Emocionante versión de la ‘Pasión Según San Mateo’ en Santander
El Palacio de Festivales de Cantabria acogió esta versión de Johann Sebastián Bach con Justin Doyle de director

FICHA
-Pasión Según San Mateo (Matthäus-Passion), BWV 244. Oratorio de Johann Sebastián Bach. Patrick Grahl, tenor (Evangelista); Matthew Brook, bajo (Jesús); Elisabeth Breuer, soprano; Anna Lucia Richter, mezzosoprano; Thomas Hobbs, tenor; Stephan Loges, bajo. RIAS Kammencor y Akademie für Alte Musik Berlín. Dirección: Justin Doyle.
-Espacio: Palacio de Festivales de Cantabria, Sala Argenta, sábado 12 de abril de 2025.
-Calificación (sobre 5): ****
Ahora sí. Hace tres años pudimos escuchar en Santander una buena versión de esta joya que es la Matthäus-Passion bachiana, en aquella ocasión dirigida por Marcus Creed de forma ajustada pero algo plana en su ejecución. Pero ahora nos hemos desquitado con la sublime versión que nos ha ofrecido Justin Doyle al frente de un ensamble insuperable, los Akademie für Alte Musik (Akamus) y los RIAS Kammencor de Berlín, con un reparto de solistas que hicieron de la emoción, la dulzura y el sentimiento sus cartas credenciales.
Recurrir a Bach en Semana Santa con cualquiera de sus Pasiones es apostar por lo seguro, y en Santander no iba a ser una excepción. Al igual que les ocurrió en los días precedentes en Barcelona y Valencia, el público abarrotó la Sala Argenta del Palacio de Festivales, en el que ha podido ser el mayor éxito hasta ahora de la actual programación diseñada por Esteban Sanz Vélez.
Hay que agradecer a la diosa fortuna que un joven Félix Mendelssohn encontrara en 1829 por casualidad, ¡en una carnicería!, la partitura original de la Pasión Según San Mateo, que su admirado Bach había estrenado cien años antes. El trabajo de reconstrucción y los arreglos necesarios, consiguieron que su nuevo estreno en Berlín fuera apoteósico, algo que no había ocurrido en el estreno en la Iglesia de Santo Tomás de Leipzig en abril de 1729.
La calidad técnica y el absoluto dominio estilístico que poseen los músicos y coristas berlineses, les diferencia de cualquier otro conjunto. La orquesta de los Akademie für Alte Musik, con todos los instrumentos de época, suenan con una limpieza, afinación y estilo que marcan la atención y el silencio escuchante de un público absorto. Unidos a las voces de los RIAS Kammencor berlineses, de un empaste y afinación increíbles, consiguen que la Matthäus-Passion suene como pocas veces se puede disfrutar.
El director inglés Justin Doyle sabe lo que se trae entre manos, y es consciente de la enorme calidad de ambos conjuntos. Dirige pausado, les deja lucirse marcando las entradas de forma concisa y acompaña lo justo, a sabiendas que tanto la orquesta como el coro solo necesitan el mínimo apoyo para sacar adelante de forma brillante esta magna obra de casi tres horas de duración.
La distribución en dos orquestas y dos coros que Bach dispuso para los diálogos de la acción del Evangelio de San Mateo, fue de perfecta conjunción sonora. Los solistas también estuvieron al máximo nivel. El tenor Patrick Grahl, magnífico como el Evangelista, dominando los recitativos con fraseo límpido y expresividad extensa. A su lado, el bajo-barítono Matthew Brook hizo un Jesús poderoso, dominando los momentos más dramáticos, como en la escena del Gólgota, con una voz ancha y bien proyectada.
Tanto la soprano Elisabeth Breuer, como, sobre todo, la mezzo Anna Lucia Richter, emocionaron con un canto excelso en sus arias, con momentos conmovedores, como en la famosa ‘Erbarme dich, mein Gott’, acompañadas de unos violines primeros y el bajo continuo, sencillamente ejemplares. Al mismo nivel, el tenor Thomas Hobbs y algo menos lucido el bajo Stephan Loges.
El nivel de los Akamus, es de otro mundo. El dúo de la soprano y la mezzo 'So ist mein Jesus nun gefangen', acompañadas de las flautas traveseras y los violines primeros, fue para el recuerdo. Son solo unas muestras del nivel general de toda la obra.
Es una pena que los sobretítulos proyectados hayan vuelto a fallar. Se producen momentos de descoordinación entre el canto y el texto transcrito. Ya ocurrió en las funciones de ‘Diálogos de Carmelitas’, y ha vuelto a suceder. Es incomprensible y es urgente solucionarlo.
La emoción y la belleza del coro tutti final, hizo que el público no guardara esos segundos de silencio tan necesarios después de tanta tensión, y estallara en ovaciones de más de 11 minutos concedidas a todo el conjunto y solistas, rompiendo la magia de las frases finales que Picander escribió como ejemplo de sentimiento: 'Descansa, descansa dulcemente. Felices son tus ojos, que se cierran al fin'.