viernes. 22.11.2024
El tiempo

El juicio contra el acusado de la presunta muerte de su madre por omisión será el lunes

También, será juzgado el posible agresor a otro hombre con una navaja, que sufrió una herida entre el pecho y el cuello y pudo ser mortal de no intervenir los servicios sanitarios

Juzgados de Santander. R.A.
Juzgados de Santander. R.A.
El juicio contra el acusado de la presunta muerte de su madre por omisión será el lunes

El juicio contra el acusado de la presunta muerte de su madre por omisión será el lunes, día 4 de marzo, a las 9.30 horas, en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria.

Según el escrito de la Fiscalía, el acusado convivía con su madre, que se encontraba en situación de dependencia y vulnerabilidad, y “no satisfacía sus necesidades más básicas de aseo, alimentación y movilización”.

Ello provocó que la mujer estuviera en una situación “de absoluto abandono” que se manifestaba en “deshidratación, suciedad, restos desecados de heces y orina sobre su cuerpo, y úlceras por presión”.

A consecuencia de esas úlceras, la mujer presentaba “signos de infección y necrosis”, que afectaba “no sólo a la piel y al tejido muscular, sino también a planos óseos”.

Además, la habitación de la mujer, de la que nunca salía, se encontraba “llena de basura, bolsas de plástico y suciedad”.

Por otro lado, tal y como comunicó el Servicio Cántabro de Salud, la última vez que el acusado llevó a su madre a consulta médica para el control de su enfermedad fue en 2015, y tampoco renovaba la receta electrónica para recoger la medicación pautada.

En 2018 la mujer ingresó en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla por déficit neurológico y desde entonces y hasta su fallecimiento en 2021 no existen apuntes en su historia clínica, tal y como se indica en el informe de autopsia.

La mujer murió a los 84 años por infección respiratoria y cardiopatía crónica, “siendo factores coadyuvantes la situación de abandono y la falta de cuidados, con caquexia, deshidratación y úlceras por presión en estado avanzado”.

Los hechos constituyen, según el escrito del Ministerio Fiscal, un delito de homicidio doloso cometido por omisión, con la concurrencia de la agravante de parentesco, merecedor de una pena de veinte años de prisión.

La defensa, por su parte, admite íntegramente el relato de hechos de la acusación, así como la calificación de homicidio doloso en comisión por omisión.

Sin embargo, considera que no debe aplicarse la circunstancia agravante de parentesco, dado que es precisamente la posición del acusado como garante respecto de la madre la que determina la condena.

Por eso, entiende la defensa que la pena que se debe imponer al acusado es de 16 años de prisión.

Está previsto que el juicio continúe el martes, día 5 de marzo.

Navaja

Por su parte, el martes, día 5 de marzo, a las 10.00 horas, Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria se juzgará al posible implicado de agredir a otro hombre con una navaja. La herida sufrida entre el pecho y el cuello que pudo ser mortal, de no producirse la intervención de los servicios sanitarios.

Casco Histórico de Liérganes. R.A.
Casco Histórico de Liérganes. R.A.

Según el relato de la Fiscalía, el procesado se encontraba en las inmediaciones de un pub en Liérganes cuando inició una discusión con otro hombre, con quien había estado visitando varios bares de la zona.

En el transcurso de la refriega, el acusado sacó una navaja que esgrimió contra el otro hombre, de tal forma que le propinó un golpe en el pecho. Posteriormente, intentó sin éxito agredirle de nuevo, se inició un forcejeo que finalizó cuando el agredido le advirtió de que llamaría a la Guardia Civil.

El acusado “actuó con ánimo de provocar el fallecimiento del otro hombre, que no produjo dada la rápida intervención de los servicios sanitarios”, señala la Fiscalía.

En el momento de los hechos “presentó un trastorno mental y de comportamiento debido al consumo de alcohol, que no queda acreditado que afectara a su capacidad volitiva e intelectiva”, añade.

Los hechos constituyen, a su juicio, un delito de homicidio en grado de tentativa, merecedor de una pena de ocho años de prisión y 5.635 euros de indemnización.

La acusación particular, por su parte, pide una pena de nueve años de cárcel e indemnización de 14.083 euros.