sábado. 23.11.2024
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El cannabis es la sustancia ilegal con un mayor incremento de consumo en Cantabria

La encuesta señala la estabilización en la ingesta de alcohol, la sustancia legal más consumida, y un descenso en el consumo de tabaco

Marihuana en la casa de Alceda, en Corvera de Toranzo.
Marihuana en la casa de Alceda, en Corvera de Toranzo.
El cannabis es la sustancia ilegal con un mayor incremento de consumo en Cantabria

El cannabis sigue siendo la sustancia ilegal más consumida en Cantabria, un consumo que ha aumentado en los últimos años, puesto que el 44 por ciento de los cántabros ha probado la marihuana, cifra que se sitúa por encima de la media nacional.

Por tramos de edad, el consumo de cannabis es superior en los varones de edades comprendidas entre los 15 y 34 años, por debajo de la media nacional, si bien la edad media de inicio de su consumo se sitúa, al igual que en el resto del territorio nacional, entre los 18 y los 19 años.

En general, los consumidores de cannabis son experimentales y ocasionales, aunque el 11,2 por ciento de las personas que ha consumido esta sustancia ilegal en el último año presenta un patrón de consumo de riesgo, una cifra que también ha aumentado.

Esta es una de las principales conclusiones que extrae la Consejería de Sanidad del análisis de los indicadores que conforman la encuesta bienal sobre alcohol y drogas en España (Edades) 2022, promovida por el Plan Nacional de Drogas, en colaboración con las comunidades autónomas, que amplían el censo muestral en su territorio. En esta ocasión, el sondeo se ha realizado entre la población de 15 a 64 años que reside en hogares familiares.

Alcohol

Según todos los indicadores, el alcohol es, con diferencia, la sustancia que más consume la población cántabra, si bien su consumo se mantiene estable, ya que el 93,2 por ciento de los encuestados ha consumido alcohol alguna vez en la vida. La cerveza, seguida del vino, son las bebidas alcohólicas más utilizadas. Si hablamos de consumo habitual, los datos evidencian un mayor consumo diario entre los mayores de 55 años y residual, un uno por ciento, entre los más jóvenes, de 15 a 24 años. Sin embargo, el 73 por ciento de los jóvenes entre 25 y 34 años han bebido alcohol en el último mes.

Respecto a las intoxicaciones etílicas, una de las consecuencias más inmediatas del consumo de alcohol, se observa mayor prevalencia en hombres jóvenes, entre 15 y 34 años, puesto que el 40 por ciento de ellos se han emborrachado alguna vez en el último año. A partir de esa edad, desciende el número de intoxicaciones etílicas, aunque siempre es mayor entre los hombres.

El llamado atracón (binge drinking) o la ingesta en un máximo de dos horas de cinco o más bebidas alcohólicas, en el caso de los hombres, o de cuatro si son mujeres, es más habitual entre los primeros, 17 por ciento frente al siete de mujeres, y mayor en la franja más joven de edad, 15-24 años, con un 27,5 por ciento. Además, el 12 por ciento de los cántabros reconoce haber realizado este tipo de ingesta de alcohol en los últimos 30 días. El 37 por ciento de los jóvenes cántabros de entre 15 y 24 años reconoce que ha hecho alguna vez botellón.

Entre los datos positivos de la encuesta, tanto en hombres como en mujeres, figura un descenso de consumos de riesgo, como el consumo diario elevado, que puede llevar con más probabilidad a una dependencia. Aun así, este consumo de riesgo es más prevalente entre los menores de 35 años.

Tabaco

Respecto al tabaco, como dato positivo figura un descenso en las prevalencias de consumo tanto de forma esporádica como habitual. Así, el 36 por ciento de los cántabros ha fumado en el último año, pero la prevalencia baja hasta el 31,5 por ciento si hablamos de consumo diario.

La encuesta refleja que son los hombres los que fuman más a diario, el 34 por ciento frente al 29 por ciento de las mujeres, y los de mayor edad, 34 por ciento de fumadores entre los 35 y 64 años, en relación al 26 por ciento entre 15 a 34 años. Además, los hombres fuman más cantidad que las mujeres, a razón de 12,7 cigarrillos frente a 10,6.

En cuanto al cigarrillo electrónico, casi un nueve por ciento de los cántabros lo ha utilizado alguna vez, pero el consumo frecuente de esta modalidad es minoritario.

Consumo de cocaína

Si hablamos de cocaína, la prevalencia de los encuestados que refieren haberla consumido alguna vez en la vida ha disminuido y se sitúa en el siete por ciento por debajo de la media nacional. Siguiendo la tónica de consumo de otras sustancias, está más extendida entre los hombres y la media de inicio de dicho consumo es más tardía que para el cannabis, 21 años, igual que en el conjunto nacional.

El policonsumo de dos o más sustancias es también más común entre hombres de 15 a 34 años, si bien se observa un descenso en Cantabria.

En las adicciones sin sustancia, el 54 por ciento de los cántabros jugó de forma presencial y el nueve online, porcentajes ambos por debajo de la media nacional.

Riesgo desigual

En Cantabria, según se desprende de los últimos datos, hay una fuerte concienciación sobre el riesgo de consumir sustancias psicoactivas, pero es menor en el caso del consumo esporádico de alcohol, tranquilizantes, cannabis o fármacos opioides.

En general, hay poca diferencia por sexo, pero las mujeres están más concienciadas de los riesgos que conlleva el consumo de cannabis o las copas del fin de semana. Además, en consonancia con los resultados de las anteriores encuestas, la sustancia más disponible, según los encuestados, es el cannabis, aunque en un porcentaje inferior.

En general, los cántaros consideran que el problema de las drogas en su entorno es poco importante. Solo un 24 por ciento cree que hay un problema significativo. En este sentido, el 80 por ciento de los encuestados cree importante la correcta educación en las escuelas y el 76 por ciento el tratamiento voluntario a los consumidores.