domingo. 24.11.2024
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Valdecilla celebrará el Día Mundial de la Prematuridad con una jornada para abordar su impacto en Cantabria

La Unidad de Neonatología del Servicio de Pediatría organiza el día 17 de noviembre un acto para hablar desde diferentes puntos de vista y reconocer a las familias de los niños prematuros de la región

Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. R.A.
Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. R.A.
Valdecilla celebrará el Día Mundial de la Prematuridad con una jornada para abordar su impacto en Cantabria

La Unidad de Neonatología del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV) celebrará el Día Mundial de la Prematuridad el próximo día 17 de noviembre, con las familias de los niños prematuros que han estado ingresados en el hospital en los últimos años.

Así, ha organizado una jornada, que tendrá lugar a las 12.00 horas en el salón de actos del Pabellón 21, para abordar la prematuridad en Cantabria desde el punto de vista de las familias y de los profesionales. Para finalizar el acto, los pequeños y sus familias recibirán un pequeño diploma de reconocimiento, cargado de simbolismo por ser “Nuestros Pequeños Grandes Héroes”.

La jefa del Servicio de Pediatría, María Jesús Cabero, ha señalado que cada año uno de cada 10 pequeños en el mundo nace antes de tiempo. Por eso, desde el año 2009, el día 17 de noviembre se celebra el Día Mundial del Niño Prematuro (World Prematurity Day), una fecha que desea concienciar a la sociedad sobre los problemas a los que se enfrentan los bebés prematuros y el impacto emocional que esto supone para sus familias.

Los recién nacidos son prematuros cuando el nacimiento se produce antes de semana 37 de gestación, y cuanto antes se produce, mayor es el riesgo de complicaciones y de morbimortalidad, siendo los prematuros extremos los más vulnerables.

En este sentido, Cabero ha apuntado que el lema internacional de este año recuerda la terapia tan poderosa que es el abrazo de sus padres, de tal forma que fomenta el contacto piel con piel desde el momento del nacimiento. De hecho, la práctica del contacto piel a piel es extremadamente beneficiosa y efectiva, sobremanera en el caso de los bebés prematuros.

Su práctica, realizada inmediatamente después del nacimiento, contribuye al inicio y sostenimiento de la lactancia, favorece la estabilización de parámetros vitales como la frecuencia cardíaca y los niveles de glucemia, y ayuda a la instalación de una microbiota saludable, aspectos de importancia tanto en el proceso de adaptación a la vida extrauterina tras el nacimiento, como a medio y largo plazo. Además, ayuda a su relajación y al sueño profundo.