“Laredo trabaja para contar con su Plan de Sostenibilidad Turística, su asignatura pendiente”, aseguró el alcalde Miguel González (PP)
El regidor municipal considera que el Centro de Formación Náutico-Pesquero en el caso de quitárselo a Laredo tampoco se lo llevará Santoña
Asegura que siempre le gustó la política y tras afiliarse con 17 años al PP por voluntad propia, le llegó la oportunidad en 2023 de encabezar la candidatura de este partido en Laredo, de tal forma que logró ser la lista más votada y formar equipo de Gobierno.
Miguel González González (Laredo, 1976) es el nuevo alcalde de este municipio desde el mes junio al conseguir, con unos resultados muy fragmentados y siete Grupo políticos con representación, el apoyo de los dos concejales de Ola Cantabria y después de los otros dos ediles de IU-Podemos que son los responsables de Deporte y Juventud.
A la hora de analizar los resultados electorales, considera que los vecinos de Laredo han votado que debe existir diálogo y responsabilidad en todos los Grupos políticos para avanzar, sin entorpecer, una actitud que, en su opinión, “se está viendo en casi todos los partidos”.
En estos primeros meses de gobierno, Miguel González señaló que la situación de ser concejal, tanto gobernando como en la oposición, es completamente diferente a convertirse en el máximo responsable municipal de un Consistorio con un presupuesto de 21 millones de euros en 2023, un remanente de tesorería de 13 millones de euros y una población empadronada de 11.000 habitantes.
Desde su punto de vista, “ahora uno es el foco principal de todo en el Ayuntamiento, la responsabilidad es muy alta, hay que solucionar muchas cosas, te consultan todo y se dedican muchas horas a la gestión que repercute en la familia”.
Trayectoria
La primera participación política de Miguel González se remonta al año 1995 cuando formó parte de la candidatura de Fernando Portero. En el año 2011 le llegó su turno de formar parte de la Corporación municipal, donde ha ostentado la Concejalía de Juventud, y también ha permanecido como edil en la oposición. Sin embargo, en las pasadas elecciones municipales de 2023 le llego la oportunidad de liderar la lista del PP y consiguió ser la lista más votada.
Al entrar a gobernar en Laredo, el máximo responsable municipal indicó que se encontró una situación muy mala debido a las carencias en la gestión y en la coordinación de los equipos. “Ahora hay reuniones a las 8.00 de la mañana para organizar el trabajo de cada uno y además se ha logrado que el Ayuntamiento disponga de secretario e interventor, de lo cual carecía”, remarcó.
Y no sólo hace referencia a esta situación, para el alcalde existían muchas carencias en asfaltado, parques y jardines o el estado del mobiliario, olvidado en el tiempo.
Puestos a la faena, Miguel González hace hincapié en que en estos primeros meses se han logrado poner en marcha un Plan Director de Asfaltado, reabrir la piscina el día 18 de septiembre, cerrada durante ocho años, y anuncia que se remodelará el Paseo Marítimo, dadas las deficiencias que presenta, y con el fin de que se convierta en un revulsivo turístico. “Los vecinos esperan que se invierta el dinero que pagan con sus impuestos”, subrayó al encontrarse con un remanente de tesorería tan alto.
Y entrados en este sector, el equipo de Gobierno municipal busca conseguir un Plan de Sostenibilidad Turística por medio de su financiación con fondos europeos, de tal manera que ha encargado este trabajo a una empresa externa. “Es una asignatura pendiente en este municipio, donde el anterior equipo de Gobierno no se presentó nunca a recibir subvenciones ni de este tipo ni de nada”, señaló Miguel González.
Entre sus objetivos, se encuentran desestacionalizar el turismo, donde la mayoría de los visitantes proceden del País Vasco, y fomentar la práctica de los deportes acuáticos, como el surf.
Proyectos
De igual forma, el alcalde se ha encontrado con varios proyectos en ejecución y otros pendientes. Es el caso del Centro de Formación Náutico-Pesquero, que cuenta con el informe desfavorable de la Demarcación Territorial de Costas en lo que se refiere a su ubicación y por lo tanto a su uso.
“Defendemos esta instalación para el uso por el que se construyó. Es un suicidio defender lo contrario y es lo que demandan los pescadores y la Cofradía, dado que Laredo es un lugar estratégico”, declaró. Con estos argumentos, el regidor municipal calificó de incongruente la posición del Consistorio santoñés, “ni para mí ni para nadie”, y adelantó que si se lo quitan a Laredo, tampoco se lo llevará Santoña.
Y aunque Miguel González no contempla el derribo del edificio, que está pendiente de un proceso judicial, aún no se ha puesto a pensar en que uso alternativo se le puede dar a estas instalaciones.
La situación de la Puebla Vieja es otro frente abierto. Tras presentarse su Plan Director, su hoja de ruta, el propósito es conseguir financiación para poner en valor este espacio emblemático de Laredo y mejorar su accesibilidad.
No deja lado la necesidad de crear plazas de aparcamiento, un problema sobre todo en verano que vive el municipio, así como cubrir la bolera y un parque infantil, y la creación de un punto limpio cercano a la zona industrial que tramitan las Consejerías de Industria y Urbanismo.
La Consejería de Industria, por medio de Suelo Industrial de Cantabria (Sican) avanza en la tramitación urbanística del Parque Industrial y Empresarial de Laredo y ha remitido a la Dirección General de Urbanismo y Ordenación del Territorio el borrador del Plan Singular de Interés Regional (PSIR) y el Documento Inicial Estratégico para iniciar la valoración ambiental.
El polígono se ubicará muy próximo al acceso de la autovía A-8, junto a la carretera nacional 634 y a unos 45 kilómetros de Santander y de Bilbao y contempla una extensión de 515.000 metros cuadrados que se desarrollarán por fases en función de la demanda de suelo por parte de las empresas.
En definitiva, Miguel González, quien se presentó a la campaña con el eslogan ‘Volver a ser Laredo’, y su equipo de Gobierno han iniciado un trayecto con el fin de convertir el municipio en el referente cultural, económico y turístico que fue antaño.
A su juicio, quiere lo mejor para una localidad que lleva mucho tiempo parada y que debe recuperar su esplendor como capital de la Costa Esmeralda. “Espero que los vecinos valoren el trabajo de estos cuatro año”, manifestó.