Toca relocalización empresarial, ¿qué os parece en Cantabria?
En los últimos meses, nos hemos vuelto locos a cuenta de la crisis de suministros. Algunos sectores más afectados que otros alzan la voz y alertan de que no tienen tal materia prima y tienen que parar su producción.
Los transportistas a su vez se quejan de estar abandonados por las instituciones y amenazan con paros. En las grandes superficies se racionan consolas y se reservan tabletas con fecha de entrega 2 de julio...los precios suben, están por las nubes, siguen subiendo...
Y nadie sabe cuánto durará y todos nos echamos las manos a la cabeza. Es la consecuencia de una excesiva dependencia de China y del sureste asiático que nos pasa factura otra vez. La falta de dotación sanitaria durante el comienzo de la epidemia del Covid es otro ejemplo de nuestra insuficiencia.
Sin embargo, me acuerdo muy bien de cuando se puso de moda ir a China. No había empresa que no mirase al mercado asiático. Todos los costes eran menores. Parecía lo más inteligente que uno podía hacer y se hizo. Se fueron muchas firmas. Los trabajadores más cualificados y los que pudieron también cruzaron nuestras fronteras hacia países que los necesitaban. Los perdimos a todos. Ahora bien, desde hace años es tendencia el retorno de las fábricas a su lugar de origen. Esto es debido principalmente a la mejor calidad de vida de los chinos con un incremento de sus salarios. Cabe mencionar también la adopción por parte del país asiático de políticas medioambientales en las que «ya no vale todo».
Habría que sumarle la subida exponencial del coste-contenedor en el transporte marítimo y la ya tan mencionada crisis mundial de suministros. Además, muchas empresas quieren tener su producción más controlada. En definitiva, que China ya no es atractiva ni por los costes ni por su lejanía.
Algunas empresas están trasladando sus producciones a España, pero también a Marruecos y Vietnam. Nuestro gran competidor ahora mismo es Marruecos. Está muy cerca, su mano de obra es barata, tiene buenas infraestructuras... ¡parece que nos están ganando la partida de la vuelta!.
Y yo me pregunto, ¿estamos a tiempo de mejorar nuestro mercado para atraer factorías como las que Inditex tiene implantadas en Marruecos?¿les quedarán fuerzas a nuestros empresarios? ¿ganas de volver a los trabajadores que emigraron? ¿empuje a los emprendedores? ¿serán lo suficientemente listos nuestros políticos para impulsarlo?
Hay empresas que exploran soluciones económicas para regresar, pero desde luego España no se lo pone fácil. No hay nada más que mirar como nuestras fábricas tienen que parar sus producciones porque no pueden pagar la energía... ¡horrible! Ahora es el momento. Nuestro futuro pasa no sólo por ser capaces de atraer inversiones empresariales, sino por mantener las fábricas que aún siguen con nosotros. Llegó la hora de ser «más atractivos» que nunca. Existe la oportunidad y tenemos que aprovecharla.
No puedo terminar sin hacer mención a uno de los sectores emblema de nuestra región, el de las conservas de pescado, cuya situación se vuelve alarmante tanto por el incremento insostenible de la energía y materias primas como por la escasez de elementos clave como el aluminio. ¿Nos ganará Marruecos la partida en esta industria también? ¿ésta tan nuestra?