sábado. 23.11.2024
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El joven que dio un machetazo a otro en Santander dice que "solo quiso asustarle": "Le podía haber matado y no lo hice"

La Fiscalía rebaja la petición de prisión a cuatro años y 11 meses sumada a libertad vigilada cinco años para que se someta a tratamiento

Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander. R.A.
Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander. R.A.
El joven que dio un machetazo a otro en Santander dice que "solo quiso asustarle": "Le podía haber matado y no lo hice"

El joven acusado de homicidio en grado de tentativa por golpear a otro con un machete en el cuello en la zona de Cuatro Caminos de Santander en 2022 ha asegurado que "no quiso matarle" sino que "solo le quería asustar" tras haber tenido "problemas" con él y sus amigos, que "le insultaban" y se burlaban por padecer un trastorno mental.

"Le podía haber matado pero no lo hice, era muy fácil", ha dicho en el juicio que se ha celebrado este viernes en la Audiencia Provincial de Cantabria, en el que la fiscal ha rebajado la petición de pena que pedía inicialmente de ocho a cuatro años y once meses de prisión al aplicar una eximente incompleta por ese trastorno, sumada a otros cinco años de libertad vigilancia y tratamiento médico porque entiende que es "mucho mejor" y "para la sociedad" que se le proporcione un seguimiento.

Y es que el procesado ha señalado que "a veces ve sombras y cosas que le persiguen" y que en la actualidad, estando en prisión desde lo ocurrido, toma una medicación que en el momento de los hechos no tomaba, estaba en tratamiento pero no lo seguía. Además, ha añadido que consumía "de todo", en concreto porros y cocaína la noche antes de lo ocurrido.

Así, ha mantenido que el día de la agresión, día 6 de agosto de 2022, llevaba un machete "como todos los días" para defenderse de sus alucinaciones, y no para matar a la víctima.

"Temía perder mi vida", ha dicho para justificar que portara el arma, mientras los policías que han testificado en el juicio han indicado que tras ser detenido les contó que primero se había cruzado con el otro joven en un supermercado de la calle Montevideo y acto seguido había subido a casa a por el machete y bajado hasta la parada del autobús, donde esperó a que la víctima llegara al salir de la tienda donde repartía pedidos a los clientes para asestarle el golpe.

A continuación, se volvió a casa porque, según ha dicho este viernes, "no miró dónde le había dado" y pensó que "no era nada" pues solo vio "una gotita de sangre". De hecho, ha asegurado que no quiso golpearle en el cuello pero "se movió un poco". "Se me fue un poco el cable. Discutimos un poco y luego ya le di con el machete".

La víctima, por su parte, ha relatado que ese día se cruzaron primero en la tienda y el procesado le lanzó una mirada "amenazante" y escupió al suelo. Al llegar a la parada de autobuses volvió a verle pero no se percató de que llevara ningún arma hasta que le dijo que "se había reído de él" junto a sus amigos y le agredió.

"Fue un momento de shock", ha asegurado el joven, que no era consciente de que le había dado con un machete. "Pensaba que me había golpeado con cualquier otra cosa. Fue un golpe seco, no me di cuenta de más", ha dicho, añadiendo que no se percató de otra herida que tenía en la mano hasta que llegó al Hospital Univesitario Marqués de Valdecilla, que se encuentra cerca del lugar de los hechos.

Así lo han relatado también dos testigos, una mujer que esperaba al autobús y una trabajadora del hospital que terminaba su jornada y al dirigirse a su coche vio desde la otra acera lo ocurrido. Ambas han contado que fue "muy rápido", que el agresor esperaba "acechando" al chico y que tras el golpe le hablaban pero "no contestaba" porque está "en shock".

De hecho, la empleada de Valdecilla ha señalado que le dijo "cruza, que te mueres", para poder llegar hasta el hospital, pero no reaccionaba. En ese momento salía una ambulancia del hospital que pudo parar y que recogió al herido.

También han testificado en el juicio los forenses que examinaron a ambos, que respecto al agresor concluyeron que no se trató de un acto "explosivo", sino que venía haciendo "una rumiación de largo recorrido" desde el conflicto que menciona que tuvo con el grupo de amigos, una actitud propia de cuadros como el que padece, un trastorno de tipo psicótico relacionado con el consumo de sustancias.

Así, creen que tenía una afectación moderada de sus capacidades y que requiere tratamiento de forma permanente, pero que se trata de una actitud patológica que "no anula sus facultades", además de que no presentaba signos de haber sufrido un brote.

Matar

En este sentido, el letrado de la acusación particular que ejerce la víctima no comparte que se aplique la eximente que ha pedido la Fiscalía y ha mantenido su petición de 10 años de prisión, ya que entiende que "en ningún caso es compatible" que tuviese afectadas sus capacidades el día de los hechos.

Así, ha subrayado que este trastorno y las alucinaciones son algo que empezó a manifestar cuando ya estaba "asesorado jurídicamente". "Todos podemos tener un arrebato y eso no significa no ser conscientes", ha ejemplificado.

Por ello ha sostenido que tenía la "voluntad total y absoluta de matar", y que se le juzga por un homicidio en grado de tentativa porque la víctima "estaba a 10 metros de Valdecilla. Si no, no lo hubiera contado".

Por su parte, la defensa ha pedido la absolución argumentando que el hombre "no estaba en su sano juicio" y que "no percibía el peligro ni las consecuencias" de su acción por la situación mental que padece desde la infancia.

Además, ha solicitado que de ser condenado se le apliquen las atenuantes de arrebato al encontrarse con una persona que le estaba "acosando" y de colaboración con la Policía.