Reflexionando sobre el divorcio de la idoneidad y la política
“El incompetente siempre se presenta a sí mismo como experto,
el cruel como piadoso,
el pecador como santurrón,
el usurero como benefactor,
el mezquino como patriota,
el arrogante como humilde,
el vulgar como elegante
y el bobalicón como intelectual”.
Carlos Ruiz Zafón