Molledo acogerá el proyecto ‘Memorias compartidas’ sobre la figura del escritor Miguel Delibes
El día 17 de octubre tendrá lugar el primer encuentro de los seis previstos por la Fundación de este literato
El municipio de Molledo acogerá el proyecto ‘Memorias compartidas’, sobre la figura del escritor Miguel Delibes, el lunes, día 17 de octubre, el primero de los seis encuentros previstos por la Fundación de este literato.
Coincidiendo con el aniversario del nacimiento de Miguel Delibes, Molledo, un municipio al que estuvo vinculado, este programa comenzará con el fin de unir formas de vida entre los más mayores y los más jóvenes, enriquecerse mutuamente de sus conocimientos, de sus opiniones y de sus reflexiones; crear vínculos entre ancianos y niños utilizando las obras del autor vallisoletano.
Con la obra de Miguel Delibes como hilo conductor de la jornada, los participantes dialogarán sobre siete temas vinculados al medio rural, a las tradiciones, al medioambiente, a los oficios y las costumbres, todos ellos vinculados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Además, se llevará a cabo un taller colaborativo entre todos los participantes donde se plasmarán artísticamente los aprendizajes obtenidos.
Delibes como padre y abuelo de familia numerosa, defensor de la infancia, las tradiciones, el mundo rural, los desfavorecidos, es el modelo para establecer relaciones de afecto y promover cambios de actitud en las generaciones jóvenes, que desencadenen una imagen positiva de la vejez a través de la participación activa de los adultos.
Por ese motivo, estos encuentros se llevarán a cabo en localidades del ámbito rural, de menos de 10.000 habitantes, y que se ubiquen en las Comunidades Autónomas con mayor riesgo de despoblación en los últimos diez años: Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Cantabria y Aragón.
Así, los próximos encuentros tendrán lugar durante los meses de octubre, noviembre y diciembre en Medina de Rioseco (Valladolid), Ágreda (Soria), Potes (Cantabria), Belmonte (Cuenca) y Tembleque (Toledo).
Molledo, municipio tan vinculado al escritor, es el primero en acoger este proyecto. En esta ocasión, se llevará a cabo en el colegio Leonardo Torres Quevedo del Valle de Iguña y contará con una decena de participantes adultos de entre 60 y 90 años y una veintena de niños pequeños del centro escolar.
Desarrollo
La iniciativa es un proyecto activo y participativo guiado por dos monitoras de la empresa colaboradora de la Fundación Miguel Delibes, expertas en educación patrimonial.
Cada encuentro consta de dos talleres ‘Ver, escuchar y dialogar, de 90 minutos de duración y ‘Crear, de 30 minutos.
En el primero ‘Ver, escuchar y dialogar’ se tratarán siete temas diferentes, sonidos que nos traen recuerdos, oficios de antaño, dime cómo se llama, cultivando la vida, música y fiestas, un bosque vivo, la tierra herida, que utilizan como hilo conductor las novelas de Miguel Delibes.
Así, las personas mayores leerán uno o varios fragmentos extraídos de las obras de Delibes y se mostrarán objetos y herramientas vinculados con cada tema. Los materiales serán aportados por la Fundación y por entidades colaboradoras.
Tras la lectura, se reproducirá una pieza sonora de un minuto de duración creada por el grupo de música étnica El Naán para este proyecto. Con esta actividad se pretende que escuchando esta pieza los participantes revivan los sonidos característicos del medio rural, despertando en ellos un recuerdo, una emoción o una experiencia vivida.
Después, Se iniciará un diálogo abierto, moderado por las monitoras, donde se entrelazan las historias de mayores y pequeños contribuyendo a una transmisión de valores universales y construyendo una memoria colectiva.
En la segunda parte, ‘Crear’, se pretende fomentar la imaginación de mayores y pequeños por medio de diferentes materiales y objetos se producirán piezas artísticas como collages, poesías, murales, entre otros. El objetivo es que ambas generaciones trabajen juntas en este proceso de creación y compartan las sensaciones que les producen esos materiales a partir de su olor, textura y forma. Las piezas finales deben transmitir un sentimiento de futuro compartido, sostenible y positivo.
