo transcurrido desde la licitación, lo que originó que se terminara sabiendo que la causa estaba en el error de cálculo que hizo Administración de Infraestructuras Ferrocarriles (ADIF), pero que nadie quiso decir nada. Hasta ahora.
Renfe publicó en enero de 2019 el pliego de condiciones para construir 31 nuevos trenes de cercanías para Asturias y Cantabria. Esos trenes serían del ancho métrico de acuerdo con los gálibos recogidos en la Declaración de Red de Adif, el documento que detalla las condiciones de toda la infraestructura. En junio de 2020 se adjudicó su construcción a una empresa guipuzcoana tras un proceso de licitación que se vio afectado por la pandemia.
Fue la empresa la que se dio cuenta del error de cálculo y dio el aviso de que con las medidas publicadas en la Declaración de la Red, los trenes no cabrían en determinados tramos de la infraestructura. Por este motivo, se tuvo que parar todo el proceso de inicio de fabricación y empezó la búsqueda de la mejor solución posible. El volumen total de la operación se situaba para la empresa por encima de los 250 millones de euros.
