Detenido un hombre al intentar embarcar en un ferry, con, presuntamente, bellotas ocultas y tabletas de hachís
La droga se encontró en el interior de botes de champú y dentro de dátiles
La Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, dentro del recinto del Puerto de Santander, han detenido de un hombre de 58 años de edad, natural de Marruecos, como presunto autor de un delito contra la salud pública, tráfico de drogas, en concreto hachís.
Dentro de los servicios de investigación y resguardo fiscal que se realizan en el Puerto de Santander con motivo de las operativas de embarque a los ferris, el pasado día 3 de mayo, la furgoneta especial de detección de sustancias estupefacientes de Vigilancia Aduanera conocido como ‘Medusa’ detectó un vehículo con remolque, que infundió sospechas a los agentes.
Desalojada la totalidad de la mercancía y pertenencias que transportaba, el perro especializado en detección de sustancias ilícitas de la Guardia Civil localizó una maleta, donde finalmente se encontró hachís en bellotas y tabletas.
Esta droga estaba oculta en el interior de botes de champú y dátiles, interviniendo finalmente 32 bellotas y dos tabletas de hachís, con un peso cercano a los 600 gramos, procediendo a la detención del conductor de la furgoneta.
Este servicio ha sido realizado de forma conjunta por efectivos de la Guardia Civil pertenecientes a la Sección Fiscal y Fronteras del Puerto de Santander y al Servicio Cinológico de este Cuerpo, así como por el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria del País Vasco y Cantabria.
Delito
La Jefatura Superior de Policía de Cantabria alerta de la modalidad delictiva que actualmente está teniendo incidencia en la región para que toda la ciudadanía y, en especial el colectivo de personas mayores, extremen las precauciones.
Los autores de la estafa llaman vía telefónica al domicilio, presentándose como trabajadores de una empresa suministradora de luz o gas, informando al interlocutor de que están en campaña de promociones por su zona, que van a hacerle una devolución económica o que le van a arreglar algún problema técnico, como pudieran ser arreglos de fontanería o bien en la antena de televisión.
A continuación, les realizan una serie de preguntas para recabar información de las posibles víctimas, tales como: cuántas personas residen en el hogar, horarios y rutinas de las mismas, y datos personales, concluyendo que en días posteriores le realizaran una visita en su domicilio.
En unos días, los presuntos estafadores realizan la visita a la posible víctima, manifestando que le arreglarán diversos problemas técnicos, o bien, le solicitan un número de cuenta, para supuestamente devolverles el dinero. Estas personas mientras realizan preguntas, deambulan por el domicilio, distrayendo a la posible víctima, para la sustracción de algún objeto de valor o posteriormente, con la información obtenida, cometer actividades delictivas.