El profesorado de Cantabria demanda reducir la burocracia y más reconocimiento horario para la labor de tutoría
El STEC aseguró que una encuesta refleja la saturación docente, la disposición de menos tiempo para las labores educativas fundamentales y la situación de desborde por su horario laboral
El profesorado de Cantabria demanda reducir la burocracia y más reconocimiento horario para la labor de tutoría. Así, se desprende según el STEC, sindicato mayoritario de la Educación en Cantabria, de la mayor encuesta no-oficial que se ha realizado en mayo entre el profesorado de la Comunidad, en la que han participado 570 docentes de la enseñanza pública.
Además de ser significativa la alta participación, destacan el haber contestado toda clase de docentes de manera prácticamente equilibrada: 58 por ciento funcionarios de carrera y 42 por ciento funcionarios interinos, mientras que el 55 por ciento corresponden a maestros y el 44 por ciento a profesores de enseñanzas medias.
También han participado más de medio centenar de jefes de departamento, 46 responsables de biblioteca, 42 miembros de equipos directivos, 38 responsables de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), 30 coordinadores de Igualdad o Multiculturalidad, 20 coordinadores de actividades complementarias y extraescolares, 16 coordinadores de fondos europeos, 14 coordinadores de ciclo, 14 de plurilingüismo y hasta una treintena de responsabilidades, lo que da buena idea de la perspectiva que ofrecen los datos resultantes.
Partiendo de los datos objetivos, el profesorado de Cantabria dedica, de media, entre cuatro y cinco horas semanales a burocracia, obligaciones que consumen el tiempo, la energía y motivación del personal docente, sin dedicarse propiamente al desarrollo de su trabajo fundamental, que es preparar, desarrollar y evaluar debidamente la labor de enseñanza con el alumnado. Incluso, uno de cada cuatro señala dedicar “más de seis horas semanales” a este quehacer, inciden.
Como resultado, prácticamente la totalidad del profesorado considera que la carga burocrática afecta negativamente a la labor de enseñanza, circunscribiéndolo a determinados periodos del curso un 27,5 por ciento, generalizándolo nada menos que el 71 por ciento.
Las tutorías
La guía del alumnado, el grupo y las familias, en coordinación con el equipo docente y el servicio de Orientación, durante el proceso de aprendizaje, es una labor fundamental. Sin embargo, la tutoría no tiene actualmente un horario específico atribuido en las escuelas; una decisión que solo comparte el 7,7 por ciento de los maestros. A su vez, solo se reconoce una hora complementaria para coordinar la intervención educativa de todo el equipo docente y demás profesionales que intervengan en la actividad pedagógica del grupo, comunicar con las familias, o controlar la asistencia: nueve de cada 10 maestros señalan que este reconocimiento horario es insuficiente.
En Secundaria sí hay una hora dedicada a la labor tutorial en el aula, con la excepción del Bachillerato y Grado Medio/Superior de Formación Profesional, pese a que el 82,7 por ciento del profesorado considera que también es necesaria. Por su parte, el profesorado registra, de media, una dedicación de cinco horas semanales a la acción tutorial en la ESO, por 4 en Bachillerato. Eso implica que, en tercero y cuarto de Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachillerato, el profesorado dedica una hora más cada semana de lo que se le reconoce.
Tiempo
Consecuencia de esta saturación burocrática y de la falta de reconocimiento horario de la acción tutorial, únicamente un 24,3 por ciento del profesorado afirma disponer del debido tiempo para la preparación de las clases. Aún es peor la realidad de la atención a la diversidad, que un tercio del profesorado reconoce no poder atender, y más de la mitad hacerlo raramente.
Existe un importante consenso en que toda esta carga burocrática se ha agravado con la nueva ley educativa (90 por ciento) totalmente o muy de acuerdo), en que hay que simplificar la tarea de evaluación (86 por ciento), y en que hay demasiados informes inútiles que después no se atienden (92 por ciento). Además, se señala que los servidores y plataformas de gestión informática suelen fallar más que ayudar (70 por ciento), que la ratio alumnado-Orientador/a es excesiva (88 por ciento), y que sería oportuno integrar otros profesionales en los centros, como administrativos o enfermer@ escolar (89,6 por ciento).
El 94 por ciento del personal docente de Cantabria está totalmente o muy de acuerdo con que existe un volumen de trabajo tan grande en los centros que no hay tiempo para sacarlo adelante, trabajándose por encima de la jornada laboral y durante los fines de semana, lo que en opinión del STEC debiera generar una profunda reflexión en la Consejería.
Contestar comunicaciones
Otra problemática es la relacionada con el derecho al descanso y a la desconexión, pues el 55 por ciento del profesorado afirma recibir comunicaciones del centro, alumnado o familias fuera de su jornada laboral, que tiene que conocer y contestar. Tan solo el 23,4 por ciento no recibe este tipo de notificaciones o lo hace de forma esporádica.
Por eso, el 74,4 por ciento de los trabajadores y trabajadoras de la Enseñanza considera necesaria una normativa reguladora de estas comunicaciones. De hecho, el 51 por ciento considera que la carga burocrática afecta a su salud y a su vida familiar/social, y el 43 por ciento que puede llegar a hacerlo si no se acota.
Varias de estas cuestiones
Entre las medidas que los propios trabajadores de la Enseñanza proponen, está evidentemente la reducción de la burocracia y la regulación de las telecomunicaciones, cuestiones que estaban incluidas en el cronograma de negociaciones acordado entre la Consejería y la Junta de Personal docente, pero que sin embargo no se ha llevado a cabo.
Además, lejos de simplificarse la documentación y memorias, en el acuerdo para la adecuación horaria de mayores de 55 años se ha generado una carga burocrática adicional que en opinión del STEC evidencia que, más allá de la palabrería, no hay de momento un verdadero compromiso de la Consejería para atajar este problema.
Otra conclusión que se extrae de esta encuesta, es la necesidad urgente de ajustar el reconocimiento horario de la función tutorial, absolutamente fundamental para la labor docente, pero que sin el debido tiempo para su desarrollo corre el riesgo de suponer una carga que los trabajadores traten de evitar, porque la realidad es que solo se puede llevar a cabo actualmente a costa de dedicar horas fuera del horario laboral.
También debe modificarse el horario en Primaria, Ciclos y Bachillerato, para poder dedicar una hora de aula a esta labor, que hasta ahora viene haciéndose por los pasillos, pidiendo huecos o de manera arbitraria.
La mejora de los recursos informáticos, así como la mejor dotación de plantillas, equipos de Orientación y personal administrativo en los centros, son otras de las medidas propuestas desde el profesorado encuestado.
En resumen, desde STEC manifiestan que los resultados de esta encuesta suponen un ‘SOS’ del profesorado a la Administración por la carga burocrática y la falta de reconocimiento horario que señalan tres de cada cada profesionales, que el consejero Silva haría bien estudiar esta realidad con la debida atención, porque se lleva “para septiembre” una tarea pendiente que afecta de una manera muy importante a la labor docente y a la propia calidad educativa.