Dimiten la secretaria de Estado de Transportes y el presidente de Renfe por el escándalo en los trenes de Asturias y Cantabria
Raúl Blanco, exdirector General de Industria, será el nuevo responsable de la compañía ferroviaria y David Lucas, el nuevo ‘número dos’ de Transporte
El presidente de Red Nacional de Ferrocarriles Españoles (Renfe), Isaías Táboas, y la secretaria de Estado de Transportes y expresidenta de Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), Isabel Pardo de Vera, han presentado hoy su dimisión a la ministra de Transportes, Raquel Sánchez (PSOE), por la crisis desatada por el contrato de 31 trenes para la vía de ancho métrico, la antigua FEVE, destinados a la red de Cercanías de Cantabria y Asturias.
Como consecuencia su entrega se ha retrasado porque su diseño no respondía al tamaño real de los túneles, según publica El País.
La renuncia de ambos cargos, que ha sido aceptada por la titular del departamento de Transportes, se produce tras la revelación periodística el pasado 25 de enero de que la licitación de los trenes, finalmente adjudicados por Renfe en el verano de 2020 a la empresa vasca CAF por 258 millones de euros, no contenía las especificaciones correctas de las dimensiones, por lo que, de haberse fabricado, los convoyes no hubieran cabido por los túneles más antiguos de la red de vía estrecha.
Tras destaparse el escándalo, el Ministerio de Transportes abrió una investigación para dilucidar las responsabilidades y cesó preventivamente a dos cargos ténicos medios de Renfe y ADIF.
David Lucas, quien fue alcalde de Mósteles entre 2015 y 2018 y que hasta ahora ha sido secretario General de Vivienda del Ministerio de Transportes, será el nuevo secretario de Estado de Transportes, mientras que Raül Blanco, hasta diciembre secretario general de Industria y Pyme del Ministerio de Industria, presidirá Renfe. Los nombramientos serán aprobados por el Consejo de Ministros este martes.
Pero esas decisiones no han bastado para calmar la tormenta política desatada por el caso, y la ministra ha cedido a las presiones y ha provocado la dimisión de los dos máximos altos cargos dependientes del Ministerio que, tras ella misma, eran conocedores del error y lo ocultaron a la opinión pública durante dos años.
La dimisión de la ministra se descartó porque, según fuentes oficiales, se enteró de la “chapuza” al mismo tiempo que la opinión pública.
No en vano, las dimisiones se han producido apenas unas horas antes de la reunión de la ministra con los presidentes de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y Asturias, Adrián Barbón.
Ambos responsables, además de exigir que se acelere la construcción de los trenes, han pedido explicaciones al ministerio por las causas que llevaron a silenciar esta anomalía desde que en marzo de 2021 CAF alertó a Renfe y, posteriormente, a ADIF, entonces presidida por Pardo de Vera, del error en el proyecto que hacía inviable la fabricación de los trenes en los plazos previstos, a partir de 2024, puesto que antes debía ser reformado su diseño.
Nueva norma
Precisamente, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) acaba de aprobar una orden, publicada el sábado en el Boletín Oficial del Estado, para concretar la norma que permitirá la aplicación del llamado método comparativo en el diseño y fabricación de los nuevos de trenes de ancho métrico para las redes de Cercanías de varias comunidades del norte de España (País Vasco, Galicia, Castilla y León, Asturias y Cantabria), aunque las más afectadas son las dos últimas, puesto que tienen la red viaria más antigua, incluso del siglo XIX.
Este método comparativo consiste simplemente en diseñar la sección de los nuevos trenes a partir de las medidas de los modelos que actualmente circulan por la red, de forma que no haya posibilidad de error, y se reduzca la demora de la fabricación de los nuevos convoyes lo máximo posible. Se estima que los primeros trenes no estarán listos hasta 2026, por esta anomalía, con dos años de retraso sobre los planes iniciales.
El revuelo mediático protagonizado por el presidente asturiano, el socialista Barbón, y, sobre todo, por el regionalista Revilla, en plena precampaña electoral para los comicios autonómicos de mayo, ha precipitado la cadena de dimisiones forzadas sin esperar a que se resuelva la investigación abierta.
Esa auditoría deberá dilucidar el organismo responsable del desaguisado de los trenes y los gálibos, que la prensa regional ha bautizado como Fevemocho. Hasta el momento, no existía una norma clara para detallar las medidas de los trenes en las vías de los antiguos Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha (FEVE).
Y se apuntan a tres posibles culpables: la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF), dependiente del Ministerio de Transportes, que no detallaba los túneles más antiguos en la llamada Instrucción de Gálibos de 2015, orden FOM/1630/2015, en la que se supone que debería describirse el estado de toda la red, incluida la de ancho métrico; ADIF que, como gestor de las infraestructuras, debe publicar cada año la llamada Declaración de Red informando del estado de las vías y los túneles; y Renfe, que en la licitación de los trenes que adjudicó a CAF no recogió las medidas reales de los trenes.
El Ministerio de Transportes ha emitido una nota en la que comunica que la ministra Raquel Sánchez ha aceptado esta mañana las dimisiones de Táboas y Pardo de Vera, y ha inscrito el relevo para permitir “poner en marcha un cambio con el que el ministerio quiere comenzar una nueva etapa tanto en la Secretaría de Estado de Mitma como en el operador ferroviario”.