viernes. 22.11.2024
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Una ‘cuna fría’ en el Hospital de Valdecilla ayudará al duelo de las familias por la pérdida de su bebé

El centro sanitario es el primero de la red pública en realizar esta inversión para avanzar en la humanización

Equipamiento en el Hospital de Valdecilla.
Equipamiento en el Hospital de Valdecilla.
Una ‘cuna fría’ en el Hospital de Valdecilla ayudará al duelo de las familias por la pérdida de su bebé

Con el fin de ayudar a las familias en la pérdida de su bebé durante la gestación o al poco de nacer, el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV) ha adquirido una ‘cuna fría’. Un nuevo equipamiento, conocido como ‘cuna de abrazos’, consistente en regalar tiempo a las personas que viven este duro trance, de manera que puedan elaborar su duelo y despedirse de su hijo en las mejores condiciones posibles.

Gracias a su sistema de enfriamiento las cunas de abrazos disminuyen los signos de deterioro físico y hacen posible pasar más tiempo junto a su familiares antes de despedirse y evitan una separación que para muchas personas resulta demasiado rápida, en esa situación de shock por la pérdida.

De esta manera, Valdecilla se convierte en el primer hospital de la red pública que ha invertido en un equipamiento de estas características por propia iniciativa, conocedor de las pocas experiencias existentes hasta la fecha a nivel nacional y que, en todo caso, son fruto de donaciones de las propias asociaciones de padres.

“Para las personas que se encuentran transitando un momento tan doloroso es muy importante disponer de algo de tiempo para asimilar todo lo que les está sucediendo y poder despedirse del cuerpo de su bebé en buenas condiciones. Nos parecía que apostar por adquirir este equipamiento era apostar por la dignidad y la humanización del duelo perinatal”, según explica la directora Gerente del Hospital Valdecilla, María Dolores Acón.

En este sentido, la presidenta de la red ‘El Hueco de mi Vientre’ en Cantabria, Manuela Contreras, ha agradecido al Hospital esta iniciativa y ha subrayado que “tanto la experiencia de madres y padres, como la investigación, avalan la importancia de poder pasar tiempo con el bebé fallecido, cuidarle y obtener fotografías y recuerdos”. “Ya está demostrado que las madres que pudieron estar con su bebé fallecido durante el tiempo que desearon, experimentaron menos ansiedad hasta tres o cuatro años después de su pérdida”, ha señalado.

Facilitar una buena despedida en estos casos es también facilitar una mejor recuperación de las personas afectadas, porque evita que la vivencia de la pérdida empeore por separarse de forma repentina o haberlo hecho en un momento en el que aún no se ha asimilado lo que está sucediendo.

Tal y como ha destacado la jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia, Yolanda Jubete, la ‘cuna fría’ es un equipamiento que se incorpora a la actualización del protocolo de atención a la muerte y duelo perinatal de Valdecilla, que comenzó a funcionar a finales del año pasado. “Para todo el equipo que trabaja en el Servicio es muy importante ofrecer a los padres la posibilidad del encuentro con su hijo y darles tiempo para que tomen la decisión de despedirse, aliviando las dudas y miedos que puedan tener”.

Por su parte, la matrona supervisora del Área de Partos de Valdecilla, Fátima Vacas, ha indicado que ante situaciones así, las matronas del Hospital intentan facilitar el encuentro entre padres y bebé fallecido “hablando de él por su nombre, si ya lo tiene, tratándolo con la misma sensibilidad y respeto que se daría a un bebé vivo y trasladando a los padres, tanto verbalmente como con gestos y actitudes, que pueden abrazar, bañar o vestir al bebé si lo desean, así como presentarlo a otros miembros de la familia”.

“Y, sobre todo, les transmitimos calma, acompañamiento, consuelo y, a partir de ahora gracias a la cuna de abrazos, tiempo para un proceso que no se puede hacer con prisa”, subraya.

Ayuda

El hecho de disponer de un equipamiento de estas características también repercute positivamente en los profesionales y su experiencia de trabajo, ya que, tal y como ha apuntado Acón, “los estudios que se conocen hasta el momento reflejan valoraciones muy positivas por parte de los profesionales, que experimentan una mayor satisfacción al sentir que realizan su trabajo con más calidad, por el hecho de poder brindar la posibilidad a los padres de ejercer el amor hacia sus hijos en mitad de un momento de tanto dolor”.