El juicio contra los tres acusados de retener a otro hombre en Noja, golpearle y sustraerle el vehículo será el jueves, día 10 de abril
El secuestrado debía 9.000 euros por el consumo de drogas y la contratación de prostitutas en un club de Argoños

El juicio contra los tres acusados de retener en contra de su voluntad a otro hombre, golpearle y sustraerle el vehículo será el jueves, día 10 de abril, a las 10.00 horas, en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria.
La Fiscalía relata en su escrito de acusación cómo el hombre fue interceptado en Noja por los otros tres acusados, dos hombres y una mujer, que lo introdujeron en un vehículo y lo llevaron a una estabulación en Ramales de la Victoria.
En este municipio le tuvieron dos días, encadenado y sufriendo golpes en el cuerpo, mientras le exigían que les pagara unas deudas que contrajo por el consumo de drogas y la contratación de servicios de prostitución en un club de Argoños.
Al final, lograron que la víctima les indicara dónde guardaba la cartilla del banco, y cuando uno de los acusados acudió a su domicilio para cogerla, comprobó que solo tenía siete euros.
Entonces, este acusado sustrajo las llaves del vehículo de la víctima y volvió a la estabulación, donde el hombre fue de nuevo golpeado.
Durante todo el tiempo, los presuntos secuestradores le suministraron sustancias alcohólicas y estupefacientes con la finalidad de que no conociera donde estaba.
Finalmente, le pusieron en libertad a cambio de que les firmara un documento en el que reconocía que tenía una deuda con los acusados por un valor de 9.000 euros, utilizando el vehículo de la víctima como garantía de pago.
Los hechos constituyen, a juicio de la Fiscalía, un delito de secuestro, otro de lesiones y otro de robo con violencia, merecedores de una condena, para cada uno de los acusados, de 11 años de prisión.
Además, solicita el Ministerio Público que los tres indemnicen a la víctima de manera conjunta y solidaria con 1.826 euros.
Drogas
El miércoles, día 9 de abril, a las 12.00 horas, se juzgará a dos acusados de recibir, presuntamente, un paquete con más de tres kilogramos de cocaína procedente de Ecuador en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria.
Según el escrito de calificación fiscal, los dos acusados, un hombre y una mujer, “concertaron el envío desde Ecuador hasta España por avión de un paquete de cocaína para distribuir entre consumidores”.
“Dicho paquete fue detectado como sospechoso en el aeropuerto de Barajas, autorizándose la entrega vigilada del mismo a los acusados en la dirección que figuraba en el paquete”, en Ramales de la Victoria.
El paquete contenía tres botes con 3.067,65 gramos de cocaína, valorada en 171.600 euros.
Los hechos constituyen, a juicio de la fiscalía, un delito contra la salud pública de sustancias que causan grave daño, por lo que solicita una pena para cada uno de ellos de siete años de prisión y 300.000 euros de multa.
Abogado
Además, el martes, día 8 de abril, a las 10.00 horas y en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria, tendrá lugar el juicio contra el acusado de hacerse pasar, posiblemente, por un abogado y cobrar a un hombre por gestiones que no realizó.
Según el escrito de la Fiscalía, “con ánimo de obtener un beneficio económico ilícito”, el acusado “aparentó ser un abogado en ejercicio que ofrecía sus servicios” en una página de anuncios.
Así las cosas, un hombre contactó con el acusado para que realizase en su nombre gestiones tendentes a impedir su entrada en prisión, ya que había sido condenado a siete meses de privación de libertad.
El acusado “le convenció de que realmente ejercía como abogado y de que estaba realizando los trámites a efectos de impedir su entrada en prisión, y le requirió para el pago de determinadas cantidades por gestiones que en realidad no se llevaron a cabo”.
La víctima ingresó 1.970 euros en una cuenta titularidad del acusado y otros 150 euros en otra cuenta titularidad del acusado y de una mujer, que también está enjuiciada y que dispuso del dinero inmediatamente después de recibir el ingreso.
Los hechos son calificados por la fiscalía como un delito continuado de estafa que atribuye al acusado y un delito leve continuado de estafa que atribuye a la acusada.
Para el primero, la pena solicitada es de dos años de prisión e indemnización de 1.970 euros; mientras que para la mujer la fiscalía pide una pena de 720 euros de multa y una indemnización de 150 euros que debería abonar junto con el otro acusado.
Ese mismo día, a las 12.00 horas y en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria, comenzará el juicio contra el a acusado por la que fue su pareja de un posible delito de agresión sexual, mientras que la Fiscalía solicita su libre absolución.
Según el escrito de la acusación particular, el hombre obligó a la mujer a darle besos en la boca y luego le insistió hasta convencerla para que le dejase quedarse a dormir en su casa.
Una vez allí, se metieron en la misma cama y “él empieza a tirar reiteradamente del pantalón del pijama de ella” y pese a que ella le dice que no quiere hacer nada, él “comienza a practicarla sexo oral mientras ella se intenta resistir”.
La mujer coge una navaja que anteriormente él tenía en la mano y, “sin conseguir abrirla, se la quita, abre el arma blanca y la deposita encima de la mesita mientras comienza a penetrarla”.
El hombre “hizo caso omiso a las súplicas de ella, que le decía que no quería, que parara”. Y añade la acusación que la mujer “se mantuvo callada porque temió por la seguridad de su padre, que es mayor, y de su hija de dos años, ya que ambos se encontraban en el domicilio”.
La acusación particular le considera autor de un delito de agresión sexual por el que pide ocho años de prisión, diez años de alejamiento y prohibición de comunicar con la mujer, y cinco años de libertad vigilada, además de una indemnización de 21.034 euros por el daño moral causado y el estrés postraumático que padece.
Por su parte, la Fiscalía describe en su escrito de calificación que durante la relación afectiva “mantuvieron relaciones sexuales consentidas” y que en la fecha de los hechos denunciados ambos “consumieron bebidas alcohólicas y se besaron”. “Seguidamente se desplazaron a la vivienda de la denunciante, se encerraron en la habitación y mantuvieron relaciones sexuales consentidas”, añade. Por eso, el Ministerio Público no ve delito alguno y solicita la libre absolución del acusado.
Agresión sexual
Igualmente, el miércoles, día 9 de abril, a las 10.00 horas y en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria se iniciará el juicio contra el acusado de una presunta agresión sexual, amenazas y maltrato hacia quien había sido su pareja.
Según el escrito del Ministerio Público, el acusado había mantenido una relación afectiva con una mujer con la que tuvieron una hija en común.
En diciembre de 2022 y en el domicilio familiar, el acusado inició una discusión y le dijo que “si mantenía una relación con otra persona le iba a amarrar y meter en una bolsa, lo que causó en la perjudicada el lógico temor”.
Meses después, tras encontrarse también en la casa donde vivían y en presencia de la menor, el implicado abofeteó a la mujer en la cara, lo que motivó que ella dejase de vivir en el domicilio.
Un mes después, la mujer acudió a la casa del acusado para cuidar de la hija que tenían en común y tras encontrarse en el baño para ducharse, entró y le realizó tocamientos “con clara intención de mantener relaciones sexuales, pese a la clara negativa de la perjudicada expresada mediante gritos y empujones”.
Los hechos constituyen, según la Fiscalía, un delito de amenazas leves, otro de maltrato de obra y otro de agresión sexual, merecedores de una pena de siete años de prisión, siete años de libertad vigilada, seis años de privación del derecho a tenencia y porte de armas, 12 años de alejamiento y prohibición de comunicar con la mujer, y doce años de inhabilitación para desempeño que suponga contacto con menores.