domingo. 24.11.2024
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Las Jornadas de la Langosta continúan en el Hotel-Restaurante Astuy, en Isla, hasta el día 19 de noviembre

Desde hace 16 años organiza esta iniciativa, donde el marisco es la seña de identidad del establecimiento

El director del Hotel-Restaurante Astuy, Emérito Astuy. R.A.
El director del Hotel-Restaurante Astuy, Emérito Astuy. R.A.
Las Jornadas de la Langosta continúan en el Hotel-Restaurante Astuy, en Isla, hasta el día 19 de noviembre

Su vinculación con el mundo del sector hostelero viene desde niño, cuando echaba una mano en el negocio familiar de sus padres durante los fines de semana y, sobre todo, en verano.

Hoy en día, y tras licenciarse en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Cantabria, es el director del Hotel-Restaurante Astuy, en Isla. Emérito Astuy Martínez (Santoña, 1971), aunque afincado toda su vida en Isla, organiza desde hace 16 años las Jornadas de la Langosta en este establecimiento hotelero, donde el marisco es su seña de identidad.

Una iniciativa de la que se puede disfrutar siempre por estas fechas y, en esta ocasión, hasta el día 19 de noviembre. Su menú se compone de seis platos: un tartar de jamón ibérico, vichyssoise con bisque de carabineros, risotto con magret de pato, burrata y pesto, sorbete de mandarina, 450 gramos de langosta de Isla, cocida o a la plancha y el clásico soufflé de la casa. Acompañado de vino tinto de rioja o blanco albariño de la casa, el coste de 59 euros por persona.

En cuanto al menú, el director comentó que los tres entrantes varían todos los años y no están en la carta habitual del restaurante, mientras que repiten la langosta y el soufflé de la casa.

Al igual que en anteriores ediciones, el Hotel Astuy ofrece la posibilidad de adquirir un paquete de alojamiento más el menú. Por un lado, la oferta incluye la cena, alojamiento en habitación doble y desayuno por 190 euros por pareja.

Por otro lado, es posible alojarse en uno de los apartamentos del complejo hotelero, que incluye bañera de hidromasaje, disfrutando de la cena y el desayuno por 195 euros por pareja. Y también existe la alternativa de aprovechar la estancia en una junior suite, también con bañera de hidromasaje, y degustar el menú y el desayuno por 230 euros por pareja.

“De momento, las Jornadas de la Langosta están funcionando muy bien, sobre todo los fines de semana”, explicó el director.

No son las únicas jornadas que organiza el Hotel-Restaurante Astuy a lo largo del año, ya que participa en septiembre en las Jornadas del Pimiento y los Productos de la Huerta de Isla y en aquellas que surgen de la Asociación de Hostelería de Cantabria.

Historia

Para conocer el origen del Hotel-Restaurante Astuy hay que remontarse a Lope Astuy, natural de Bermeo, bisabuelo de Emétiro Astuy, y pescador de profesión que tras conocer Isla, se enamora del barrio de Quejo y decide afincarse con su familia en esta localidad.

Fruto de esa decisión, nació Feliciano Astuy en este pueblo costero, su abuelo, también dedicado a la pesca, que incluía la langosta, y que trabajó en algunas temporadas en Marruecos.

Precisamente estas langostas, que se mantienen en un vivero natural de agua salada junto a la playa, se vendían en Isla, pero al mismo tiempo en Santander, Bilbao y Madrid.

Un paso importante fue cuando, en los años 50, sus abuelos deciden poner en marcha una fonda y un pequeño restaurante, junto a la playa, y se convierten en pioneros del sector hostelero en Isla.

En la década de los años 60 se construye el hotel con una planta de 15 habitaciones y su padre, Emérito Astuy Argos, un futbolista que militó en el Racing de Santander, en Segunda división; Santoña, Baracaldo, y en el Tánger, en Marruecos, en Primera división, se incorpora a trabajar al negocio.

“Lo primero que se hizo es atraer turistas franceses, del País Vasco y madrileños”, comentó Emérito Astuy (hijo).

A partir de los años 70 se amplían las instalaciones con otras dos plantas, se derriba la fonda y se construye un bloque de apartamentos. En la actualidad, el establecimiento dispone de 53 habitaciones, piscina con jacuzzi, un gimnasio, aparcamiento, un comedor con capacidad para 250 comensales y 36 apartamentos.

Hotel-Restaurante Astuy, en Isla. R.A.
Hotel-Restaurante Astuy, en Isla. R.A.

Actualidad

En el presente, el cliente varia, dependiendo de la estación del año. En otoño, invierno y primavera son, mayormente, parejas que vienen de escapada a disfrutar de la gastronomía y la naturaleza, mientras que en verano predomina la familia con hijos, donde Isla es una localidad apropiada para ellos, explicó.

En cuanto a la procedencia, el turista del País Vasco y Castilla y León es más asiduo, aunque en verano se incorporan de otras Comunidades Autónomas, sobre todo Madrid, mientras que en lo referente a los extranjeros, los grupos de franceses son quienes visitan el establecimiento en otoño y primavera, para el verano acoger también holandeses, alemanes e ingleses.

Y en opinión de Emérito Astuy todos buscan tranquilidad, disfrutar del paisaje, donde Isla es un lugar privilegiado; las playas y la gastronomía. “Se trabaja mucho este último aspecto, es nuestra fortaleza, ya que empezamos antes a dar de comer que de dormir”, recordó.

En todos estos años, el turismo ha sufrido cambios. Para Emérito Astuy, en el caso de Isla, considera que la temporada se ha alargado a septiembre y octubre, meses en los que también se trabaja bien. “Antes a primeros de septiembre nos quedábamos solos y desde el 15 de julio a finales de agosto, durante 40 años, se ha trabajado muy bien, al 100 por cien de capacidad”, indicó.

Además de ser presidente de la Asociación de Hostelería de Cantabria durante ocho años, de 2008 a 2016, también ha presidido el Centro de Iniciativas Turísticas de Isla (CIT).

Desde su punto de vista, el CIT es un ejemplo de asociacionismo en un pueblo pequeño, con competencia y rivalidad entre familias, donde ha coincidido un cambio generacional que mantiene vivo este colectivo y que ha traído beneficios a sus integrantes.

Como ejemplos pone la creación de una central de compras, que beneficia también al pequeño hostelero, y la promoción de Isla en ferias como Fitur en Madrid, donde estuvieron con un expositor propio y un vivero de langostas; Valladolid o Barcelona. “Se ha hecho una difusión de una ciudad mediana con los recursos de un pueblo pequeño”, recalcó.

Aun así cuando se le pregunta por las asignaturas pendientes en esta localidad, Astuy incide en que se debe seguir apostando por mantener, e incluso mejorar, la calidad del servicio, así como potenciar los aparcamientos, algo, esto último, donde el Ayuntamiento de Arnuero tiene claro que debe tomar medidas.