José Cobo expone con ‘El tejido de la luz’ en la Galería Juan Silió, en Madrid

José Cobo expone con ‘El tejido de la luz’ en la Galería Juan Silió, en Madrid, del 25 de marzo al 27 de mayo.

Después de varias comparecencias en la Galería Juan Silió de Santander a la que está vinculado desde hace más de tres décadas, las obras del escultor José Cobo llegan ahora a Madrid, con toda su rotundidad formal y contenido existencial.

Resultado de la investigación profunda, su proceso creativo es un continuo en el que la meditación y la reflexión sobre el ser humano es nuclear. Su relación con la naturaleza, el contexto social en el que se inserta y la espiritualidad que desarrolla son temas que evolucionan en su producción encontrando correlatos formales en las diferentes series que trabaja a lo largo del tiempo.

Ahora, en ‘El tejido de la luz’ nos muestra una selección de sus últimas obras, esculturas en su mayoría realizadas en resina epoxi, con una técnica de invención propia, que tienden en muchos casos a la instalación. El diálogo de las piezas con el espacio circundante es un tema esencial para el escultor, siendo en muchos casos el verdadero protagonista de algunas de sus creaciones: el espacio convertido en pura metáfora sobre nuestra manera de habitar el mundo y relacionarnos con nuestro entorno.

El título ‘El tejido de la luz’ contiene la clave que subyace a las piezas expuestas, haciendo alusión a la teoría científica de que toda la materia existente se genera en las estrellas. Esta poética afirmación desata la imaginación del artista que se apoya en el fructífero concepto de pliegue desarrollado por Deleuze para hablar de ese cósmico proceso de diversificación que va desde la luz a la realidad que conocemos, esos pliegues infinitos que en su devenir forman el mundo, los pliegues de la materia y del mismo modo, los pliegues del alma.

‘Pliegues de la materia aérea’, ‘Pliegues de la materia con línea’ y ‘Pliegues de la materia subterránea’ se componen de paneles en los que abunda el pliegue, en unos casos trabajado en telas y estuco, con un acabado plomizo y neutro; en otros con un acabado en negro brillante de textil tratado. En todas hay una referencia al movimiento barroco, a la teatralización y a la representación. Remiten a la organización propia del retablo, pero son los paneles sin imágenes. Algunos permanecen aún colgados, otros son descendidos y apoyan en el suelo aparentemente desmontados, desprendidos ya de su función representativa, desacralizados, tan solo presentados, despojados de iconicidad.

En un inquietante ‘Hermafrodita’, la materia parece no haber llegado a definirse aún en cuanto sexo y mantiene la ambigüedad. La figura de un cuerpo de rostro borrado pende curiosamente del techo, mostrando incómodo los atributos masculinos y femeninos. La escultura parece estar sin rematar, con tornillos aún, como si en realidad debiera estar colocada en otra posición.

Dos ‘Meteoritos de la libertad’, uno idealizado y otro interiorizado, son dos aproximaciones a la famosa cuadriga de Giacometti. Si la del suizo expresaba la espiritualidad, Cobo lo vuelve de nuevo a la materia para hablarnos del concepto de libertad del ser, tanto en un sentido genérico como aplicado al individuo articulado en la sociedad. Dos hermosas piezas que sugieren contenidos complejos y muy pertinentes en la actualidad.

Por último, en ‘Metamorfosis’, diferentes escenas aisladas se unen en una dramatizada composición mayor. Son personajes y objetos en diferentes situaciones, cotidianas algunas, simbólicas y surrealistas otras. Inspirado en la extraña anormalidad vivida en tiempo de pandemia, este mosaico habla de la transformación, el comportamiento social y la incidencia de los medios de comunicación de masas.

El descubrimiento de la ambivalencia de la luz, sabido ya que se comporta por igual como onda y partícula, supuso para la ciencia asumir lo que parece más un milagro que una certeza física. Así la vida, que surge de la materia, al igual que nuestra mente y nuestra propia conciencia como seres que piensan a su vez la propia materia que les conforma, capaces de elevar este pensamiento a obra de arte, ahondando poéticamente en el tejido de la luz.

El horario de visita será del martes a viernes 11.00 a 19.00 y los sábados de 11.00 a 14.00

José Cobo (Santander, 1958)

El artista se graduó en The School of the Art Institute of Chicago en 1985, con el título de Máster de Escultura. En 1994 obtiene la Beca de la Fundación Botín en la II Convocatoria Becas Artes Plásticas y en 1995, se gradúa en Historia del Arte y Crítica. En 2014 ganó el Premio de Artes Plásticas de Cantabria.

Además, ha sido artista visitante en Vermont Studio School (2009, 2013, 2016), Oxbow at Saugatuck, Michigan (1994, 1996); Universidad del País Vasco, Bilbao, Facultad de Bellas Artes (1986, 2016); Espacio Interior, Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria MAS (2013), ponente en el cuarto Congreso Iberoamericano ArTecnologia, Universidad Complutense de Madrid, (2018), conferencia 'De la materia a la idea', Foro Opinión, Casino de Madrid (2018), Curso Magistral centrado en su propia obra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP): 'de la existencia a la idea', Santander (2015). Desde 1994 y hasta 1997 impartió clases en el Chicago Art Institute.

En su andadura profesional, de más de 25 años, José Cobo ha participado en numerosas exposiciones, tanto individuales como colectivas. Ha expuesto en ciudades como Colonia, Munich o Berlín (Alemania) y destacada su presencia en Estados Unidos en ciudades como Miami, Nueva York y Chicago, donde expone regularmente. Ha participado en ferias internacionales como ARCOmadrid, MACO, PULSE Nueva York, Art Chicago o Art Miami y su obra se encuentra presente en importantes colecciones públicas y privadas.

Al mismo tiempo, ha realizado numerosas intervenciones en espacios públicos, como el “Monumento al incendio y Reconstrucción de 1941”, los “Dos Toros” de la puerta de la Plaza de Vista Alegre en Madrid,  “Los raqueros” del paseo marítimo de Santander, “Wächter” en Arche Nebra, Sajonia-Anhalt, Alemania, o la recientemente inaugurada Escultura conmemorativa del 50 Aniversario del Concurso Internacional de Piano, Paloma O´Shea, en Santander.