Culpable de homicidio con agravante de parentesco la acusada de decapitar a su novio en Castro Urdiales
La Fiscalía y acusación piden una condena de 15 años de prisión, la máxima en este tipo de casos
Culpable de homicidio con agravante de parentesco la acusada, Carmen Merino, de decapitar a su novio, Jesús María Merino, en Castro Urdiales. Así ese ha pronunciado el jurado popular en su veredicto al tener en cuenta las búsquedas que realizó por Internet y en la reiterada compra de productos de limpieza.
El tribunal, por mayoría de ocho de sus nueve miembros, ha dictaminado que participó como autora en la muerte de su pareja. Los jurados han deliberado a lo largo de todo el día en la última jornada del juicio contra la acusada, que se ha celebrado durante esta semana y la anterior en de la Audiencia Provincial de Cantabria y que, tras el veredicto, ha quedado visto para sentencia.
Este ilícito puede llevar penas de entre 12 años y medio y 15 años, de manera que la Fiscalía y la acusación particular han solicitado la condena máxima y la defensa la mínima.
El jurado popular del caso del 'cráneo de Castro Urdiales' ha retrasado su deliberación ante una duda surgida con el objeto del veredicto, y que el magistrado Agustín Alonso acaba de explicar en una audiencia pública de unos 15 minutos.
Los jurados se han detenido en la pregunta número dos de las trece en total del documento, en la que se les cuestiona si la acusada, Carmen Merino, "causó directamente la muerte" de su pareja, Jesús María Baranda.
En este punto surgió la incertidumbre y han pedido a la Sala cambiar "causó" por "participó" en la muerte, pero ante la relevancia de la cuestión el magistrado ha citado al jurado para que comprendan las diferencias entre un autor de un delito y un cómplice.
Encubridores
En este sentido, ha explicado que hay distintos tipos de autores en los delitos, como los directos, coautores o cooperadores necesarios, pero "a todos se les castiga por igual", mientras que a los encubridores o los cómplices se les impone una pena inferior.
Así, el magistrado ha dado permiso al jurado ante la petición de utilizar el término de "participar" en el crimen, pero siempre y cuando dejen claro si consideran que la acusada participó como autora o como cómplice.
Los primeros son los que prestan "una ayuda insustituible" para cometer el delito", mientras los segundos prestan una ayuda "útil, pero periférica", ha explicado Agustín Alonso.
La respuesta a esta definición cobra especial relevancia después de que ayer, tras dos semanas de juicio, la defensa introdujera una posible nueva versión de los hechos. El letrado de Merino mantuvo que su patrocinada "no causó" la muerte de su novio pero, como cuestión subsidiaria por si el jurado no optaba por la libre absolución que solicita, planteó que podría haber encubierto al verdadero asesino.
Los jurados se han reunido para deliberar a las 9.30 y han recibido esta explicación cerca de las 19.00 horas, tras lo que han vuelto a retirarse para continuar dando respuesta al objeto del veredicto. Dado que no cuentan con límite de tiempo, si a las 21.00 horas aún no hay veredicto se valora si los jurados continúan deliberando o lo aplazan a mañana sábado, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC).
El cuestionario del veredicto incluye 13 preguntas para determinar si la acusada, para la que la Fiscalía pide 25 años de cárcel y la acusación particular, ejercida por los hijos del fallecido, prisión permanente revisable, es culpable o inocente, y si lo es de asesinato o de homicidio.
Repercusión
El juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Cantabria por el asesinato en Castro Urdiales, cuyo cráneo apareció dentro de un paquete meses después de su desaparición, y que ayer concluyó con la declaración de culpabilidad de la que fuera su pareja, ha sido la vista que mayor expectación ha generado en décadas de las celebradas en la región.
Así se desprende del hecho de que 55 periodistas pertenecientes a 22 medios de comunicación de todo el país se han acreditado para seguirlo.
El interés informativo que este procedimiento judicial ha despertado desde su inicio en septiembre de 2019 llevó al tribunal a solicitar la colaboración de la Dirección General de Justicia del Gobierno de Cantabria, que ha prestado los medios necesarios para facilitar el trabajo de los medios de comunicación al tiempo que desarrollar el juicio con la mayor normalidad posible.
Tres han sido los modos en que los informadores han podido seguir el juicio: unos en la propia sala de vistas, con capacidad para doce periodistas; otros en la sala de prensa creada ad hoc en la sede del Tribunal Superior, y otros desde sus propias redacciones a través de Internet.
La señal recibida en la sala de prensa y las redacciones de medios de comunicación de todo el país ha sido posible gracias a la contratación de una señal institucional de televisión que ha supuesto la emisión de más de 20 horas de juicio.
Además, todos los medios de comunicación han podido hacer uso de la cobertura gráfica de la Agencia EFE, que ha desarrollado un trabajo en régimen de pool.
A lo largo de diez sesiones, desde el lunes, día 7 de noviembre, con los informes iniciales y la declaración de la acusada, hasta el día ayer, en que hacia las 21.30 horas se procedió a la lectura del veredicto del jurado, han sido decenas los periodistas que han realizado la cobertura informativa de este juicio.
La colaboración de todas las personas que han estado implicadas en la organización, el magistrado presidente del jurado, la letrada de la administración de justicia, la funcionaria de auxilio judicial, la oficina de prensa y los informadores contratados, ha hecho posible que este juicio haya ocupado decenas de páginas impresas y minutos en radio y televisión sin que esta expectación haya estado presente en la sala, donde la normalidad ha permitido que las partes y los jurados desarrollaran su trabajo con tranquilidad.