Incomprensión de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria por quedarse fuera de la ampliación de los créditos ICO
El colectivo asegura que el sector hostelero sufre las consecuencias del aumento generalizado de precios, sobre todo en la energía y materias primas
La Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AHEC) ha manifiesta su rechazo e incomprensión por la decisión del Consejo de Ministros de dejar fuera a la hostelería de los sectores que podrán optar a una ampliación de los créditos ICO, al encontrarse entre los sectores más afectados por la situación actual.
La hostelería, que lleva sufre las consecuencias de la pandemia durante estos dos años, y que ha denunciado en muchas ocasiones la falta de ayudas directas, trabas burocráticas, e incluso la devolución de los fondos europeos no repartidos por las Comunidades Autónomas, muestra su incomprensión ante esta decisión en el contexto actual.
El presidente de la AEHC, Ángel Cuevas, ha asegurado que esto es una “mala noticia para el sector” por la “situación de incertidumbre en la que nos encontramos” y nos sentimos “una vez más que nos dejan en la estacada”.
Cuevas entiende que esta decisión demuestra que “no se nos tiene en cuenta a pesar de la situación delicada que atraviesan muchas empresas hosteleras que no están en condiciones de asumir las obligaciones de pago de los ICOs” y añade que “vamos a seguir reclamando esa prórroga, insistiendo en una rectificación del gobierno porque esta medida, que ya llevamos pidiendo mucho tiempo, es fundamental para el sector turístico”.
Por esto, desde la patronal nacional, CEHE (Hostelería de España), se ha enviado un escrito a las principales entidades bancarias del país para que, de acuerdo con el Código de Buenas Prácticas establecido por el Gobierno, la hostelería pueda acceder a la ampliación del período de carencia que se ha establecido para los principales sectores afectados, entre los que debería estar la hostelería por el grave impacto sufrido como consecuencia de la covid-19, el paro de transportes y suministros y la guerra en Ucrania.
En las últimas semanas, la tendencia de subida generalizada de los precios ha afectado profundamente a la hostelería, que, junto con la huelga de transportes y el contexto de guerra en Ucrania, ha provocado el debilitamiento de la viabilidad de los negocios.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) y su incremento ha llegado a situarse el pasado mes de febrero en un crecimiento del 7,6 por ciento, situándose el (IPC) adelantado del mes de marzo en 9,8) posicionando a España por encima de muchos países europeos, como Francia (4,1) Portugal (4,4) Alemania (5,5) o Italia (6,2) con la consecuente pérdida de competitividad.
El sector sufre doblemente la escalada de precios, ya que además de las consecuencias directas en su cuenta de resultados, el aumento generalizado de los costes impacta en la renta disponible de las familias, lo que conlleva una contención del gasto en hostelería, señalan.
Este hecho se suma a que determinadas materias primas, imprescindibles para el sector, como los aceites, ya vivían en el mes de febrero un incremento de precios del 30 por ciento, que hoy será mucho mayor también por el contexto de la guerra, que incluso ha provocado la búsqueda de aceites comestibles alternativos ante la escasez de aceite de girasol. El efecto en cadena de escalada de precios afecta a otros productos claves en la hostelería, como los zumos, un 7,5 y el café un 8,2 por ciento de crecimiento en febrero, ente otros.
Una de las mayores consecuencias que está sufriendo el sector, es la escalada sin precedentes en el precio de la energía, que afecta, además, al aumento del precio de otros productos. La electricidad es un gasto básico que no se puede eliminar, del que depende el funcionamiento de las cámaras frigoríficas, así, como la calefacción/aire acondicionado, la iluminación o el uso de las placas de inducción.