Protesta vecinal en Vega de Pas y la Comarca para denunciar la insostenibilidad del teleférico en Yera
Cantabria no se Vende promueve la iniciativa #CantabriaParaVivir y llaman a la movilización del día 28 de julio en Puente San Miguel, en Reocín
Un grupo de vecino de Vega de Pas y la Comarca ha protestado para denunciar la insostenibilidad social, medioambiental y económico del teleférico que se pretende poner en marcha en Yera por el Gobierno regional (PP).
“Desde las instituciones no conciben otro desarrollo que destinar dinero público a la masificación turística”, declaran desde el colectivo.
Cantabria no se Vende recordó que la semana pasada el Gobierno regional, con María José Sáenz de Buruaga (PP), anunció que retoma el proyecto con un gasto cercano de 30 millones de euros y manteniendo el modelo de “colaboración público-privada” de las telecabinas de Cabárceno. “Eso sí, el canon es ridículo y Cantur garantiza a los empresarios el ingreso de los billetes de 120.000 usuarios durante 15 años, aunque no acudan”, puntualizan.
Y es que el proyecto, que desborda sólo con el aforo del aparcamiento de la población total del municipio, resulta contrapuesto a un desarrollo verde y a la realidad climática del entorno, previendo superar el precio del billete, la afluencia y los empleos generados en Fuente Dé. “Se basa realmente, más allá del humo, en la pretensión de multiplicar por 10 la afluencia a un entorno frágil de poblamiento disperso y en el constante trasvase de dinero público a los empresarios que lo exploten”, inciden.
A su entender la zona de Vega de Pas requiere suministros básicos, servicios públicos, agricultura ecológica, puesta en valor de la ganadería que ha modelado ese paisaje y un modelo turístico sostenible que complemente y conserve lo previamente existente.
Ante esta situación, el colectivo cuestiona cómo puede ser que la leche de esos pastos cantábricos se comercialice mezclada con la industrial, por qué los promotores de este proyecto se opusieron a la declaración de esos valles como reserva de la biosfera, y a qué se dedican unos gobernantes que, en el siglo XXI, continúan teniendo a la única raza vacuna de aptitud láctea de la Península Ibérica, la roja pasiega, en peligro de extinción y sin un sello propio de calidad.
Además, se preguntan por qué no rehabilitan esas construcciones para iniciativas que pongan en valor el enorme patrimonio etnográfico que atesoran sus habitantes.
Cantabria no se Vende recordó que en el año 2015, el Gobierno de Cantabria del presidente Ignacio Diego (PP), anunció la licitación del teleférico ‘Mirador del Pas’ con un coste de 14,9 millones de euros y correspondía su desembolso en totalidad a la empresa concesionaria, sin cargo alguno para las arcas públicas. Por el contrario, "el Gobierno de Cantabria percibiría “unos ingresos anuales por medio de Cantur, en concepto de canon, que rondarían los 200.000 euros anuales".
El 28 de julio
Decenas de vecinos del valle y de otros grupos comarcales que promueven la movilización #CantabriaParaVivir28J, se citaron ayer, domingo, para conocer la historia de la estación de Yera y los barracones cercanos, dar la voz de alarma sobre el proyecto gubernamental que amenaza al valle y hacer un llamamiento a participar en la manifestación del próximo domingo, día 28 de julio, en Puente San Miguel, en Reocín, con motivo de Día de las Instituciones.
Los participantes recorrieron la zona y desplegaron pancartas con el mensaje ‘Contra el modelo turístico impuesto: Cantabria para vivir’.
“Este proyecto pone de relieve la carencia absoluta de ideas por parte del Gobierno de Cantabria para ofrecer un modelo de desarrollo sostenible a la población cántabra”, remarcan.
Desde su punto de vista, al contrario, cada vez se masifica y se extiende más la turistificación por el territorio, agravando las consecuencias que implica en materia de vivienda, precariedad del empleo, saturación de los servicios públicos o en la degradación de los lugares y comunidades”, el coportavoz de Cantabria No Se Vende, Diegu San Gabriel.